Capítulo 9

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Ha sido todo un desafío salir de casa de Rick esta mañana, una vez que estaba lejos de la calle principal he podido relajar el cuerpo, será una tontería, pero después de todo lo que nos contó sobre el barrio, estoy un poco paranoica con eso de mir...

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Ha sido todo un desafío salir de casa de Rick esta mañana, una vez que estaba lejos de la calle principal he podido relajar el cuerpo, será una tontería, pero después de todo lo que nos contó sobre el barrio, estoy un poco paranoica con eso de mirar por donde ando, por suerte tengo que coger el transporte tan temprano para tener que llegar a tiempo al instituto que todo el mundo está durmiendo, o al menos la gran mayoría. Lo que va a ser todo un reto será volver a entrar en el, pero de eso ya me preocuparé cuando me toque.

Faltan pocos minutos para que el timbre suene dando comienzo al inicio de un día de instituto más.

Estar entre estas paredes cada año era como estar en casa, un lugar donde me sentía cómoda y feliz y gracias a que pasaba casi todo el día aquí no tenía que preocuparme por estar en casa sola, no es que tuviera un grupo grande de amigas, pero si conozco mucha gente, son personas agradables y divertidas, pero como todos en esta sociedad son unos hipócritas y me han hecho el vacío en la primera oportunidad que han tenido.

Ahora este lugar en una semana se ha vuelto todo lo contrario a un sitio feliz para mí, lo único que quiero es escapar de aquí. A ser posible con mi título en la mano.

Estoy en el pasillo de las taquillas y la gente pasa por mi lado como si yo no existiera.

Mis amigas, las primeras en declararme la guerra fría, cuando antes todo eran risas, cotilleos y confidencias entre nosotras. No puedo dejar de sentirme abandonada, se fue mi madre, a mi padre prácticamente nunca lo tuve, y ahora ellas. Las chicas eran mi ancla, eran las personas en las que yo me apoyaba cuando me sentía sola y ahora simplemente no las tengo.

Y, por si fuera poco, encontrarme a mi ex cada día es una tortura que tampoco ayuda a sentirme mejor, porque no hay nada que pueda hacer para evitarlo, solo tengo que cohabitar con él durante el curso y aguantar hasta la graduación.

No soy estúpida y sé que muchos de los rumores que andan circulando por el insti son provocados en su mayoría por ese capullo al que un día llamé novio. Solo él sería capaz de hacer una cosa tan rastrera. Lo evito tanto como puedo, y si es preciso almuerzo en el baño de chicas para no tener que verlo, porque después de todo el infierno que me hizo pasar, prefiero eso a estar escuchando como habla. Me irrita demasiado.

—¿Enfadada con el mundo?

Me giro buscando de donde proviene la voz.

Un chico que no he visto hasta ahora está parado a unas pocas taquillas más allá de la mía. Es alto y rubio, tiene el pelo un poco largo llegándole a la altura de los hombros, realmente tiene un buen físico, parece uno de esos chicos de Pinterest destinados a ser protagonistas de novelas románticas.

Solamente lo miro extrañada porque me hable, ya que nadie me dirige la palabra desde que empecé las clases, no al menos directamente, porque si hablan de mí y mi actual situación sin parar. Esté o no yo delante.

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