Capítulo 21

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Doy vueltas en la cama, me remuevo inquieta, lleva pasándome unas cuantas noches, supongo que será por todos los acontecimientos que llegan de golpe, todavía no le he contado a Rick nada sobre la conversación con mi padre, no es que sea nada cruci...

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Doy vueltas en la cama, me remuevo inquieta, lleva pasándome unas cuantas noches, supongo que será por todos los acontecimientos que llegan de golpe, todavía no le he contado a Rick nada sobre la conversación con mi padre, no es que sea nada crucial, pero tiene que saberlo, pero esperaré a que termine de hacer esto y cuando vuelva a casa hablaré con él. También se suma la preocupación inmensa que tengo por lo de mañana, confío plenamente en él y sus capacidades para lo que sea que lo quieren en esto, pero siempre hay algo que puede fallar y salir mal. Espero que este no sea el caso.

Lo noto a él también removerse al otro lado de la cama, está durmiendo o eso creo, su respiración es irregular, se está alterando y su piel brilla por que empieza a sudar, me pongo nerviosa porque creo que algo no va bien.

—Rick... —le golpeo el brazo despacio—. Oye estoy aquí, todo está bien, creo que estás teniendo una pesadilla —susurro.

No se despierta, pero sigue inquieto. Lo intento una vez más y esta vez más fuerte. Por fin consigo despertarlo, se sobresalta por el susto y se incorpora en la cama quedando sentado con las manos tapándose la cara.

—Shh shh —intento calmarlo—. Estoy aquí ¿estás bien? ¿has tenido una pesadilla?

—Puede ser... no-no me acuerdo bien ahora —se quita las manos de la cara y clava sus ojos en mí, yo trago saliva porque su mirada dice tantas cosas que me pone nerviosa.

—No te preocupes ya ha pasado —le cojo de la mano y lo acerco a mi cuerpo haciéndolo que se tumbe detrás de mi pegando mi espalda a su pecho, notando su respiración ya más tranquila en mi cuello, sigo con su mano agarrada en la mía delante de mí pecho cogiéndola con fuerza.

—Esperaré a que te duermas —noto como me da un beso en el cuello y todo mi vello se eriza con su tacto, él debe notarlo también porque me da otro beso más y lo siento sonreír al volver a ver mi reacción—. Estamos juntos en esto —susurro. Me atrae más hacia su cuerpo y nos tapa con el edredón, es entonces cuando dormimos sin problemas el resto de la noche.

Como cada mañana al salir de la habitación ya tengo el desayuno preparado, me siento donde siempre y me lo como.

—Creo que voy a echar de menos verte todas las mañanas, bonita.

—Siento no poder decir lo mismo.

—Oh, ahí está ese carácter... deberías de ser un poco más amable bonita, estoy siendo bueno.

—La capa de pintura roja que te han obligado a echarte en mi presencia no esconde al lobo que llevas dentro —le contesto hastiada.

Y ahí lo dejo, me levanto a por mis cosas para irme al instituto como siempre y me despido de Rick en la puerta.

—Nos vemos para comer —habla muy cerca de mi cara. Y no es necesario explicar cuanto me afecta eso.

—Vale. Te aviso cuando esté llegando.

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