𝐂apitulo 𝐓res.

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Pasaron unas semanas desde lo ocurrido en la fiesta, Izuku no podía sacar de su cabeza, la forma en la que Kacchan lo beso.

No es porque lo dudo, es solo que nunca imagino a su mejor amigo besarlo, con deseo...sabiendo que desde pequeños, pasaron por mucho, y habla de momentos difíciles.

No le desagrada su amigo, solo su sexualidad.

No estaba de acuerdo con que dos hombres tuvieran una relación amorosa, las consideraba únicamente de amistad.

Dios, está extraña situación lo está poniendo nervioso.

No podía mirar bien la cara de Ochaco, sin pensar en las diferencias de besos.

Cuando se besaron en su boda, si fue con amor, en la luna de miel...igual, cuando apenas tenía unos 2 años de esposos, era bonito.

Todo estaba por la borda cuando ya tenían 2 años y medio de casados, osea, poco tiempo.

Sus besos eran tan fríos, que casi se sentían diferentes, llegaron al punto de no besarse por eso.

En cambio, volvió a sentir la calidez de labios que exclamaban amor puro a una persona...pero no los recibió de la persona que tanto quería.

Dejo de pensarlo, y fue a la sala, para acostarse en el gran mueble para poder descansar.

De repente, Ochaco llegó.

Deku estaba acostumbrado a no recibir saludos por su mujer, así que se quedó en el mueble.

—Debemos actuar más como esposos, querido.

Hablo mientras dejaba su chaqueta por una de las sillas del comedor.

—¿Desde cuándo lo somos?—Exclamo.

—Izuku, deja eso, somos marido y mujer legalmente y delante de los demás, haz tu parte, como yo hago la mía.

—Ochaco, ya basta, te soporte 10 años de casados porque sabes lo mucho que yo anhelo de ti, pero en estos malditos 10 años, tu no muestras nada por mi.

Hablo con amargura el peli verde, ni siquiera sabía cómo esas palabras salían de su boca.

—Ja, supongo que la pasión puede irse, pero..querido, no te angusties, pasaremos más tiempo juntos...cuando aún seas más reconocido—Hablo con una sonrisa en sus labios.

—¿A qué te refieres?

La castaña camino hasta el mueble y paso sus brazos por los hombros del chico, para darle un ligero abrazo.

Izuku internamente se había emocionado y a la vez, sonrojado.

—La gente empieza a olvidarte un poco, Deku. Debes ser aún más famoso, sino, no sirves nisiquira como sucesor de All Might.

Brindo un beso frío sobre la mejilla de Izuku, dándole una sonrisa casi sombría, que fue pasada por alto de Izuku.

Midoriya no se resistió, y agarro rápidamente del brazo a Ochaco; no podía quedarse solo con ese beso.

—¿Izuku?—Miro confundida al agarre de su esposo.—Izuku..me hace da-

—Intentemoslo.—Hablo con seguridad Izuku, tomando aún el brazo de su esposa. Sus mejillas estaban coloradas.

Hace mucho no tenían intimidad.

—Izu...Izuku.—No sabía que decir, no sabía que hacer, Ochaco estaba experimentando que es estar algo nerviosa e incómoda.

—Por favor...te pido está noche.

—Ok, te daré la oportunidad.

Deku internamente salto de pura alegría, ¡Al fin tendría algo de intimidad con la mujer de sus sueños!

[ ... ]

—Izu...Izuku.—Jadeo la mujer que estaba desnuda y completa a la visión de su esposo.

Izuku se encargó de complacer a Ochaco, desde besarla, hacerlo lento, no lastimarlo y no hacerla molestar con sus cosas.

—Ocha..amor.—Hablo con un apodo que antes lo hacía saltar de gusto cuando Ochaco lo llamaba así.

Ochaco solo se estremeció ante los espasmos que Izuku trataba de brindar, era muy gentil.

El rostro de Izuku, durante tanto tiempo, mostró una auténtica cara de excitación, de deseo...

Esa noche fue la mejor en toda su vida de casados, bueno...para Izuku.

[ ... ]

Izuku despertó en la cama donde su mujer dormía, era la primera vez en tanto tiempo que dormían mucho y al lado del otro, vio como Ochaco dormía muy a gusto.

No quiso molestarla, así que se puso unos pantalones y se fue a la cocina.

Prepararía un buen desayuno para despertarla.

[ ... ]

—Bro, debes superarlo, ya pasó semanas desde la fiesta, seguro olvidó el beso.

—No, no lo olvido, me está evitando.

Hablo con frialdad el rubio, sabía muy bien que esto pasaría si lo besaba, pero no podía negar...que esos labios si eran muy buenos.

Dios, lo sabía, pero tenía que arriesgarse.

—Chicos, miren esto, tal parece que se reconciliaron o algo así.

Shoto vino a interrumpir mientras mostraba su celular; había una foto de Deku sin camisa y feliz, mientras en la cama estaba una mujer dormida y bien tapada.

En el fondo, Shoto quería que Bakugou viera esa foto...era muy cruel, pero lo hizo.

Los celos lo afectaban, pero quería algo más...

Y la mujer por obviedad era...

Era Ochaco.

El rubio lo miro por varios minutos para saber que había pasado, no lo podía creer, ¿Ochaco paso la noche con el?

Pero aún...¿Después de tanto tuvieron intimidad y a Deku le gustó?

No pude ver nada más. Lo odiaba, así que se fue del lugar.

[ ... ]

Ochaco se levantó, no era una mañana tan brillante, anoche tuvo que fingir algo de pasión y a la vez, un orgasmo para complacer a su esposo.

Hasta ella misma se sorprendió de dejarse hacer el amor a su esposo, no era malo por estar casados, pero le fue incómodo.

Para disimular un poco, tomo la camiseta grande de Izuku y se la puso, aún no trayendo nada bajo sus pechos, pero si tenía su calzon.

Bajo al comedor y noto la presencia de un aroma muy bueno; era el desayuno.

Miro bien y fue a la cocina, estaba ahí su esposo, preparando unos huevos con tocino. Odiaba admitirlo, pero tenía hambre y no le dijo nada.

—Buenos días, amor.—Saludo con una impecable sonrisa.

—Buenos días...Izu.—Dijo lentamente.

Izuku termino el desayuno, y lo dejo en la mesa, con unas tazas, la de Ochaco era uno caliente y recién hecho, sabía que la ayudaría.

El se sirvió un poco de leche con chocolate, no era su gusto tomar mucho café.

Ochaco observo por unos largos minutos, no sabía que hacer bien.

De repente, sintió unos brazos grandes y fuertes, rodearle la espalda.

—Gracias...por lo de anoche.—Beso su mejilla suavemente.

—Agradeceme cuando te deje hacerlo sin condón.—Se rio un poco, para safarce del abrazo y poder sentarse.

Izuku estaba comenzando a creer que había cambiado después de unos años, se sentía feliz.

Siempre creyó que no lo haría, y está vez, sus deseos estaban siendo escuchados, por fin sentía que podía recuperar su matrimonio.

𝐈𝐍𝐅𝐈𝐃𝐄𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora