𝐂apitulo 𝐃ieciocho.

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Midoriya corrió lo más que pudo y separó a Todoroki de Katsuki con un solo golpe en su mejilla, ocasionando que Shoto cayera al suelo mojado, mientras la tormenta se escuchaba.

Katsuki quedó helado ante la escena, presenció cómo Izuku estaba golpeando la cara de Shoto; este último defendiendose ante los golpes.

Después de unos segundos, Katsuki separó a ambos, evidentemente molesto.

—¡Ya basta a ambos!—Tiro una explosión en ambas manos sobre los hombres.

—Katsuki...yo...—Hablo primero Izuku.

—Midoriya...Ya, basta, deja de engañarme con tu cara de santo, me enferma saber que acepte acostarme contigo, sabiendo que en cualquier momento me harías esto, te vi, te vi hace un rato con ella, que lleva a tu hijo en su vientre.—Gruño ante el más alto.

Izuku se quedó quieto, las palabras que querían salir de sus labios, ya no podían, sentía un nudo en la garganta, difícil de sacar.

—Katsuki...yo te amo, solo...todo fue algo tan confuso...debes entenderme ahora...nosotros prometimos estar juntos sin importar que...¿No?...—Hablo suavemente el peli verde.

—Eso fue cuando yo te considere más que mi amante, eso fue antes de jugar con mis sentimientos y ver cómo aún después de decirme eso, ¡Estás con ella!—Reclamo el rubio aún llorando.

Las manos de Izuku trataron de ponerse en la pequeña mano del rubio, pero una más tosca lo aparto, era de Shoto.

—Todoroki...esto de verdad no te incumbe, solo tratas de aprovecharte de esta situación.—Hablo toscamente.

—Al menos yo no engañe a Katsuki con ilusiones que no cumpliría, tal parece que yo no soy el malo.—Hablo.

Se quedó con tantas ganas de matarlo, sinceramente, Izuku estaba demaciado molesto para pensar con claridad.

—¡Ya cállense! Y tú, Midoriya, se acabó, yo no quiero ser el otro, yo no pienso hacerme responsable de como engañaste a tu mujer conmigo, mientras ella te engaño con más de 10, y eso tu y yo lo sabemos, ¡Y ya me importa una mierda, si ella te vuelve a engañar, mejor vete a la mierda con ella!—Se aparto de ambos y fue en dirección a su casa.

—¡Por favor Katsuki! Yo...yo de verdad te amo, quiero estar solo contigo.—Fue Izuku a parar a su puerta, pero Shoto lo agarro para que eso no pasará.

—Deja de ser un jodido infiel que solo quiere algo de atención y sexo que su matrimonio no puede darlo, felicidades, conseguiste con Ochaco lo que yo no te podía dar.—Sonrio con cierta maldad.

Sabía que aunque ambos se amaran, el deseo que tener un bebé era mayor, muy mayor ante todo, y eso era algo que Katsuki no podía ofrecer a Izuku, no podía darle un niño.

Cerro la puerta e Izuku se fue del lugar sin siquiera verle la cara a Shoto, le rompería la cara por interponerse.

[ ... ]

La nieve es helada, pero, es hermosa, como cae poco a poco, para acumularse, incluso sentía que sus palmas podían llenarse si el lo quería así.

Sin embargo, ¿Que hacía Katsuki mirando a un punto vacío? Caminando, sin rumbo algunos al parecer, con un saco pesado.

No tenía idea, aunque el estuviera confundido, su cara no podía expresarse como tal, se sentía realmente perdido.

Al llegar a un río cercano, tiro el saco al mar, arrodillándose a la orilla de este, mirando como el rio se llevaba el saco a un lugar que ya no podía visualizar.

Entonces, pudo verse sus manos, las miro, y quedó más helado de lo que podía estar.

Estaba manchado de sangre.

Estaba cubierto con el líquido espeso de la sangre, que se estaba pegando con el frío de la nevada, a su ropa.

Lloro ante ello, no podía decir nada, no podía hacer nada.

Sin embargo, una pregunta invadió su mente, ¿Quien había sido? ¿A quien asesino...?

Su mente se nublo, queriendo recordar todo con más claridad.

Unas imágenes se presentaron en su cabeza.

[ ... ]

—¿A qué has venido está vez?—Menciono Katsuki.

—Vine a recuperarte, Katsuki...yo solo te amo a ti...—Agarro su mano con delicadeza y ternura.

En un momento, se quedaron callados, pero, está vez, Katsuki acaricio la mejilla de Izuku, con ternura y amor, hasta darle un beso sobre sus labios.

Izuku por fin triunfo en su conquista nuevamente en Katsuki, acepto el beso, manoseando su cuerpo de pasada.

Después de unos ratos, les faltaba el aire, se separaron, para poder respirar, a su vez, siendo conectados por un hilo de saliva.

Katsuki, coquetamente, agarro la mano de Izuku para irse a la habitación, este último sonriendo nerviosamente.

Dentro, se tocaron más, como si ambos no se hubieran tocado en años, extrañando el cuerpo del otro, deseándote cada vez más.

Izuku dejo a Katsuki en la cama, desnudandolo, mientras lamía y besaba cada parte de su cuerpo.

El rubio jadeo ante los toques.

[ ... ]

Izuku se sintió mareado, el calor aumento en su cuerpo, sin embargo, no se sentía ni remotamente excitado, algo estaba mal.

Este mismo, sintió como Katsuki besaba su pecho, acariciaba esto mismo, mientras se montaba encima de el con cierto atrevimiento.

—Dijiste...¿Que me amabas...no?—Menciono cortamente, llorando.

Izuku no podía siquiera decir algo, aún se sentía mareado.

—Me..amabas.—Fue lo último que menciono, hasta que agarro unas tijeras, y las estrelló en el pecho de Izuku.

No le dió tiempo a reaccionar, porque siguió por varios minutos estrellando las tijeras en el mismo lugar, pronunciando una y mil veces las palabras; "Te amo"

Después de terminar, después de más de 20 apuñaladas, dejó caer las tijeras, sus lágrimas por fin se secaron, mirando la cara perdida del hombre.

Suspiro en alivio, se lo tenía merecido.

Fue a su armario a vestirse, tomando ropas abrigadoras; la nieve estaba fuerte, de aquí hasta el bosque sería una ruta muy larga, pero no se quejaba.

No se molestó en cubrir sus huellas, de todas formas, se sentía muerto por dentro, solo agarro el cuerpo sin vida del peli verde, y lo metió en el saco.

Su próxima parada sería en los ríos del bosque.

𝐈𝐍𝐅𝐈𝐃𝐄𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora