𝐂apitulo 𝐃ieciséis.

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Izuku estaba en su hogar, mirando algunos papeles que organizaba para su agencia de héroes.

Estaba normal, incluso escuchaba algo de música mientras que hacía su trabajo.

De la nada, unos brazos enredaron su cadera, sonrió pensando que se trataba de Katsuki.

Volteo a ver a la persona que el pensaba que era, en un abrir y cerrar de ojos, la pequeña sonrisita en sus labios había desaparecido.

Era su esposa.

—¿Pasa algo Ochaco?—Pregunto volteando su cabeza y prestando más atención a su trabajo.

—No seas molesto, idiota, hablé con All Migth hace un rato, nos invita al baile de primavera está noche.—Paso sus manos más sobre sus músculos formados, pero rápidamente fueron capturados por las manos del hombre, quien se mostraba disgustado por el toque.

—Por favor, limitate a tocarme...—Dijo sumamente.

Ochaco rio, era muy patético no hacer algo que sabe que muy al fondo de Izuku, lo disfrutaba.

Aunque el dijera una y mil veces, que amaba a Katsuki, ella sabía que ella era la dueña de sus pensamientos.

Oh bueno, Toga lo pensaba, después de todo Ochaco siempre le decía lo mucho que lo amaba, y la aburría, no encontraba ya lo atractivo a ese pedazo de inútil.

—Izuku...¿Porque diablos me tratas tan mal? ¿Porque ahora te vuelves así de insensible a mi?—Hablo falsamente como si ella fuera la víctima en todo.

—¿De verdad estás hablando encerio? Yo solo hago lo que tú me hacías a mi.

—Izuku...¡Yo sé que tú me estás engañando con la maldita perra de Katsuki! ¡Es más, estoy segura que el te debe de haber engañado con más hombre vendiendo su jodido culo!

Fue la gota que derramó el vaso, Izuku estaba notablemente molesto.

—No tienes ningún derecho a reclamarme eso, estoy muy seguro, que entre los dos, ya sabemos quién me fue infiel primero.

Ochaco quedó sorprendida ante la respuesta de hombre, notablemente estaba frustrada, por no hundirlo como ella quería, pero aún quedaba algo bajo su manga.

—¡Si tú esposa! ¡El es un jodido hombre de mierda que solo se acuesta con un hombre casado!—Grito desesperadamente.

—No puedo más, Ochaco, te soporte solo porque te tenía cariño hace muchos años, pero ya no más, te dejo, te pido el divorcio.—Hablo firmemente yéndose a la habitación para sacar una maleta y llenar sus pertenencias ahí.

Ochaco no se quedó con los brazos cruzados.

—¿Me estás dejando? ¡Te recuerdo que puedo quitarte todo, no tienes más la agencia que de seguro nadie te va a apoyar, la casa te la quítare, tu dinero será mío, absolutamente te voy a dejar en la calle, Izuku, te dejare hasta sin tu título de héroe, no tienes pruebas de nada y a mi favor tengo tu infidelidad!

—¿Y eso que? ¡Quédate con todo si quieres! Pero no pienso aguantarte ni un minuto ni año más, no.—Cuando termino, se alejo, pero siguió siendo seguido por su aún esposa, quien se mostraba aún más frustrada y con ganas de llorar.

Justo como Ochaco tenía en mente.

—¡Me estresa que me quieras dejar por un hombre...cuando espero a un hijo tuyo!—Finalmente, las lágrimas se presentaron en cuanto Izuku estuvo a unos pasos de abrir la puerta.

Este mismo se quedó helado a lo último, ¿Que había dicho?

—¿Acaso no vez lo mal que me siento?...¿Acaso no vez como yo ando enferma, comiendo mucho y vomitando?...¿Tanto estabas escapandote de mi...sin ver qué estaba cargando en mi vientre a tu hijo...?—Agarro su vientre con cierta pena.

Izuku aún no podía creer lo que Ochaco estaba diciendo, ¿De verdad tendría un hijo?

—Te perdono haberte acostado con Katsuki muchas veces, olvidemos de nuestros ratos con nuestros antiguos amantes...los matrimonios a veces son sofocantes...¿No? Bueno, nos divertimos...pero ahora...lo podemos dejar, perdonarnos, y ser felices...con nuestro hijo...—Se acerco a Izuku, y lo abrazo, sonriendo triunfante por como el hombre, la abrazaba igualmente.

Esta noticia afecto emocionalmente a Izuku, estaba confundido, pero recordó la noche que supuestamente la paso con su esposa, y no podía saber si usaron la protección, pero...

Hace mucho el quería una familia, con ella, pero aún pensaba en Katsuki, también lo quería.

Ochaco le daba la oportunidad de no pedir el divorcio, de olvidarse de los años de dolor, adulterio, infidelidad, y todo, para comenzar de nuevo y está vez, criar a su hijo.

Las lágrimas de Izuku no tardaron en aparecer, si quería un nuevo futuro, criando a su hijo, debia a dejar a Katsuki, sino, entonces Ochaco podria hacerle daño, ella demandaría por el bebé o algo peor.

[ ... ]

—¡Te tengo noticias, Ochaco-Chan!~—Hablo la dulce Toga, volviendo a ser la misma, mientras miraba como Ochaco se levantaba de la cama, cansada y con los ojos hinchados, costumbre.

—¿Que...?

—Tendras lo que tanto deseaste, pasarás tiempo con Izuku, ya tienes 5 meses y me ha Sido complicado tener tu panza, y se que tú esposito querrá escuchar al bebé, así que estarás con el.—Al decir todo eso, Ochaco se sintió feliz incluso sonrió después de tantos años sin su marido.

Ella sentía que volvería a brillar, que podría hasta ver la forma de escapar.

—Pero...yo estaré como tú cuidadora, tendré otro aspecto, en caso de que quieras verme la cara...ese bebé perderá.—Sonrio sombriamente.

Por una parte, ella estaba mal, al no tener salida, pero...al menos estaría con su esposo, ¿No?

[ ... ]

Esa noche, volvió a sentir el aroma de Izuku, el dulce aroma que muchos años no tenía presente, se acostó a su lado, viendolo dormir profundamente, quería llorar.

Amaba su sonrisa, su personalidad, su forma de dormir, se miraba como un ángel caído del cielo, y su ángel, volvió a ella, como siempre había deseado.

Se acercó más a él, se sentía más cálida a su lado, se sentía mejor, lloro un poco ante tanto daño que pudo causar Toga.

Estaba decidida a encontrar una forma para que estuviera con su esposo, y ahora, tuvieran a su hijo.

𝐈𝐍𝐅𝐈𝐃𝐄𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora