❝The Stripper❞ 『•MinSung•』

16: ❝Reencuentro.❞

Después de una hora y media, llegué a mi destino. En ese preciso momento, me encontraba frente a la casa de YeSeul, observando el entorno en el que había vivido durante mucho tiempo, pero que ahora se veía extraño.

No era una casa grande, pero tampoco pequeña. Debo decir que era una bonita casa de clase media, pintada en tonos marfil. Estaba un poco deteriorada, pero nada que una renovación no pudiera arreglar. Pensar que esta casa podría ser embargada en cualquier momento me llenaba de enfado.

Cerré los ojos y respiré profundamente. Eso no era mi mayor problema. Ver nuevamente a YeSeul era una tarea más difícil. Caminé lentamente por el porche de la casa, mirando a través de la ventana en busca de AhYeon, pero no había señales de ella. Lo más probable era que la pequeña estuviera durmiendo, ya que era demasiado temprano. Tenía miedo de entrar, ya no era mi casa, incluso si yo la sustentaba económicamente.

Han pasado dos años desde la última vez que las vi. Después de muchas discusiones con mi madre, decidí mantener mi distancia, lo cual me hizo bien. No sé si hubiera podido soportar ser juzgado por ella durante más tiempo. Pero aquí estaba, con las manos sudando y sintiendo cierto nerviosismo y ansiedad que me atormentaban. Ya no era el antiguo JiSung, pero aún tenía miedo de escuchar todas sus palabras nuevamente, esas palabras que vienen a mi mente.

Podría odiarla si no supiera todo lo que ella había hecho para mantenernos a mi hermana y a mí.

Todavía puedes irte, JiSung. Grita mi subconsciente, pero no voy a obedecer. Tengo que enfrentar esta situación tarde o temprano. En estos dos años, me he convertido en un hombre maduro, capaz de lidiar con los problemas que la vida nos presenta. Yo haré mi papel de hijo y ella tendrá que hacer su papel de madre.

Me paré frente a la puerta y di tres golpes suaves, los cuales fueron rápidamente escuchados, ya que la puerta se abrió en cuestión de minutos. Para mi alivio, fue mi hermana quien abrió la puerta.

La pequeña me miró de forma estática, como si hubiera visto un fantasma, pero pronto una amplia sonrisa apareció en su rostro.

—¡JiSung! — prácticamente saltó a mis brazos, abrazándome fuertemente.

Cuando sentí sus pequeños brazos rodeándome, sentí ganas de llorar. Terminé limpiando las lágrimas que habían caído por mis mejillas. Ella estaba diferente desde la última vez que la vi, su cabello estaba más largo y era más alta, tanto que ya había pasado de mi cintura. Y seguramente ya hablaba perfectamente bien.

—¡No puedo creer que hayas regresado! Te extrañé mucho — su tono de voz sonaba feliz y emocionado.

Yo solo lloraba, lloraba por lo mucho que la había extrañado. Lloré al verla tan grande y diferente. Lloré por no haber presenciado todo eso.

—También te extrañé mucho, pequeña, un montón—ella me soltó y me miró sonriente—. ¿Dónde está YeSeul? — pregunté rápidamente.

—Mamá no está, salió hace un rato. ¡Pasa, Quokka! — sin ella en casa, me sentía mucho más relajado. Entré a ese lugar que solía ser mi hogar, notando que no había cambiado en absoluto, todo estaba exactamente igual que cuando me fui—. Pensé que nunca volvería a verte.

—Te prometí que volvería, ¿recuerdas? He cumplido mi promesa — le sonreí a mi pequeña hermana, quien me jaló para que me sentara en el sofá.

—¿Te mudarás de nuevo con nosotras? Mamá ha colocado un montón de cosas en tu habitación, pero puedes quedarte en la mía.

—No, Yeon, solo he venido de visita. Ya tengo mi propia casa.

—Pensé que ibas a volver, Quo.

—No puedo, mi amor, pero mira, prometo visitarte más a menudo, ¿vale? Además, te llevaré a conocer mi departamento. ¿Te parece?