❝The Stripper❞ 『•MinSung•』

45: ❝Irse, ¿sí o no?❞

Había llegado a la conclusión de que tenía una especie de atracción colosal hacia los problemas. Nada más podía explicar el hecho de que siempre estaba involucrado en uno. Cuando todo parecía estar bien, la vida se encargaba de lanzar una pizca de emoción, o más bien, de sembrar confusión en la calma de la marea.

Iba tarde, la hora fijada para el ensayo ya había terminado y yo ni siquiera me encontraba en el interior de un taxi yendo hacia el apartamento de MinHo. Desde hace horas había acordado que dormiríamos juntos. Joder, en esos momentos, solo necesitaba estar en los brazos de mi hombre.

—¿Qué es lo que crees que estás haciendo? — preguntó Eric de forma rápida, tomando mi brazo y deteniendo mi avance.

—Déjame ir — respondí.

—¡Joder, JiSung! No seas estúpido — fruncí el ceño en su dirección por su atrevimiento. Él rodó los ojos de forma fastidiosa y me empujó de nuevo a un rincón más remoto y oscuro—. ¿Puedes parar y pensar?

—¡Estoy pensando claramente! — exclamé enojado.

—No, no lo haces. ¿Crees que te haría daño?

Me detuve por unos instantes, mirándolo a los ojos, y a pesar de su evidente malicia y su manera de ser, Eric no era una mala persona. Lo conocía muy bien, y sabía todas sus peculiaridades y sus formas.

Suspiré profundamente, dejando que mis hombros se relajaran.

—¿Puedes entender que no quiero problemas?

—No tendrás problemas si haces lo que te pido. Nadie sabrá absolutamente nada.

—Ya he mentido demasiado, Eric. Además, ¿cómo sabré que estás diciendo la verdad?

—¿Y? Una mentira más o una mentira menos no harán la diferencia. ¡Mierda! ¿Por qué demonios mentiría? — exclamó retrocediendo mientras levantaba las manos.

Rodé los ojos y resoplé.

—Por supuesto que lo hace, no voy a bailar para ti. No le mentiré a MinHo nunca más.

—MinHo, MinHo, MinHo—dijo enojado—. ¿Por qué parece que el mundo gira en torno a él?

—¿Sabes qué? Sé perfectamente cómo resolver esto — se dirigió hacia mí con una mirada confusa.

—¿Qué harás? — me encogí de hombros y fui hacia la sala principal, en dirección a la oficina de Jay.

Escuché que el hombre me llamaba, pero ni siquiera le di importancia. Tenía que poner fin a todo esto.

Toqué varias veces la puerta de Jay, sintiendo cómo mi corazón se aceleraba. Estaba decidido en lo que iba a hacer, sin embargo, estaba lo suficientemente nervioso como para desmayarme en cualquier momento.

—¿Qué sucede? ¿Por qué esta desesperación? — preguntó Jay mirándome fijamente, con los ojos amplios y sorprendidos. Entré a su oficina rápidamente, parándome y dándole la espalda — ¿Peter? — me llamó.

Tomé un profundo respiro, sintiendo el aire entrar con dificultad en mis pulmones. Tomar la decisión que tomé y decírselo no era una tarea fácil. Iba en contra de todo lo que había ocurrido en los últimos años. Pero no había otra manera, la situación no podía seguir así.

—Necesito decirte algo muy importante — Jay se quedó en silencio por unos segundos, dándome la oportunidad de escucharlo respirar profundamente.

El hombre se aproximó lentamente, en pasos visiblemente calculados.

—Primero cálmate, Peter, pareces nervioso — dijo con toda la calma, pero simplemente retrocedí. No quería estar calmado, no quería ceder.

—No necesito calmarme, ¡estoy bien! Solo necesito hablar.