41: ❝Mentir, ¿sí o no?❞

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Han JiSung

Cerré los ojos sintiendo los atrevidos labios de MinHo deslizarse por mi cuello, para después sentir sus dientes clavarse lentamente en mi piel. Dejé escapar una profunda bocanada de aire, apretando mis piernas para no empeorar nuestra situación. Pero él estaba a mil, estaba ahora encima de mí, besando mi boca como si el mundo se fuera a acabar, su mano derecha bajó a mi muslo, flexionándolo para estar entre mis piernas.

Era demasiado temprano, alrededor de las 6:33 A.M para ser precisos. Nos levantamos y decidimos no ir a trabajar. Anoche, después del picnic, MinHo decidió llevarnos a jugar a los bolos. Estaba decidido a hacer que el día de AhYeon fuera maravilloso. Y realmente lo fue, nos divertimos mucho jugando, y, por supuesto, fui el campeón entre ellos.

AhYeon se quedó un poco enojada, y MinHo nos dio la idea de que fuéramos a comer un buen sándwich, haciendo instantáneamente feliz a mi hermana. Hablamos y bromeamos durante un par de horas más hasta que regresamos a mi apartamento. Con mi manera dulce, pude convencerlo para que nos quedáramos a dormir allí.

AhYeon se quedó en la habitación de SeungMin, diciendo que la cama de mi amigo era más cómoda. MinHo, obviamente, durmió conmigo y se comportó bien después de amenazarlo tres veces. La huelga de sexo estaba volviendo completamente loco a mi novio, y a mí también.

—MinHo... — ni siquiera me estaba escuchando, chupó el lóbulo de mi oreja haciéndome jadear.

Sus manos se movían arriba y abajo, arañando ligeramente, causándome una deliciosa excitación. Llevé mis manos a su cabello, tirando de su rostro hacia el mío. Él capturó mis labios en unos pocos segundos, chupando de ellos. Estábamos tocándonos frenéticamente en el sofá de mi apartamento. Ese no era el plan inicial, dijo que solo quería algunas caricias y ahora mira dónde estamos.

—Alguien podría vernos, AhYeon podría despertarse — susurré cuando sus besos bajaron a mi pecho.

—Solo tienes que estar en silencio, bebé — susurró MinHo deslizando su lengua en mi piel.

Su aliento pesado y caliente contra mi piel me hizo querer renunciar a la maldita huelga que impuse.

—La huel...

—Olvida la huelga, ¿de acuerdo?

MinHo se sentó en el sofá, tirando de mi cuerpo con cierta fuerza hacia él para que me sentara a horcajadas sobre su regazo. Sus manos se posaron en mis muslos, apretando con fuerza. Suspiré y llevé mis manos a su cuello, entrelazando los dedos entre los mechones de su cabello. Él me miró y sonrió.

Negué con la cabeza y lo besé.

Al principio, el beso fue simplemente un roce de labios, MinHo deslizó la punta de su lengua por mi labio inferior muy lentamente, indicando lo que quería y lo permití. Sentía su lengua serpenteando sobre la mía. Suspiré con el contacto, y chupó con necesidad. Sentí sus manos hábiles deslizarse dentro de mi camiseta, sus dedos recorriendo mi espalda.

Cerré los ojos cuando separó nuestras bocas y recorrió con besos mi cuello, deteniéndose en el punto de mi pulso, donde chupó. Joder, eso dejaría una marca. Clavé las uñas en sus hombros, instándolo a continuar. Con rapidez, llevó las manos al botón de mis pantalones cortos, desabrochándolos tan rápido que ni siquiera me di cuenta hasta que comenzó a bajarlos.

Nuestras respiraciones eran pesadas e irregulares, me recliné hacia atrás, sintiendo besos desesperados en mi pecho, incluso sobre la delgada camiseta. MinHo deslizó su lengua justo encima de mi pezón, mientras ejercía presión en mi entrepierna sobre la gruesa tela de mis pantalones cortos de mezclilla.

Dios, necesito más. Exclamé en mis pensamientos.

Apreté los dedos en su cabello, dándole señales claras de que me rendía, porque el maldito hombre soltó una risa cínica acompañada de una mirada traviesa.

❝The Stripper❞ 『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora