31: ❝Confrontación.❞

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JiSung Peter.

No...

No es posible.

Me quedé paralizado, observando al hombre alejarse hasta que desapareció de mi vista. Cerré los ojos y apreté fuertemente las manos en el volante. La furia me invadió repentinamente, un estallido de odio calentó cada célula de mi cuerpo. Dios, esto solo podía ser efecto del alcohol, no había otra explicación. Miré a ambos lados de la calle, que estaba vacía y oscura, así que salí del vehículo.

JiSung tendría que darme una buena explicación sobre esto.

Me dirigí hacia la puerta, caminando de un lado a otro tratando de convencerme de lo estúpida que era la idea de ir allí y terminar con todo este acto. Miré a través de los barrotes de la puerta, pero no encontré rastro alguno de Peter. No podía hacer esto, no era impulsivo ni emocional. Pero en ese momento, mi cuerpo pedía respuestas inmediatas, aunque no podía ceder, no era yo. Al contrario, solía ser frío y extremadamente astuto.

Caminé rápidamente hacia el auto al otro lado de la calle. La puerta estaba completamente abierta, entré y la cerré con fuerza.

—¡Idiota!—grité golpeando el volante varias veces—. ¡Soy un completo imbécil!

La rabia que me consumía era tan intensa que podría matar a alguien en ese momento.

Cerré los ojos y respiré profundamente, dejando que el oxígeno llegara a mi cerebro antes de que estallara. Miré una vez más el edificio donde vivía JiSung, dejando la idea de desenmascararlo para más adelante.

Encendí el motor, arranqué el auto y me fui de allí hacia mi departamento. El cielo seguía nublado y amenazante, con rayos que lo atravesaban de vez en cuando. La noche no podía empeorar más.

Maldito stripper.

Salí del auto cerrando la puerta de un portazo y me dirigí hacia el ascensor del enorme edificio. Lo primero que hice al entrar a mi departamento fue servirme un vaso de whisky y bebérmelo de un trago, cerrando los ojos y sintiendo cómo me quemaba por dentro, dejando solo el dolor en mi interior.

—¿¡Cómo pudiste ser tan estúpido, MinHo!? ¡Ese hijo de puta te engañó todo este tiempo! ¡Y aún así fingía ser el chico bueno! — caminé hacia el salón de mi departamento y me recosté en uno de los sofás.

Todo empezaba a tener sentido ahora. Por eso Peter nunca se quitó la máscara ante mí, esos ojos tan familiares, los cuerpos tan jodidamente perfectos, las reacciones tan similares. Dios, ¿qué tipo de hechizo me había lanzado ese tipo? Justo a mí.

JiSung me había mentido todo este tiempo, no debería haberlo hecho, no debería.

Él no sabía con quién se estaba metiendo. Si había algo que odiaba en mi vida era ser engañado. JiSung había jugado conmigo todo este tiempo, manipulándome como una marioneta en su juego.

Sacudí la cabeza, aún procesando toda la información que se estaba conectando en mi mente. Todos los momentos, todos los besos, todas las miradas. Absolutamente todo se estaba desenmascarando como una completa mentira.

—¿Qué? No estoy haciendo nada, MinHo.

—Me controlas con tus acciones. Pero no te emociones, soy el dueño de mi voluntad.

—Pruébalo, haz algo que desees — dijo provocándome.

Me lancé a besar su boca, pero la máscara que usaba obstaculizaba mi oportunidad, quería verlo. Levanté mi mano en dirección a su rostro para quitar la máscara y finalmente poder ver su cara, pero sus pequeñas manos aterrizaron rápidamente sobre las mías, evitando la acción.

❝The Stripper❞ 『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora