CAP 63. EL VISITANTE NO ES BUENO (PARTE IX)

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Tao Mo estaba atónito, no sabía por qué hizo esta pregunta, pero aun así respondió honestamente: "Viejo amigo."

"¿Un viejo amigo extraño, un viejo amigo familiar o un viejo amigo entre extraño y familiar?"

Tao Mo lo pensó seriamente y dijo: "Un viejo amigo entre extraño y familiar... ¿verdad?"

Gu She se dio la vuelta lentamente. Bajo la espesa sombra de los árboles, sus ojos eran terriblemente fríos.

"¿Por qué preguntas eso?", Preguntó Tao Mo con cautela.

Gu She dijo: "Tu preocupación por él no es como la de un viejo amigo común y corriente."

Tao Mo explicó rápidamente: "Creo que este caso es un poco extraño. Después de todo, nos conocimos y no quiero que muera de una manera desconocida". Cuando vio que Gu She todavía lo miraba fijamente, pensando que no lo creía, agregó: "Además, sólo puedo pensar en ello de esta manera, pero no puedo ayudar en nada". Él es consciente de sí mismo y sabe que incluso si se convierte en el magistrado del condado de Tanyang, lo único que puede gestionar es el pequeño caso del sésamo y el frijol en el condado de Tanyang. Nunca le tocaría intervenir en los casos de los condados vecinos.

El corazón de Gu She se movió levemente.

Parecía darlo por sentado e imponer su propio estado de ánimo a la otra persona. En su corazón, solo había un puñado de personas que podían preocuparse tanto por él, pero para Tao Mo, no podía contarlas incluso si tuviera que arrancarse todo el cabello. Se sintió vagamente infeliz, pero también vagamente aliviado. No pudo decir por un momento qué tipo de sentimiento rondaba en su corazón, lo que lo mantenía despierto por la noche. Inconscientemente contuvo la respiración y escuchó el movimiento a través de la pared. Incluso cuando Tao Mo salió, lo siguió sin si quiera dudarlo.

"Es muy tarde, ¿No puedes dormir?", Preguntó Tao Mo.

"¿Tú tampoco?"

Gu She bajó la cabeza y miró al joven que estaba a solo un paso de distancia pero bañado por la luz de la luna y pálido como la nieve. "¿Estás pensando en el caso?"

"Pensando mucho" Tao Mo abrió la boca y quiso suspirar, pero ¿Cómo podría suspirar para eliminar toda la depresión y la tristeza acumuladas en su pecho de una sola vez?

Gu She dijo: "¿Quieres resolver este caso?"

"Creo, pero me temo que no será fácil" Tao Mo sacudió la cabeza y sonrió amargamente, "A menudo digo que quiero ser un buen funcionario, uno que pide órdenes para la gente, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Los funcionarios en el mundo son como carpas cruzando el río. Muchos de ellos son personas talentosas que han leído mucha poesía y libros, pero aún son cautelosos en su trabajo. Yo solo conozco algunos caracteres chinos, entonces, ¿Cómo puedo ser virtuoso? Después de todo, no puedo lograr grandes cosas con sólo mi pasión". Después de terminar de hablar, sintió que sus hombros se aligeraban. ¡Solo hasta que llegó al condado de Tanyang y se convirtió en magistrado del condado se dio cuenta de lo ingenuos que eran sus pensamientos anteriores! Pero no podía decirle estas palabras a Lao Tao ni a Hao Guozi, porque él era su esperanza y su apoyo. Si retrocedía, estarían aún más perdidos. Así que sólo podía soportarlo en secreto, e incluso si tenía esas emociones dentro de su corazón, no se atrevería a expresarlas, se concentraría en reprimirlas inmediatamente en cuanto vuelvan a surgir.

Ser un buen funcionario ya no es en la mayoría de los casos su ideal, sino su motivación y su carga. Aunque ya ha tomado una decisión, el futuro es complicado y al final no podrá hacer lo que realmente quería lograr.

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