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CAP 7. EL NUEVO FUNCIONARIO ASUME EL CARGO (PARTE VII)

El corazón que acababa de calmarse de repente volvió a tener problemas para controlarse.

Tao Mo lo miró fijamente, al ver que la distancia se acercaba cada vez más, no pudo evitar gritar: "¡Maestro Gu!"​

Gu She pareció haber notado a alguien a su lado y giro la cabeza con pereza.

Al ser arrastrado por esa mirada frio, Tao Mo se agitó y soltó: "¿Ya no quieres comer?"

"¿De que estas hablando?" Gu Xiaojia (1) quien había estado observando a Tao Mo desde que salió de la residencia no pudo evitar saltar del carruaje y mirarlo.

Tao Mo quedó atónito por un momento, y luego se dio cuenta de que sus palabras parecían estar provocando a Gu She por haber asistido al banquete: "Eso no es lo que quise decir."

"Idiota" Gu Xiaojia abrió la puerta del auto, "Señor, volvamos."

Gu She estaba a punto de subir al auto cuando escuchó a Tao Mo llamar nuevamente: "Sr. Gu."

Gu Xiaojia lo miró fijamente: "¿Cómo se llama este fantasma?"

Tao Mo se quedo sin palabras cuando se le pregunto. Solo quería ver a Gu She un poco mas y no quería que se fuera tan temprano, pero en realidad no tenía ninguna excusa.

Gu She finalmente se dio vuelta y lo miro, "¿Quieres pedirme ayuda?"

Tao Mo estaba atónito, sin saber por que dijo eso, pero dio en el blanco, así que dijo: "Sí, si tengo algo que pedirte."

"¿Un pequeño favor o un gran favor?" Gu Xiaojia de repente detuvo el tema.

Gu She no se opuso.

A Tao Mo no se le ocurrió nada que hacer durante un tiempo, por lo que, sólo pudo decir: "Algunos son grandes y otros pequeños."

Gu Xiaojia frunció el ceño y dijo: "¿Por qué eres tan problemático?"

La mente de Tao Mo brillo con una luz maligna por alguna razón y respondió: "La gente tiene tres necesidades urgentes."

Gu Xiaojia fue derrotado.

Gu She dijo: "Ven y espera afuera de mi casa mañana."

Tao Mo no pensó que sus palabras y acciones fueran arrogantes, y felizmente los vio subir al auto y alejarse.

El portador del sedán del gobierno del condado noto que Tao Mo había salido de la puerta, así que fue a saludarlo y llevarlo de regreso a la casa.

En el camino de regreso a la oficina del condado, Tao Mo siguió pensando en cómo mencionarle este asunto a Lao Tao. Al pensar en su reacción sintió un frio invadir su corazón. Pero al pensar en volver a ver a Gu She al día siguiente, su corazón volvió a sentirse cálido.

Tan fresco y cálido, continuo de esa manera hasta que estuvo devuelta en la oficina del gobierno de Tanyang.

Hao Guozi de repente salió corriendo y casi chocó con él. Parecía muy emocionado y dijo: "Maestro, esto es terrible. ¡Alguien ha presentado un oficio!"

"¿Presentar un oficio?"

Tao Mo estaba aturdido, después de un rato regreso en sí y tartamudeo:  "Entonces, ¿Qué debemos hacer?"

Hao Guozi dijo: "Yo tampoco lo sé. Maestro, ¿Por qué no le pregunta a Lao Tao?"

Tao Mo no se atrevió a descuidar la situación y rápidamente entro al salón interior.