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CAP 102. EL HOMBRE DETRÁS DE ESCENA (PARTE III)

Al verlos a los dos sumidos en sus pensamientos, Shi Qianshan dijo casualmente: Aunque soy nuevo en Guibao, he escuchado muchas noticias sobre el Sr. Tao. Una de ellas es muy interesante, sobre un prefecto...

Tao Mo miró sorprendido.

Lao Tao lo miró con cautela.

Shi Qianshan dijo con una sonrisa: Es sólo un rumor, no puede ser verdad, ¿Verdad? Su rostro es muy redondo, y cuando sonríe, sus pómulos se empujan hacia arriba, haciendo que sus pómulos sean más prominentes, redondos y brillantes, indescriptible divertido.

Lao Tao dijo: Me pregunto qué noticias escuchaste.

Shi Qianshan dijo: Escuché que el prefecto de Qincheng invitó al Sr. Tao a sentarse en la Corte del prefecto hace un tiempo. Me pregunto si este es el caso.

Lao Tao exhaló un suspiro de alivio en secreto y dijo: El prefecto de Qincheng es el jefe inmediato de mi Joven Maestro. Es normal que vaya a la oficina del prefecto para sentarse.

Shi Qianshan se rió y dijo con una sonrisa: Así es. Parece que estaba demasiado preocupado. Escuché lo que decía la gente sobre estar encarcelado en una celda y pensé que el Maestro Tao estaba en desacuerdo con el prefecto. Ahora que lo pienso debo haber escuchado mal. Además, por favor perdóneme, Maestro Tao.

Tao Mo no era bueno mintiendo, por lo que solo pudo bajar la cabeza y no decir nada.

Shi Qianshan dijo: Pero de esta manera, el Sr. Tao nunca debería haber ofendido a nadie, y nadie querría dañar al Señor. En este caso, mi especulación anterior no es válida. Parece que nadie quiere hacernos daño a ambos, pero hay alguien quiere hacerme daño.

Lao Tao, la gran serpiente, se enrolló y dijo apresuradamente: ¿Entonces sabes quién es?

Shi Qianshan se rascó la barbilla con sus dedos redondos y dijo: A diferencia del Sr. Tao, las personas a las que he ofendido en mi media vida sólo pueden describirse como innumerables. Sería difícil nombrar solo uno o dos de ellos.

Lao Tao dijo: ¿No dijiste antes que tu amigo es pariente del emperador de la capital?

Shi Qianshan dijo: De hecho.

Lao Tao dijo: Me pregunto qué pariente real será.

Shi Qianshan dijo: ¿De verdad quieres saberlo?

Lao Tao dijo: Así es. Sabía que Shi Qianshan dijo esto para abrirle el apetito y poder arrastrar a Tao Mo al agua. Pero como esa persona tenía su mente puesta en Tao Mo, no pudieron evitar separarse si quisieran. Es mejor conocerse a uno mismo y al enemigo que mantener al enemigo y a nosotros mismos en la oscuridad.

Shi Qianshan volvió a mirar a Tao Mo y dijo: ¿El Maestro Tao también quiere saber?

Tao Mo dijo: Primero resolveré el caso lo antes posible.

Shi Qianshan dijo: En ese caso, te lo diré. Esa persona es el noveno príncipe más favorecido por el actual emperador.

Al escuchar que era el príncipe, la expresión de Tao Mo cambió. El funcionario más importante con el que había tenido contacto en su vida era el prefecto. Para él, el príncipe no era diferente a la brillante luna en el cielo.

Lao Tao estaba bastante tranquilo. Cuando escuchó a Shi Qianshan hablar sobre la familia real, ya estaba preparado en su corazón.

Shi Qianshan dijo: Pero este asunto está dirigido principalmente a mí, así que ustedes dos no tienen que preocuparse.

Lao Tao dijo: Pero acabo de escucharte decir que este caso puede estar dirigido a ti y al Joven Maestro.

Shi Qianshan dijo: Originalmente pensé que el Sr. Tao había ofendido a alguien antes, así que eligió su territorio para incriminarme. Pero ahora parece que el Sr. Tao tiene mala suerte y ha sido implicado por mí.