Soy Harry Potter

Capítulo 25: Reconciliación

"¡Chicos!"

Harry se sorprendió cuando Neville lo abrazó con fuerza.

"¿Qué pasa, Neville?" Preguntó Harry, confundido.

Harry, Sirius, Remus y Ron acababan de llegar al Andén 9¾ (los Granger, Hermione y Ginny llegarían juntos más tarde) cuando Neville corrió hacia ellos y le dió a Harry un gran abrazo.

El chico soltó a Harry, demostrando tener lágrimas en los ojos y señaló a sus espaldas, dónde estaba su abuela, Augusta Longbottom, junto a dos adultos que se apoyaban en un bastón.

Se trataba de Frank y Alice Longbottom, padres de Neville. Y estaban en perfecto estado de salud.

"La abuela me dijo que enviaron una medicina rara para mis padres a St. Mungos, nadie sabía que era pero la suministraron a mis padres porque la enviaste tú y todos saben de la Alianza Potter-Longbottom, sabían que no harías nada para dañarlos." Explicó Neville a una velocidad de la que Hermione se sentiría celosa. "¡Gracias a ti ellos están bien!"

Sirius, Remus y Ron miraron a Harry, quién asintió debido a que sabían que estaba pensando.

"¿Qué medicina era esa, Harry?" Preguntó Neville.

"Lo siento, eso es secreto comercial de momento." Respondió Harry, sonriendo y guiñando un ojo.

"¡Heredero Potter!"

Todos vieron a Augusta Longbottom caminar hacia Harry, pero se sorprendieron cuando ella hizo una profunda reverencia en su dirección.

"Le agradezco por su generoso regalo, por darle a esta anciana la oportunidad de pasar tiempo con su familia de nuevo." Agradeció la mujer, con lágrimas en los ojos.

"No sé preocupe, sé que si los papeles estuvieran invertidos, y usted pudiera hacer algo por apoyar a mi familia, lo haría, hice lo que cualquiera haría por un amigo." Respondió Harry. "Me alegra que pudieran volver a reunirse."

"Nosotros también te agradecemos, Harry." Dijo Frank Longbottom.

"Muchas gracias por esto, Harry." Dijo Alice Longbottom.

"No fue nada, solamente era yo ayudando a viejos amigos de mis padres." Harry les sonrió. "Es un placer conocerlos, y sobre todo a mi madrina. Por cierto, lamento no haber ido a visitarlos."

"No te preocupes, Neville nos contó acerca de tus circunstancias, debió ser un verano difícil teniendo dos prometidas." Dijo Frank. "De por sí una sola novia es exigente."

"Je, no es nada para el gran Harry Potter, hay suficiente de mi para todas." Dijo Harry, con una sonrisa de suficiencia.

"Tan arrogante como siempre, ¿No es así, Harry?"

Al oír aquella voz fría y burlona, que arrastraba las palabras, los tres niños se giraron.

Draco estaba frente a ellos, sonriendo con naturalidad.

"Hey, Draco, ¿Qué tal el verano?" Preguntó Harry, saludandolo casualmente.

"Estuvo bien, aunque habría sido más interesante si hubieras ido a visitar o enviabas una invitación, las cosas a tu alrededor nunca son aburridas." Respondió Draco.

"Si, lamento eso, pero tuve un verano ocupado. De cualquier manera, es bueno verte de nuevo, Draco."

Ambos chicos estrecharon sus manos.

A su alrededor, los adultos miraban la interacción.

Podían sentir una gran presión proveniente de ambos, era como si estuvieran tratando de leer al otro.