Capítulo 4: Reuniendo a los Merodeadores

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"Tranquilo, Sirius, la casa no va a irse, ¿Sabes?" Dijo Harry, mientras ayudaba a Sirius a sentarse en una silla de ruedas.

"¡Pero quiero salir de aquí!" Se quejó Sirius, actuando tan infantilmente que Harry no sabía si estaba tratando con un adulto o un niño.

"¡Compórtate, sarnoso!" Gruñó una voz severa. "Es tu culpa estar en esta situación, ¡Así que más te vale controlarte!"

Sirius bajó la cabeza, desanimado por las palabras de su abuelo, Arcturus Black.

"Oye, tampoco es para que lo trates así, deberías ser más gentil." Reprendió Harry al mayor.

"¡Ese idiota se lo ganó por hacer algo tan estúpido como confrontar a Pettigrew sin ayuda!" Gruñó Arcturus.

"Si, pero eso ya pasó y no puede hacerse nada más, además, creo que Sirius ha tenido suficiente castigo pasando 8 años en Azkaban." Dijo Harry, saltando en defensa de su padrino.

Arcturus miró a Harry a los ojos, con la mirada más severa e intimidante que pudo lograr, mirada que Harry le regresó sin un solo atisbo de duda.

Sirius estaba sorprendido. Jamás había visto a nadie enfrentarse de esa manera a su abuelo, ni siquiera había visto que nadie pudiese luchar contra el temor que causaba su mirada impregnada de magia.

"Si terminaste de tratar de intimidarme, entonces deberías ayudarme a llevarlo a casa." Dijo Harry.

"... Bien."

Arcturus tomó la silla de Sirius y permitió que Harry tomara su brazo izquierdo, después un anillo negro con una obsidiana apareció en el dedo anular de su mano derecha y Arcturus le dijo al anillo:

"¡Black Manor!"

Entonces, el grupo desapareció.

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Al reaparecer, Harry vió que se encontraban en un lugar totalmente diferente al hospital.

Mientras que en el hospital predominaban los colores blancos y suaves, en Black Manor prevalecían los colores negro, verde oscuro y plateado.

"Ah, hogar, dulce hogar... " Murmuró Sirius con una sonrisa, para después poner una expresión de fastidio en su rostro. "Eso diría si hubiéramos aparecido en Potter Manor."

"Deja de quejarte, este también fue tu hogar." Dijo Arcturus.

"Si, y recuerdo que escapé." Respondió Sirius, mientras movía su silla hacia la cocina.

"No te preocupes, Sirius, las reparaciones de Potter Manor se están llevando a cabo, cuando esté lista podremos ir a vivir allí." Dijo Harry, caminando junto al hombre en silla de ruedas.

"Supongo que puedo esperar... " Sirius suspiró. Después, miró a su ahijado. "Aún no puedo creer que hicieras tanto por liberarme."

"No fue nada, solamente tomé mi puesto como Heredero Black e hice lo que debía, no hice nada especial." Dijo Harry, con un encogimiento de hombros.

"Pero, ¿Cómo sabías de mi? ¿Y por qué me ayudaste?" Preguntó Sirius. "Creí que cuando supieras de mi me odiarías."

"Tengo Memoria Eidética." Respondió Harry, que al ver la expresión confundida de Sirius comenzó a explicar. "Recuerdo todo lo que he vivido a la perfección desde que nací, así que recuerdo todo lo que pasó, por eso supe que no eras el Guardián del Secreto y que incluso me entregaste a Hagrid."

"Oh, eso es impresionante... " Murmuró Sirius. Entonces, sus ojos se ensancharon cuando algo en su mente hizo clic. "Osea que tú... "

"¿Recuerdo lo que pasó esa noche?" Harry dijo la pregunta que Sirius se negó a expresar. En su rostro había una pequeña sonrisa, en la cual solamente se expresaba una profunda tristeza. "Si... lo hago... "

Soy Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora