5: Falsos sentimientos.

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Pues un día de Picnic no suena mal.

Chuuya se despertó por la mañana y le sorprendió ver a Dazai sentado leyendo un libro al lado de la ventana, tenía unos lentes puestos y ya estaba vestido como si fuera a salir.

— Buenos días, mon amour.

Canturreo Dazai cerrando el libro para luego dirigirse a donde Chuuya y sentarse a su lado. El pelirrojo tenía los ojitos un poco cerrados por lo que espero a que se acostumbraran a la luminosidad de la ventana.

Osamu se asustó cuando Chuuya se paró rápidamente y corrió hacia el baño para expulsar nuevamente flores. Se dirigió hacia donde estaba y al verlo invado frente al retrete, solo acomodó el cabello del pelirrojo detrás de su oreja y besó su nuca.

— Solo respira.. todo va a ir bien.

"Respira" era una palabra difícil para Chuuya ya que apuradamente podía hacerlo.

— Quiero desayunar Dazai.. voy a bajar al restaurante.

— ¡Espera, tengo una sorpresa!

Dazai tomó las manos de Chuuya y se dirigió hacia su gran alcoba, donde había una manta con comida y adornos bonitos, si, eso era un picnic.

— ¿Y esto?

— Supuse que hoy te sentirías mal por lo de ayer, entonces armé esto para nosotros dos.

Chuuya sintió como algo latía dentro de él en la parte de su pecho. Solo soltó una pequeña risa y le dijo que iba a lavarse los dientes, enseguida regresaría.

 Solo soltó una pequeña risa y le dijo que iba a lavarse los dientes, enseguida regresaría

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— No entiendo por qué te vestiste así si nos quedaríamos en el hotel.

Chuuya comía fresas con crema mientras veía a Dazai comer y comer frambuesas con miel.

— Quiero verme guapo para ti.

— A mis ojos siempre lo eres, con tus trapos sucios o sin ellos.

Contestó Chuuya sin ninguna vergüenza, logrando avergonzar a Dazai, quien solo se cubrió el rostro con una mano y apartó la mirada, haciendo reír al más bajo.

— Hoy andas muy hablador, Chibi.

— Pues si, hoy me siento con ganas de decírtelo, no entiendo por qué no siento vergüenza.. quizá porque ya me voy a morir.

Esto último fue acompañado por una risa que a Dazai no le causó gracia, solo se quedó serio y volvió a mirar su plato con frambuesas. Después de pensar un rato sonrió y volvió a mirar al pelirrojo.

— A ver, dime a besos todo lo que sientes y no te calles nada..

Chuuya volteo de golpe y lo miro con los ojos abiertos. Tomó una fresa cubierta de azúcar derretida del centro de la canasta de frutas y se acercó a Dazai para ponérsela en los labios. El castaño estaba boca arriba sin estar completamente acostado mientras el pelirrojo estaba encima de él colocándole la fresa en sus labios.

Ayer por ti, hoy por mi ~ Soukoku HanahakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora