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"Quien te quiere te busca, eso lo aprendí de la policía"
Creo que.. tienen razón. Tal vez ese era el problema, enamorarme de alguien que solo me quería para matar sus ratos de soledad. Algo de mi me dice que no es cierto eso, el en realidad me quiere, me amo tanto y se fue para no hacerse daño psicológicamente, pero otra parte de mi no cree eso.
¿Por qué no me llamo para huir juntos? El nunca hizo la pregunta pero siempre iba a ser un si, otro si que se quedó al aire.
Siempre me gustó la exclusividad, eso lo sabía el, por eso siempre me dio un trato diferente que al resto. En ocasiones me decía que no lo quería y aunque no éramos pareja, me hacía quedarme con el horas, mimándolo y estando solo para el.
Ahora mi sentimiento se a intensificado, puedo ver que el intenta curarme aunque ya no es posible.. quiero pasar con el el tiempo que me quede de vida, ya sea mucho o poco.
"No siempre tienes que ser tú el que luche por alguien, deja que alguien también luche por ti, tú también lo mereces"
Odio que me traten con tanta delicadeza, pero si Dazai lo hace no me siento inútil, al contrario, me siento amado. Pensar que somos una familia y Atsushi, Gin y Ryu nuestros hijos, me hace sentir bien.. amado.
Se acercan fechas bonitas, navidad y año nuevo.. quiero que el esté en todas. Le doy gracias a Dios de que tengo mal carácter y no mal corazón.
Llegó un punto de mi vida donde sentí que estaba dejando de amarme por amarlo a él, creo que era verdad. Amo a Dazai con todas las letras de su nombre, con sus chistes de suicidio o sin ellos, para mí el es perfecto. Pero simplemente no entiendo por qué el no me ama de la misma manera.
No me enamoré de su cuerpo, me enamoré de sus ojos que en ellos estaba el hermoso reflejo de la luna que sin duda encanto la noche en la que me enamoré de él.
Si, en nuestra primera misión suicida, ahí me enamoré de él.
Sufrimos una emboscada de unos aliados de la organización a la cual debíamos erradicar, ahí mientras entre explosiones y balazos un auto logró volcarse, cubriéndonos de lo radiactivos que pudo habernos dañado.
Tomó una granada y le quitó el anillo para lanzar la parte explosiva, luego tomar mi mano y poner el agarre de la granada de mi dedo anular. Entre tanto ruido de las explosiones y gritos desgarradores, se escuchó como cantaba la parte de una canción.
"Take.. my.. Hand.. Take my hole.. life too.. but I, can't help.. falling in love.. with.. you."
Su voz sonaba tranquila entre todo el estruendo de las explosiones.. esa voz me calmó la adrenalina al instante. Después de eso ambos nos fuimos hacia la Mafia y durante semanas no pude sacarme ese momento de la cabeza.
Me perdí en su mirada, es que el color de sus ojos me encantaban; no eran ni azules, ni verdes. Eran color café, café que quita el sueño, café que producen desvelos.
Desde ese día, cada que escuchaba mis latidos, siempre hablaban de él.
Cada momento con fue mágico, me trataba diferente y cuando comenzamos a escaparnos por las noches para ir a bares era lo mejor. Recuerdo que cuando nos poníamos súper ebrios nos besábamos detrás de los establecimiento en los callejones más oscuros que hubieran.
No lo hubiera hecho si hubiera sabido que esos besos me matarían.
El iba creciendo y yo nunca crecí ni un solo centímetro más, eso aunque no lo admitiera me encantaba. Tenía un "novio" (Hipotéticamente hablando porque nunca lo fuimos), realmente alto, guapo y atractivo en todo sentido.
Para ser mi primer enamorado era algo bueno, supongo que no debía conformarme con menos. Nunca entendí porque en la Mafia criticaban tanto a Dazai, el era como un príncipe sacado de un cuento, bueno, hasta que me abandonó y pasó a ser la bruja malvada del cuento.
Durante los primeros meses que Dazai ya no estaba conmigo, solía acudir mucho al invernadero de la Mafia, ahí estaba la colección de flores que el me daba, supongo que era un lugar pacífico para mí, me daba nostalgia saber que todas las mañanas íbamos a ver las flores y olerlas.
"También mueren los lugares donde fuimos felices. Da nostalgia, pero se sigue; se continúa siempre vendrán otras personas, otros paisajes, otras vivencias. Nada es eterno, por lo que hay que atesorar los bellos momentos para hacerlo sobrevivir, como recuerdos llenos de emociones que produzcan una sonrisa en el rostro. Sólo así es que podemos hacer sobrevivir esos lugares."
