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Dazai corría hacia un edifico. ¿Cómo se les había ocurrido dejar a Odasaku solo en una misión?
•••
— Vete del lado de los que protegen.. si ambos lados son iguales, se alguien de bien. Salva a los débiles, protege a los huérfanos; yo sé que el bien y el mal no tienen mucho significado para ti, pero se que te hará un poco mejor...
— ¿C-Cómo lo sabes?
— Lo sé mejor que nadie, porque soy.. tu amigo.
Dazai dejó el cuerpo de Odasaku y se levantó. Se sentía.. ¿vacío? Ya se sentía así desde antes pero ese sentimiento se intensificó. Mientras los miembros de la Mafia limpiaban todo, el estaba afuera del edificio sentado en la puerta con la mirada fría.
Saco una pistola de su pantalón y cuando la observo, cruzo por su mente el querer suicidarse. Estaba a punto de apuntarse a la cabeza pero en eso se escuchó una voz.
— ¡Dazai! ¡Oye, Dazai!
Era la voz de Chuuya.
Rápidamente miró hacia arriba para ver al pelirrojo acercarse a paso rápido. Una vez que estuvo lo suficientemente cerca de Dazai, se agachó y tomó sus mejillas entre sus manos.
— ¿Estás bien? ¿te lastimaste?
Se veía preocupación en sus ojos. Y fue cuando por primera vez, Chuuya vio llorar a Dazai. Se rompió en sus brazos, se sentía miserable porque no pudo hacer nada.. ahora estaba avergonzado de estar llorando en los brazos de su amado.
Mientras iban camino a la Mafia en una camioneta conducida por Hirotsu, Chuuya estaba dormido en sus brazos y el solo pensaba. Pensaba en que pasaría si Chuuya muriera al igual que Odasaku.. ya no soportaría sentirse de nuevo así.
Sentía mucho por Chuuya, lo quería casi como a Odasaku.. no podía permitirse volver a sentir el dolor de una pérdida.
— Cielo, ya llegamos..
El pelirrojo se aferró más a Dazai en señal de que no quería despertarse, entonces lo cargo y se fueron a su habitación. Ambos ya en la habitación del castaño, estaban tomando un té en la cama de osamu.
— Te tengo que dejar ir.. (Y no es porque no te quiera)
— ¿Mmm?
Chuuya lo miró confundido, Dazai solo negó y le dijo que no era nada. Dazai no se creía capaz de superar a Odasaku nunca y ese pensamiento le atormentaba, pero hay que creemos capaces de todo, si no nunca vamos a lograr nada.
Pasaron unos minutos más conversando y a Chuuya le extrañaba que Dazai estuviera más pegajoso de lo normal. Mientras hablaba el estaba en su cuello besándolo y haciéndole cosquillas, quien pensaría que dos máquinas de matar fueran tan melosas.
Con el paso del tiempo, Chuuya comenzó a conciliar el sueño, era la hora.
"Eras mi bella estrella, mi hermosa luna, mi profunda noche.. lástima que ya está amaneciendo"
Dazai salió de la habitación y se dirigió hacia el estacionamiento de la Port Mafia. Miro detenidamente la moto de Chuuya.. el sabía que tenía un gran significado para el, pero si quería que lo odiara debía hacerlo.
Por un momento se cuestionó si ir por Chuuya y escapar juntos, pero tenía miedo del rechazo, entonces comenzó a poner la gasolina en la moto para luego encender un fósforo y lanzarlo, corriendo lejos de la Mafia a su paso.
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Chuuya despertó por la mañana, al no ver a Dazai a su lado no se preocupó, solía ir por las mañanas a patrullar el muelle.
— Ane-San, ¿A qué hora se fue Dazai?
— Cariño, no he visto a Dazai en todo el día, pregúntale a Hirotsu-san.
El pelirrojo solo maldecía a Dazai por no avisar cuando se fuera. Tomó su desayuno tranquilamente y luego fue a entrenar a Gin y Ryu como todas las mañanas. Una llamada llegó a su teléfono, era Ozaki.
— ¡Chuuya, ven a el estacionamiento rápido!
Por el tono de voz de la mujer se apresuró a correr hacia el lugar. Al llegar se quedó pasmado al ver su moto completamente destruida, Comenzó a entrar en pánico, llamó y llamó a Dazai y este no le respondía, por lo que solo cayó al suelo sin ninguna palabra.
De prono el comenzó a sentir como dolor en el pecho, volteó a ver a su hermana y ella solamente lo miró de una manera fría.
" Te lo dije, el abandona a todos, tú no eras la excepción"
— Cariño.. tú no decidiste que te hicieran daño, no decidiste que te engañaran, mucho menos que te dejaran, pero si decides que hacer con eso, el dolor no se transformará, solo se transmitirá.
Tenía razón, por su problema no quería que los demás se preocuparan por el.. debía guardárselo aunque fuera doloroso. Quería una respuesta, quería saber el por qué, pero no sabía dónde estaba.
Más tarde Kouyou hablaba con Mori en su oficina, ambos debatiendo sobre lo de Dazai, también estaba Verlaine pero a él no le podía importar menos.
— Lo peor era que se querían.. pero quizá eran muy jóvenes para saber amar. Mi niño está destrozado.. no quiere comer.
— Ane-San, si come o no no va a morir, es un experimento, no un humano.
Ozaki se levantó molesta y le apuntó con su katana diciéndole que retirara lo dicho. Ella veía a Chuuya como un humano más y no quería que lo despreciaran por no serlo.
Pasaron dos meses y mientras todos desayunaban pasó algo extraño. Chuuya seguía muy triste, no quería comer ni hacer nada, esto tenía preocupados a más de uno pero algo muy malo es contener nuestras emociones hasta el punto donde el corazón ya no aguanta más.
Chuuya salió corriendo de la mesa de la nada y al salir del salón cayó al suelo, y de su boca caían pétalos de flores. Kouyou, quien lo había seguido, se quedó pasmada observando lo que pasaba.
Comenzó a ser una rutina de todos los días, cosa que trataba de llegar a una conclusión pero era imposible.
Una mañana Gin y Higuchi habían presenciado como Chuuya vomitaba flores. Se escondieron al ver a Ozaki correr hacia el y ayudarlo a levantarse.
— Higuchi-San, ¿No crees que tiene una enfermedad parecida a las de ficción?
— ¿A qué te refieres?
— O sea, a la que sale en las historias que son muy tristes.. como era.. Hanahaki creo.
— Pues tiene un parecido..
Ambas se quedaron en silencio y después de un rato se miraron sorprendidas, ahora todo encajaba. Dazai lo dejó y desde ahí comenzó a sentirse mal. Reprimió sus sentimientos y después esto.. todo cuadraba.
— ¡Pero Chuuya-San no es un humano!
— No hay que ser humano para sentir, Higuchi.
¿No era suficiente que mi corazón dolieran por ti? Ahora también te vas a llevar mis pulmones..?