— ¿No era imposible que los experimentos se enfermaran?
Fukuzawa hablaba con Kunikida acerca de un informe que había traído uno de los espías infiltrados en la Port Mafia. Chuuya Nakahara, un ser que no era humano había enfermado desde hace un año atrás, ninguno le encontraba una respuesta a eso. En el momento en el cual el nombre del peli rojo comenzó a salir de la boca de Yukichi fue cuando Dazai comenzó a prestar atención.
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— En este informe dice que lo vieron escupir pétalos de flores.. ¿Flores? — Fukuzawa quería reírse de lo estúpido que se escuchaba eso.
— Ay por dios, creo que Chuuya ya no sabe qué más meterse para crecer. — Comentó Dazai soltando una risa que enseguida contagió a los demás.
Si, sonaba estúpido, ¿Qué clase de enfermedad te haría escupir pétalos de flores? Sería una enfermedad muy hermosa para ser cierta.
Por otro lado, los integrantes de la Port Mafia no sabían que hacer, por más que buscaban alguna cura no podían hacer nada. Ante tal desesperación que sentían decidieron llamar a la ADA, bueno, específicamente a la doctora Yosano, quizá ella podría ayudar en esto. Fue difícil dialogar con Fukuzawa acerca de esto pero llegaron a un acuerdo, acuerdo que consistía en que se verían en un lugar público y solamente iría el paciente con un acompañante.
Yosano Akiko llegó junto a Ranpo y Chuuya junto a Tachihara. Básicamente tuvieron una cita médica en un parque, Yosano no sabía que tenía ya que por más que pensaba en eso no le encontraba lógica.
— Si me están jugando una broma ya díganlo, es de mal gusto que me hagan perder mi tiempo. — Dijo Yosano levantándose dispuesta a irse.
En ese momento Kouyou apareció detrás de Yosano sin intenciones de atacarla, solo de explicarle el malestar que padecía Chuuya, este último había tenido que acudir a regañadientes ya que según él no pasaba nada. Como el pacto se rompió enseguida aparecieron miembros de la Agencia por si una persecución se armaba, los niños que jugaban en los columpios miraban la escena al igual que sus madres, todos confundidos.
Chuuya ya harto de estar ahí decidió alzar la mirada para encontrarse con la de Dazai.
Todos los presentes incluyendo a los niños y sus madres se quedaron sorprendidos por la escena que acababa de ocurrir. Chuuya comenzó a toser, pero no era una tos normal, era una tos ahogada y de su boca comenzaron a salir pétalos de flores. Dazai se quedó mirándolo de una manera extraña, no, no estaba sorprendido, estaba asustado.
— Que hermoso.. — Fue lo único que pudo soltar Kenji, eran sus flores favoritas, pétalos de Camelias.
Akutagawa se acercó rápidamente a su superior y lo ayudó a levantarse, Gin se veía preocupada y los demás miembros de la Agencia no tenían palabras.
