Me desperté sonriendo, anoche llegó tarde, pero en cuanto llegó nos acostamos a dormir. Bueno, no sin antes darnos un montón de besos.
Ayer lo sentí tan distante, pero después de la llamada todo se volvió diferente.
Cogí mi móvil y vi que tenía algunos mensajes de Silvia y Violeta. Aunque la primera me dejó mucho más sorprendida.
Valen, ¿sabes si ayer Gavi estaba en alguna discoteca?
Sii, ayer salió.
¿Por qué lo dices?
Necesito que veas esto.
Me envió un vídeo, el cual no tarde mucho en entrar a verlo. Pero antes, fui al cuarto de baño para no hacer mucho ruido.
Enseguida abrí los ojos como platos al ver a Pablo junto con una chica, está la tenía sujeto del cuello de la camiseta y desde ese ángulo parecía que se estaban besando.
Quería pensar que solo era el ángulo que hacía que pensara eso, pero ya estaban cerca y eso no podía cambiarlo.
Sentí una punzada en el pecho.
No sé porque me dolía, sabía lo que me esperaba si estaba liada con él.
Escuché su voz ronca y salí del cuarto de baño. Lo miré y este sonrió, yo ni me inmuté simplemente me senté en la cama y suspiré.
—¿Qué has hecho? —le pregunté suspirando.
—¿Qué dices Valen? —dijo confundido.
—Pablo... —suspiré mientras él seguía aún confuso.
Desbloqueé mi móvil y le enseñé el vídeo que me acababa de enviar Silvia. Él lo miró atentamente y negó con la cabeza.
—No la besé, eso es mentira —dijo y yo cerré los ojos, quería buscar calma. Pero no la encontré.
—¿Y ella a ti?
—No te estarás creyendo el vídeo Valen —dijo y yo me encogí de hombros—, Valentina no la besé, ¡no nos besamos!
—¿Y por qué en el vídeo se ve así?
—¡No lo sé! Lo habrán editado, o.... no sé, hay millones de cosas que pueden hacer que se piense otra cosa.
—No lo sé Pablo, esto parece real.
—Vamos Valen, no puedes creértelo, yo no haría eso.
—Antes de que me conocieras te tirabas a todo lo que se movía.
—¡Eso era antes de conocerte!
—Gavi...
—Valentina no es así.
—No me mientas, por favor...
—¡No te estoy mintiendo!
—¡Si lo haces! ¡Hay un puto vídeo que lo confirma!
—Venga ya Valentina, no puede ser verdad que te estes creyendo esa mierda.
—No me puedo creer que hayas venido después a mi casa, como si todo estuviera normal.
—Me fui de la fiesta porque yo no tenía nada que hacer allí si tú no estabas, yo quería estar contigo.
—Pero estabas con ella.
Lo siento, no podía debatirme una realidad que no era, el vídeo era la prueba.
—No te besó, pero si se acercó de esa manera a ti, o sino ¿cómo explicas eso?
—Si, se acercó a mí, pero no me besó.
Tragué en grueso, quise creerle, pero las mentiras que me habían dicho mis anteriores parejas. La de veces que me había traicionado...
—No te puedes poner así Valen, tampoco somos nada —soltó y ahí el mundo empezó a darme vueltas.
No podía decirme esto después de haber estado como habíamos estado.
—¿Qué? —dije echando humos—. ¿Estarás de coña?
—Valen, no quería decir eso...
—¡Pero lo has dicho! —enseguida me levanté de la cama y me tapé la cara con las manos. Sentía que iba empezar a llorar, no podía dejar que él me viera así, no podía estar mal delante de él.
—Valentina...
—Vete por favor —le pedí quitando mis manos de mi cara—, vete.
—Valentina sabes que no quería decirte eso, sabes lo importante que eres para mí...
—Lo has dicho, lo has dicho tú. Y si, tienes razón, no somos nada, podemos hacer lo que nos dé la gana.
—Valen...
—Valentina para ti, simplemente soy tu psicóloga, recuérdalo —hablé lo más dura que pude—, ahora vete, por favor.
Él quiso decirme algo, pero negué con la cabeza mientras salía de la habitación. Escuché sus pasos detrás de mí y abrí la puerta principal.
—Por favor —le ordené señalándole la puerta sin apenas mirarlo.
Se puso los zapatos y los pantalones, antes de salir me miró con cierta pena, yo no le sostuve la mirada, no podía mirarlo porque me iba a venir a abajo.
—Sabes que no quería decir eso —volvió a decir—, eres muy importante para mí Valen, de verdad he sentido cosas por ti...
—Pablo, por favor, ahora no me apetece hablar... te lo pido por favor —casi le rogué, necesitaba estar sola.
Se acercó y me dio un beso en la mejilla, cerré los ojos al sentir el tacto de sus labios en mi piel.
Después salió por la puerta y me apoyé en está dejándome caer lentamente mientras miraba el suelo.
Ni siquiera sabía porque estaba mal.
Si se había besado con ella no era mi problema, no éramos nada.
Pero ese sentimiento de dolor aún seguía ahí... porque me había enamorado de él.
Fue un error hacerlo, pero fue el error más bonito del mundo.
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ENTRE NOSOTROS | PABLO GAVI
Любовные романыValentina estaba estudiando la carrera que necesitaba cuando pasó la pérdida de sus padres. Una lesión que deja al sevillano una temporada entera sin jugar, haciendo que le dejara sin jugar y hacer lo que él más quería. Sus padres intentan encontr...