ENTRE NOSOTROS | PABLO GAVI

29 - Verdades.

Me desperté debido al ruido de la lluvia chocando con las ventanas. Pero sobre todo me desperté por el ruido de mi móvil, el cual, no había parado de sonar en toda la noche. Lo he puesto en no molestar, en modo avión, pero sigue insistiendo y a mí me han dado ganas de estampar el móvil al suelo.

—Cógeselo, a mí me daría intriga la excusa que tiene—Berta me dijo y yo me encogí de hombros.

—No quiero peleas, me duele la cabeza.

—Pues entonces dile que pare de llamarte, porque no ha parado en toda la noche.

Dejó de sonar y suspiré aliviada hasta que volvió a sonar.

—Es mejor que le contestes—Berta me dijo y yo asentí con la cabeza mientras cogía mi móvil.

—Me vas a explotar el móvil—dije al descolgar la llamada.

—No me has contestado, no me quedaba otra opción.

—Pablo ya te he dicho que puedes hacer lo que te dé la gana, total no te ha importado una mierda lo mal que me he sentido.

—Valen no seas así, sabes que me importa mucho lo que te pase y como estés.

—Si, se ha notado muchísimo durante la Eurocopa.

—¡No he tenido tiempo!

—Solo tienes tiempo para cuando sabes que las cosas están saliendo mal.

—Ana me dijo que me habías llamado...

—Ana se puede ir a tomar por culo.

—Valentina...

—Defiéndela todo lo que quieras, ahora es tu amiga sabiendo todo lo que me dijo y lo que piensa sobre mí.

—Valen ella no está bien y me rogó que la escuchara, me contó varias cosas y me dio mucha pena, no podía dejarla así, amor tenías que entenderme.

—Esto es flipante, Gavi no quiero hablar sabes, me duele muchísimo la cabeza.

—Y ahora te enfadas de la nada.

—¿De la nada? De hecho, si, Gavi me estoy enfadando de la nada, di que si—dije rodando los ojos mientras colgaba la llamada.

Enseguida sonó de nuevo mi móvil y me tapé la cara con las manos.

¿Acaso era tan difícil de entender?  ¿Qué coño le había pasado al Pablo que yo conocía? No me podía creer que hubiera olvidado ese día de la noche a la mañana.

Flashback

—Entonces me mentiste—le dije suspirando y él se encogió de hombros.

—Lo siento.

—No pasa nada Pablo, tus razones tendrías—dije mientras él me cogía las dos manos.

—Lo hice porque no quería que te enfadaras aún más conmigo.

—Ya...bueno.

—Le he dicho que estoy saliendo contigo y que contigo soy feliz.

—Que bonico que eres Pablo—dije mientras cogía su cara con mis manos.

—Sé que se va a acercar—dijo él mientras miraba hacia ese lado.

—Que lo haga, no sabes lo poco que me importa—dije y él se rio.

—De hecho, si, viene ya—me di la vuelta hacia ella sonriendo, en cambio ella echaba fuego y estaba borracha ya.

—Vete de aquí Ana, estás borracha.

—Que asco me das enserio—me dijo en la cara sin apenas mantenerse en pie.

—Qué pena que sientas eso sin apenas conocerme.

—Eres una guarra, no sabes lo mal que te va a ir metiéndote con la gente que tiene pareja.

—Bueno, pero es que Pablo su pareja lo soy yo.

—Ana no amenaces...

—Ha empezado ella, yo solo espero que sepas que no voy a descansar hasta que tú y Pablo terminéis, porque él es mío.

—Estas muy mal—Pablo negó con la cabeza y yo simplemente frunció el ceño.

—No entiendo cómo me has cambiado a mí, por ella, enserio, es horrible y apenas tiene...

—Cállate Ana, por favor.

—No te da vergüenza salir con ella, ¿de verdad?—Ana empezó a decir un montón de cosas más mientras yo simplemente me quedaba callada.

Al poco tiempo Mario se la llevó, pero los comentarios se quedaron allí. De camino a casa Pablo me miró y puso su mano en mi muslo.

—No le hagas caso.

—Igual tiene razón...

—Valen, estaba borracha.

—La gente así dice muchas verdades.

—Ella nunca dice la verdad.

Miré por la ventanilla y me cogió del mentón.

—Eres perfecta amor, no le hagas por favor. Solo tú y yo sabemos lo que tenemos y por qué.

Sonreí y asentí con la cabeza, pero estuve una semana sin poder pensar con claridad sin que se me vinieran todas esas cosas a la cabeza.

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