19 - Sorpresa

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Me desperté en cuanto sentí sus labios en mi rostro. Sonreí mientras abría un poco los ojos.

—Buenos diias —le escuché decir—. Sigues durmiendo —asentí con la cabeza y ella se rio—, pues entonces me voy para dejar que sigas... —cogí su mano y la atraje a mí hasta tenerla tumbada encima de mí.

Coloqué mis manos en su culo mientras enterraba mi cara en su cuello para poder deleitarme con su aroma.

A todo esto, ¿cómo había entrado en casa?

Le di varios besos en el cuello con mis labios mojados.

—Pablo no me tientes —me dijo y yo sonreí en su cuello.

Recorrí con mi lengua todo su cuello hasta la coronilla y besarla con intensidad. Mientras me perdía en sus labios, se separó rápidamente y se levantó corriendo hasta irse al baño.

Me quedé con el ceño fruncido y me reí, será porque me acabo de despertar y necesito asearme.

Lo necesitas Pablo.

Tú cállate.

Escuché como vomitaba y me levanté, esto ya era preocupante.

Me levanté de la cama y fui hasta el baño, toqué la puerta pero entré directamente, mi chica necesitaba de mi ayuda.

—Valen, ¿estas bien?

Me respondió vomitando aún más, así que cogí su pelo y miré si en el lavabo había alguna goma suya, que efectivamente había así que agarre su pelo con ella y cogí algo de papel.

—Toma amor —le tendí un trozo de papel y se limpió la boca con eso—. Sé que no me he cepillado los dientes, pero no era para que te pusieras así.

Ella solo ladeó una sonrisa y le tendí la mano para levantarla. Cogí con mis manos su cara y la inspeccioné.

—¿Todo bien?

—Si, no sé, llevo días mala.

—Pues vamos al hospital, espera que me cambio y vamos.

—¿Cómo vamos a ir al hospital? No es nada grave tonto, estoy bien.

—Si llevas ya días es para que te preocupes eh, si vomitas otra vez llamo a un médico.

—No voy a vomitar, tranquilo.

Me besó para dejarme un poco más tranquilo y me sonrió.

—Anda, sigamos en lo que estábamos que te tengo unas ganas.

—Si estás enferma no puedes follar —ella enarcó una ceja y yo me encogí de hombros.

—¿Y a ti cuando te ha importado eso?

—Nunca, pero bueno, era para picarte un poco —la cogí en brazos y caminamos hasta mi cama, dispuestos a demostrar todo el amor que nos teníamos.

- - -

—Te tengo una sorpresa —le dejé caer.

—¿Sorpresa? ¿Para mí? ¿Que es? —empezó con su emoción.

—¿Debería dártela? Es que has estado tiempo sin venir a verme, o sin coger mis llamadas, tengo que pensarme...

ENTRE NOSOTROS | PABLO GAVI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora