Unos murmullos resonaban en mi cabeza, como si alguien estuviera hablando a mi lado, muchas voces, femeninas y masculinas, voces familiares, aunque no sabía qué era exactamente lo que estaban diciendo.
Apreté mis ojos al sentir un intenso dolor en la sien y cuando los abrí me acordé de lo que había pasado.
Estaba en una especie de contenedor de metal, y no estaba sola, como podía imaginarme, el guardia al que Bellamy mató estaba aquí conmigo, y ni si quiera me sirvió para amortiguar la caída.
—Voy a vomitar.—Susurré para mí misma cerrando de nuevo los ojos por unos segundos.
—Voy a vomitar.—Repetí e intenté moverme sintiendo todos mis huesos crujir.
—¿Madeline?—Yo alcé la cabeza para ver a Bellamy asomarse por el contenedor con las cejas muy hundida.
Me sentí ridícula.
—¿Qué demonios haces ahí dentro?—Preguntó, extendiendo un brazo en mi dirección.
—Pasando el rato junto con mi amigo el cadáver, ¿no lo ves?—Respondí irónicamente y solté un gemido de dolor al enderezarme en el suelo.
—¿Cuánto tiempo llevas ahí?—Escuché a Octavia asomándose al lado de su hermano.
Yo tomé la mano del azabache y el tiró de mí hasta ponerme de pie en aquel contenedor sucio.
Estábamos en los túneles, en los cuales me persiguieron segadores hace tan solo unos días.
—Espero que no mucho.—Refunfuñé y ella abrió los labios de par en par sin decir nada más.
—¿Bien?¿Todos los órganos en su sitio?—Me preguntó Bellamy, agarrándome de los brazos. Yo asentí con la cabeza aunque no estuviera muy segura de ello y tomé aire, él no tardó en deslizar sus manos hasta mi cintura para sacarme de aquel contenedor con un pequeño impulso.
Me depositó sobre el suelo con delicadeza y me repasó la cara con sus ojos, de arriba a abajo, tomándose su tiempo.
—Estás sangrando.—Dijo, colocando su mano sobre mi cuello y echándome la cabeza hacia atrás para poder verme mejor la cara.
Yo levanté mi mano y pasé mis dedos por donde sentía un agudo dolor, tenía razón, estaban manchados de sangre.
Yo solté un suspiro y dije:
—Estoy bien.
Noté como su mandíbula se tensó al recorrer mi rostro.
—Pensé que te habías ido.—Me habló en un tono bajo y yo negué con la cabeza, no me hubiera ido sin él.
Unos segundos más tarde, me di cuenta de que habían más personas alrededor nuestra.
—¿Clarke?—Dije.
La rubia apretó los labios, no tenía buena cara.
—¿Que está pasando?—Pregunté, y ella sabía exactamente a qué me refería.
La última vez que la vi estaba planeando la guerra junto a Lexa y un ejército de terrestres y ahora está aquí, completamente sola.
—Lexa se ha ido. Se han ido todos.—Respondió Clarke, yo entreabrí mis labios de par en par, sin creérmelo del todo.
—¿Y los vuestros?—Dije casi en un murmuro, pues si ellos seguían aquí, significa que cuando esposaron a los suyos no era para liberarlos como al resto.
—Ellos no formaban parte del trato.
Yo tragué duro ante el incómodo silencio que se había formado en aquellos túneles, sentí las malas energías de todos, sus caras largas y estresadas.
ESTÁS LEYENDO
ʟᴀ ᴅᴏɴᴄᴇʟʟᴀ. [Bellamy Blake]
FanfictionEl sacrificio de la Heilige ("Sacrificio de la Doncella") es una tradición entre los terrestres que se ha llevado a cabo desde Sheidheda ("El comandante oscuro") que sacrificó a una mujer joven muy querida por el pueblo por sublevarse y terminó por...