ℰ𝓁 𝒶𝒾𝓈𝓁𝒶𝒹𝑜 𝒶𝓏𝓊𝓁

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En la otra punta, donde los gritos se volvían silencio,
Con mi lapicera y mi cuaderno,
Mis pensamientos romantizo
Y al poeta despierto.

Apoyado en la pared,
Con las piernas adoloridas,
Mis hombros duelen,
Mi cuello suspira,
Con la responsabilidad adquirida
Sobre mi columna erguida.

Las cosas tristes me dan sueño.
Cada vez que escribo bostezo.
Mi mano lastimada escribiendo
Y mis ojos fúnebres pestañean resistiendo.


Busco consuelo en mis palabras,
De mi aislamiento color azul.
Mis oídos quiero arrancar,
Cuando me llaman por un nombre que el mío no es.
Porque me aislo de todas maneras,
Aunque a mi alrededor me vea,
Pero no me ven.
Me vuelvo invisible cuando mi mente parpadea y mi pulso aniquila mi ser.

¿Dónde estoy? En el lugar de siempre.
¿Dónde estoy? A veces no lo .
¿Dónde estoy? En el lugar de siempre.
¿Dónde estoy? Algún día me iré.

Y cuando mi aislamiento permanente se vuelva,
Mi ausencia les traerá razón.
Tan simple a los ojos.
Tan cerrado al corazón.

Azul, azul marino, oscuro, metalizado, cielo.
El color que vibra cuando mi sombra acaricia mi espalda y abraza mi ser.

Azul con olor a flores.
Azul con olor a invierno.
Azul con olor a encierro.
Azul con olor a aislamiento.

Me levanto, porque mis piernas aguantan,
Y mis ojos ven donde piso.
Moribundo camino con mis entrañas cayendo.
Termina mi aislamiento y el azul se mezcla con mi alrededor hasta esfumarse.
Y ahora huele a sahumerio. Lo odio.
Se escucha bullicio.
Pero resisto, porque tengo que hacerlo.
Saludo al cielo y vuelvo.

𝕾𝖚𝖘𝖕𝖎𝖗𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖚𝖓 𝖛𝖆𝖒𝖕𝖎𝖗𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora