𝕾𝖚𝖘𝖕𝖎𝖗𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖚𝖓 𝖛𝖆𝖒𝖕𝖎𝖗𝖔

𝒞𝑜𝓈𝒶𝓈 𝓂𝑒𝓃𝑜𝓇𝑒𝓈

Siempre menores las cosas malas.
Nunca les prestan la suficiente atención.
Por eso el mundo está como está.
Tan conservador.

Siempre son menores y pequeñas las cosas que nos ponen mal.
No importan realmente.
No son de verdad.
No merecen el nombre de "problemas".
Son solo pequeñas piedras.

La gente no nos tiene piedad.

Que necesidad de minimizar la muerte.
La angustia y el dolor.
Tan pequeños son que provocan desastres.
Inmunes a la preocupación.
De los demás, nada importante.
Solo que no paren de trabajar.
Si falta un brazo, la mente, la vida.
Que importa.
Mañana mejor estará.

Las responsabilidades son más importantes que el bienestar.
Eso nos hacen saber.
No importa lo mal que estemos.
Mientras nos movamos, dispuestos y bien estamos para poder continuar.
Mejor quedarse callado si la represión no soportas.
Mueriendo pareciendo vivo por la imagen general.
De afuera.
No es importante el bienestar.

Son todas cosas menores, porque no importan.
Si morimos, aún así no tenía nada.
Estoy mal porque lo quiero estar.
No tengo problemas reales.
Ni algo que lamentar.
Tengo techo, comida y familia.
¿Qué más tengo derecho a pedir?
El placer es temporal y ajeno a mí.
Mí alrededor lo demuestra.
Porque son cosas menores las que me ponen mal.
Molestan.
Y no importan.
Porque me ven vivo.
Y "bien".
Así que nada me pasa.
No necesitan ver.

Son cosas menores las que nos dañan.
Y por eso no importan.
Nuestros problemas no los quieren saber.