Preludio: Amor de bisutería (Reflexiones de un ángel caído)

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¿Qué es el amor?

¿Es una fuerza que nos eleva o nos hunde?

¿Es una bendición o una maldición?

¿Es una luz que nos guía o una sombra que nos acecha?

¿Es una realidad o una ilusión?

Estas son algunas de las preguntas que me asaltaban, mientras acariciaba mis alas forjadas con la ilusión que me inspiraba el mundo lleno de armonía y belleza que aquella hermosa dama había creado para mí.

Un mundo donde el bien y el mal parecían estar claramente definidos, donde los ángeles son buenos y los demonios son malos.

Un mundo donde el amor es la máxima expresión de la bondad, y el odio es la raíz de todo mal.

Pero tú, eras una criatura diferente,
una que no pertenecía a mi mundo ni al de los demonios. Una que despertaba mi curiosidad y una atracción irresistible, una que me hacía cuestionar todo lo que creía conocer. Una que me hizo descubrir que el amor puede ser también una trampa, una mentira, una traición.

Un sentimiento que puede hacerte perder lo más preciado que tienes.

Amor de bisutería,
corruptor de almas.

A veces la luz puede llevar a sus espaldas tanta oscuridad.

A veces los ángeles, son caídos.

Las cosas no siempre son lo que parecen.

El mal puede ocultarse bajo una máscara de bondad,
y el bien puede surgir de las cenizas del dolor.

Deberíamos de vez en cuando detenernos a reflexionar sobre el verdadero significado del amor, y sobre las consecuencias de entregarnos a él sin reservas.

Porque, ¿quién te acompañará en tu viaje al abismo?

¿Quién estará a tu lado cuando tu mundo se desmorone y tu corazón se rompa?

¿Quién tomará la responsabilidad de que el afecto se transforme en odio?

Ten cuidado,
porque eso que solemos llamar amor,
es el mayor de los riesgos.

No está hecho para los débiles de corazón.

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