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Piers no apartaba la vista de la ventana. No dejo de pensar en qué instante terminó metido en una locura, se arrepintió de haberse encontrado con Chris en el pasillo cuando iba saliendo huyendo de la sala de empleados después de escuchar rumores por parte de sus compañeros.

Intentó sostenerse del cinturón de seguridad después de sentir cómo Chris era pésimo evitando baches, su corazón latía por nervios, en verdad si era cierto lo que comentaba su compañero de trabajo (Daniel), Chris era un verdadero peligro en el volante.

—¿Puedes conducir despacio? —argumentó Piers enfadado

—No, por eso soy Chris, el loco —replicó

Esto se había convertido en una pesadilla, no sabía si Jamie o Chris ganaban el premio al peor conductor del mes.

El coche se detuvo cerca de un callejón. En cuestión de segundos Piers reconoció el sitio, le preocupaba la intención que fuera a tener Chris.

—¿Por qué venimos aquí? —preguntó

—No reconoces el lugar —replicó Chris

Piers se quedó sorprendido al saber que Chris deseaba investigar lo sucedido aquel día, él no tenía ningún inconveniente en ser policía en horas extras porque podría distraer la mente.

—No —Mintió Piers

Chris inició a dar una breve narración de los hechos acontecidos. Entendía el dolor que representaba, pero era el momento de dar vuelta a la página, el jefe Wesker se encargaría del caso para evitar caer en un conflicto de interés.

—¿Prefieres cazar a la persona que te daño a ir a una cita al cine? —cuestionó Piers

Una parte de Piers se arrepentía por haber hecho una cita. Todavía, no estaba listo para emprender una relación, su corazón requería sanar la herida que dejó Matt después de su partida.

Existían varias posibilidades a la incertidumbre de si debía aceptar la decisión que tomó, además posiblemente Chris decidiera negarse por la diferencia de edad.

—¿Me estás invitando a salir? —Preguntó Chris

Piers pensó cuidadosamente las palabras que usarían a partir de ahora, todo puede convertirse en una confusión y eso deseaba impedir.

—No —dijo Piers—. Solo no quiero ir al cine a ver la nueva película de A través de las sombras.

Una buena estrategia. Usar la falta de amigos a su favor para escapar de un posible problema.

Desde su pérdida de comunicación con Jamie ha sido difícil seguir su proceso de sanación, ya no conservaba con quien platicar alrededor de las 3 am después de tener una pesadilla y repetir el recuerdo de Matt durante sus sueños.

Su proceso no ha sido fácil. Él estar solo trabajando con la terapeuta, sus padres no sabían que enfrentaba una etapa difícil y sin contar que la demencia de su padre se complicó hace tres días cuando lo miro tomar una arma y jugar a la ruleta rusa con Paige; su hermana terminó asustado que salió corriendo de casa.

—¿No tienes amigos? —argumentó Chris—, ¿Qué chico de veintiséis años no tiene amigos?

«Uno muy tonto», pensó. Fue una estupidez haber peleado con John esa tarde, tal vez el hombre intentaba dar su opinión acerca  de un descontrol que mantenía en su vida para tomar las riendas.

—Yo —se quejó Piers

—Somos dos — dijo Chris

Piers alzó una ceja extrañado por la respuesta de su compañero. Se le hacía extraño que no tuviera amigos por ser una persona sociable y estar relacionado con personas importantes.

—Te aceptaré la invitación al cine —dijo Chris

—Vale, revisaré el horario de las funciones —dijo Piers, con emoción

Pudo sentir una paz al saber que Chris no sería un maníaco en las calles de la ciudad persiguiendo a un sujeto que le disparó

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Por un momento, Piers creía que otra vez aparecería Chris, el loco al no conseguir entradas para la función de las 10 pm, sin embargo decidieron dar una caminata en el parque de Raccoon para intentar romper un bloque de hielo que apareció entre los dos después de tocar el tema de la amistad.

Piers se sentía un poco incómodo. Hace tiempo que no convive con personas después de estar siguiendo una rutina de trabajo a casa sin ir a otro sitio podría estar haciendo lo mismo de cada noche mirando una película, mientras comía una bolsa de papas.

—¿Recuerdas cuando jugamos monopolio? —preguntó Chris

—Lo recuerdo cómo si fuera ayer —dijo Piers—. Claire siempre sacaba los juegos de mesa cuando necesitaba hacer sus tareas; una vez tome su libreta y termine rayando las hojas con un crayón.

»Ella terminó enfadada conmigo. No olvidaré el castigo que puso, mamá le dio autorización y fue estar mirando la pared por cinco horas fue una pesadilla.

Chris soltó una risa.

Cuando Piers era un niño no mantenía un buen comportamiento, era inquieto y rebelde, todavía conservaba un fragmento de ese niño en su adultez.

—Eras la razón por la que Claire se desvelará —dijo Chris entre risas

—También, contigo —expresó Piers

Chris se detuvo al escuchar la frase de Piers. Varias situaciones tienen sentido en la actualidad.

—¿Cómo? — preguntó Chris

Piers intentó desviar la conservación hablando temas de trabajo y contando el rumor que circulaba del jefe Wesker acerca de ser un vampiro por usar las gafas solares dentro de la oficina.

—Wesker, no puedo ser un vampiro —argumentó Chris

—La teoría señala que lo es —dijo Piers—, ¿Qué persona usaría gafas solares en la oficina?

—Una persona con enfermedad ocular.

Piers soltó una carcajada ante esa respuesta. Una teoría viable que tenía credibilidad, sin embargo prefería creer que Wesker era un vampiro y Beth era su cómplice en robar bolsas de sangre del hospital.

Ambos se sentaron en una banca cercana a un estanque de agua, desde ahí se puede observar una luna llena adornada con pequeñas estrellas plateadas.

—Había olvidado cómo eran las noches de Raccoon —replicó Piers—, en Chicago las noches eran diferentes, acostumbraba con...

Se detuvo de hablar cuando en su mente pasó el nombre de «Matt», aún conservaba una cicatriz que necesitaba sanar para poder tener una conversación acerca de lo sucedido.

Bajo la mirada para desviar la atención de Chris. La terapia que ha estado llevando le ha ayudado, perdió la cuenta de cuántos días llevaba asistiendo, sentía una mejoría en su bienestar emocional y sabía que perfectamente podría seguir adelante con todo lo sucedido.

—¿Quieres que te lleve a casa? —preguntó Chris—, Wesker ya no tardará en aparecer transformado en hombre lobo.

—No es hombre lobo, es vampiro —replicó Piers  entre risas—. Sí llévame a casa, necesito descansar mañana es fin de mes y Wesker pedirá su estupido reporte de incidencias.

—Extraño estar en la oficina.

Piers hizo una mueca de disgusto.

—¿Extrañas las semanas con estrés y ansiedad? —cuestionó—, yo ansío el día de descanso.

—Si —respondió—. Extraño dirigirlos y lanzarles los folders con sus reportes mal escritos.

El loco Chris, continúa siendo la misma persona que conoció cuando era solamente un niño. Eso le encantaba a Piers.

—Llévame a casa, Chris —dijo Piers

BittersweetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora