Bittersweet

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Chris seguía impactado por reencontrarse con Piers después de haber escuchado mediante sus padres la salida del joven de la ciudad para cubrir sus sueños y aspiraciones que todo individuo planea a lo largo de su vida tratando de cumplir sus expectativas, aunque potencialmente deducía un incidente en el camino del cumplimiento.

Conocía lo suficiente a Piers para asegurar que en el trayecto cayó dolorosamente dado que, desde niño acostumbraba a abandonar sus proyectos cuando no cumplían adecuadamente sus expectativas.

—El niño en verdad sigue siendo un desastre —susurró

Terminó de afeitarse solía hacerlo cada seis meses dejando a relucir una apariencia joven siendo atrayente para algunas mujeres, además nadie le haría el cuestionamiento hacia una percepción falsa creada en algunas jovencitas asegurando que Redfield era todo un sugar daddy.

Salió de aquel baño quedándose sin palabras al percatarse del desastre en cada habitación y recordó a su querida exnovia. Ada se había encargado de apoyarlo en acomodarlo y hacer un hogar acogedor, pero él buscó el rumbo de su destino.

Le parecía frustrante encontrarse con un desorden y se arrepentía en dejar a Ada marcharse de su vida para siempre, había dejado de tener noticias sobre la mujer desde cumplir dos años de ruptura. Aún era doloroso recordar cada momento que pasaron juntos porque jamás volverían a regresar por la decisión tomada.

Ada nunca se caracterizó por ser una mujer tóxica sino todo lo opuesto. Transmitía seguridad y tranquilidad hacia las demás personas llegando a convertirse en una mujer astuta, en cambio en el lado sentimental era cariñosa y dedicada a conservar su relación evitando tener problemas a largo plazo.

Aquellos momentos solamente quedan vivos en su corazón.

Ada todavía conservaba un lugar especial, pero era necesario dejarla marcharse para siempre, no puede continuar viviendo con un fantasma de amor interfieran en cada aspecto en su vida e inclusive decidió trabajar duramente sin descanso a fin de despejar su mente de aquel amor, pero el problema radica en que continuaba pensando en el amor con la dama.

Entró a su dormitorio para arreglar el desastre ocasionado con la llegada de Piers, no era que el joven fuera un desordenado sino Chris era todo lo contrario a organizado solía tener ropa en los suelos y envolturas de chatarra convirtiendo un espacio de descanso a uno de mala energía acumuladas por el fuerte descuido proporcionado.

Tomó el cesto y recorrió toda la habitación buscando ropa sucia que debió haber lavado hace una semana atrás. A ninguna mujer le agradaba tener un hombre desordenado con sus pertenencias sino preferían un compañero que fuera un apoyo en el cumplimiento de las tareas del hogar.

Claire era una afortunada tras mudarse con León hace tres años y no estaba presente en el descuido. El trabajo cómo Capitán de STARS demandaba bastante tiempo impidiendo la disponibilidad de un espacio libre ya que, solamente Chris regresaba a casa para dormir sus ocho horas diarias, las cuales se modifican dependiendo la carga laboral.

Se agachó para sacar una bufanda verde que estaba debajo de su cama ¿Cómo había llegado eso? trato de recordar cuando uso un accesorio de seda, él no poseía ninguno al no encontrarse en sus posibilidades económicas, pero tuvo una leve visión de Piers usandola para cubrirse del frío.

Sacó su celular del bolsillo de sus jeans para enviar un mensaje al joven. Solo deseó que no fuera a malinterpretar el mensaje al recordar la pequeña promesa hecha en esa noche donde juraron ser pareja.

De Chris a pequeño Nivans

Buenos días, encontré una bufanda verde debajo de mi cama.