Bittersweet

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Los siguientes días para Chris fueron desesperantes por esperar con una felicidad la primera cita con un joven después de haber estado ausente de la vida romántica por motivos personales mencionados previamente, así que no conservaba ni idea de cómo llevaría la conversación ni el sitió a donde irían a pasar un momento agradable porque el ambito había padecido un cambio debido a la evolución rápida en esta sociedad.

Toda la población estaba cambiando su manera de pensar, actuar y relacionarse adaptándose a la fuerte globalización conducida por las tecnologías de la información siendo un conflicto para Chris debido a su edad aún demostraba dificultades con su uso, pero nada puede impedirle un nuevo aprendizaje al dirigir una unidad con jovenes novatos brindando su ayuda a cualquier duda.

Se concentró en la edición de aquel reporte que debía entregarle a Wesker. El día estuvo fuera de estrés por la disminución de delitos cometidos en Raccoon, era curioso la tranquilidad percibida en las calles sin ningún hombre acosando a una mujer ni los robos a mano armada solamente se dedicó a atender una llamada de búsqueda hacia una mascota perteneciente a una de las familias importantes: Los Ashford.

Realizó un respaldo del documento y lo mandó a imprimir para entregárselo personalmente a su jefe.

—Capitán, le hago entrega del reporte sobre los Ashford —dijo Daniel, y extiende su mano para dejarlo sobre el escritorio.

—Venga, no me hables de usted, me haces sentirme viejo —rió Chris—. Gracias por revisar los documentos de la bandeja, ¿tus compañeros están trabajando?

La pregunta intimidante hacia cualquier empleado siendo un factor de tensión por miedo a perder su estabilidad profesional.

Chris adquirió la costumbre de verificar el cumplimiento de las responsabilidades de cada trabajador aunado a que, descubrió una grave falta al reglamento interno por parte de ellos —suelen perder el tiempo en otras actividades no relacionadas con su deber—, era lamentable que un grupo de jóvenes no aprovecharon su oportunidad en las instalaciones.

Por otro lado, Daniel aparentaba estar nervioso por aquel cuestionamiento. Mentirle a un superior era un pésimo error, así que no tuvo otra alternativa el muchacho en contarle la situación actual de sus compañeros.

—Sin duda, han estado concentrado con sus actividades delegadas —respondió

El capitán dudó en las palabras mencionadas de su agente. El muchacho acostumbra a encubrir al resto de la unidad cuando disfrutan perder el tiempo en la oficina con diferentes actividades de ocio y evitaban hacer aquellas tareas tediosas dejándolas para la hora de salida.

—Vale, haré una ronda y si descubro que estás mintiendo voy a suspenderte —aseguró Chris, con un tono autoritario

Daniel se quedó perplejo al escuchar las palabras de su capitán, quien puede ser amable y bondadoso con sus colegas cuando demuestran un buen rendimiento, pero si resultaba todo lo contrario Chris se volvía un monstruo en busqueda de cualquier falla que pueda existir.

—Señor, retiró mi respuesta anterior —afirmó el muchacho—, dos agentes están perdiendo el tiempo debatiendo la serie de Amores Diferentes.

Chris dejó de revisar el reporte impreso y concentró su atención en su agente que incumplio una regla principal dentro del área. Mentirle en horas de trabajo era una situación grave porque puede tener sus represalias en un futuro próximo en cuanto a, sueldo o suspensión dependiendo de la falta cometida.

No obstante, debe evitar cualquier malentendido al optar en llamar la atención a sus colegas porque tenía dos casos donde dos agentes pertenecían a la comunidad LGBT+ y pueden generar una opinión negativa acerca de la queja compartida de Daniel, de tal modo, su única alternativa consiste en dar un sermón pacificio que nadie escuchará al creerlo tonto.