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Piers se encontraba en su habitación arreglándose para tener una cita después de una temporada ausente del amor al tener una pérdida fuerte que aún no logra reponerse y superar el dolor sentido cuando consiguió la novedad en una noche lluviosa.

La muerte de una persona puede impactar en nuestra salud mental o física al descuidarnos en ciertos ámbitos que necesitamos desarrollarnos como seres humanos debido a la tristeza sentida reviviendo cada momento a lado de esa persona especial que nos hizo sentir una conexión.

—Qué guapo está mi hijo —comentó la mamá de Piers

El joven dio un salto de susto al no esperar a su madre espiando, mientras se acomodaba la corbata en aquel traje de sastre que por cierto, se lo obsequio Matt.

La señora Nivans sostenía un canasto de lavandería en sus manos y hacía el recorrido en cada habitación para asegurarse que no hubiese ropa sucia en los muebles dado que, sus hijos tenían la costumbre de botar la ropa en el suelo dando una mala imagen personal.

Se detuvo en el dormitorio de su primogénito al notar una puerta semi abierta donde pudo escuchar la radio encendida creyendo que nadie estaba ocupando la energía eléctrica.

—Me has sacado un susto, mamá —se quejó Piers

La señora se encogió de hombros y dejó el canasto en el suelo para ayudar a su hijo en ajustarse la corbata usada con el traje.

—Deja te ayudo —dijo su madre

Piers recordó una escena similar hace años atrás cuando se había graduado en la facultad de Ciencias forenses y criminales fue un momento inolvidable donde su madre lo ayudaba a arreglarse.

—Gracias, mamá —agradeció Piers

La mujer sonrió al ver arreglado formalmente a su pequeño. Las únicas ocasiones en verlo vestido elegante han sido: eventos familiares, celebraciones del trabajo y citas con potenciales prospectos a novios.

—Puedo saber, ¿a dónde va mi hijo vestido con traje? —preguntó su madre

Piers bajo la mirada. No puede mentirle a su madre en cuestiones de relaciones interpersonales, sin embargo no tenía las palabras adecuadas en la lengua y platicarle lo sucedido con Matt, aún debe zanjar una herida vieja del pasado.

—Tengo una invitación con Chris Redfield por motivos laborales —mintió Piers.

En parte estaba siendo sincero tenía una cita con su antiguo amor platónico, pero no por motivos laborales sino sentimentales aparentemente

—Iré a cenar para pedir una transferencia de Chicago a Raccoon —finaliza Piers, mientras se acomodaba el cabello

La señora Nivans parpadeo varias ocasiones. Toda la familia Nivans conocían los sueños e ilusiones de Piers, por lo que, le sorprendió la novedad de regresar a Raccoon después de asegurar que buscaría un camino fuera del pueblo mejorando sus probabilidad de crecimiento personal y aplicar sus conocimientos aprendido en la Universidad.

Sus metas habían cambiado poco tiempo después de la muerte de Matt, no soporto sentirse solo en una ciudad grande cómo Chicago, alejado de su única familia sobreviviendo a los retos impuestos por el destino que debía seguir.

—¿Seguro que deseas regresar? —intervino su madre—, sabemos que tu sueño era vivir en Chicago resolviendo crímenes, ¿te sucedió un incidente?

Piers tragó saliva.

Su madre casi lo atrapa en una mentira, y no sucede es la primera vez que pasaba. Durante su estancia su madre descubre sus mentiras pidiendo una explicación con sinceridad sin caer en un regaño por ocultar la verdad debido a que, comprenden sus motivos personales; un ejemplo fue su salida del closet todos en su casa sabían cuál era su sexualidad aceptando sin problemas esperaban la confirmación por parte de su hijo siendo un paso de acepción.

BittersweetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora