Forbidden | Coriolanus Snow +18

Mine (part 1)

Penelope's POV

Penelope caminaba por los enormes pasillos de La Academia sintiéndose insegura e inquieta. Acababa de terminar la jodida prueba y aún así seguía con los nervios de punta. Había respondido todo, Coriolanus le había enseñado todo lo que necesitaba pero su consciencia no la dejaba estar tranquila.

El lugar simplemente le daba una mala espina, era un ambiente frío y sombrío, todo allí parecía excesivamente ordenado y pulcro. Lo único que quizo hacer desde que llegó fue irse rápido de allí.

Apenas salió se encontró con Sejanus, quien estaba esperando por ella en las afueras de la escuela. "Pennie, ¿cómo te fue?" Preguntó abrazándola.

Ella suspiró. "No lo sé realmente, espero que bien." Respondió al separarse.

"Yo sé que te fue increíble." Intentó animarla. "Deberías tener más confianza en ti misma."

"Igual debemos esperar dos días para el resultado. No te emociones." Dijo mientras ambos subían a la parte de atrás del auto, donde los esperaba un chofer.

"Sobre eso..." dijo Sejanus, rascándose la nuca. "No me mates."

"¿Qué hiciste, Sejanus?" Preguntó mirándolo seria.

"Es que yo pensé que saldrías emocionada y..." apartó la mirada de ella. "Hice una fiesta en casa, para celebrar que entraste a La Academia." Habló rápido haciendo que ella apenas pudiera entender.

"¿En que cabeza eso suena como una buena idea?"

Le parecía una completa estupidez, si no aprobaba el examen esto sería una total humillación, no entendía en qué estaba pensando su hermano. Quizo golpearlo, pero respiró profundo para contener sus ganas de matarlo.

"Era para que conocieras mas personas y así te sería más fácil hacer amigos allá." Explicó él. "Lo siento, por un momento sonó como un buen plan."

"Sé que tuviste buenas intenciones, no pasa nada." Respondió ella finalmente, a veces era un poco idiota pero lo amaba.

Después de todo era solo una fiesta, no sería la gran cosa. Aunque la mayoría de las personas en el Capitolio ciertamente no eran de su agrado, debía aprender a convivir con ellos pues esta sería su vida de ahora en adelante. Ya se estaba comenzando a resignar.

Al entrar a su casa efectivamente la sala estaba repleta de personas que no conocía, pero ninguno lucía muy mayor a su edad, todos estaban bebiendo y la música estaba un poco alta. Sabía que sus padres no volverían hasta el siguiente día, y le pareció inteligente de parte de su hermano el usar su prueba como excusa para hacer una fiesta.

Sejanus desapareció de su lado apenas entraron a la mansión, y la mirada de Penelope inmediatamente empezó a buscar a Coriolanus, quería hablar con él sobre la prueba para sentirse mas tranquila al respecto. Por alguna razón pasar tiempo con el rubio la distraía de sus negativos pensamientos y debía admitir que la hacía ¿feliz? No sabía cómo describirlo, pero sabía que su compañía la hacía sentir bien de cierta forma.

La manera en la que ella veía a Coriolanus había cambiado, la forma en la que se trataban mutuamente también era diferente. Pero Penelope no quería analizarlo, no quería pensar en eso, pues temía aceptar en si misma sentimientos que jamás iban a ser correspondidos. No quería darle a nadie el poder de lastimarla.

Al principio no lo encontraba en ningún lugar, la mansión era bastante espaciosa y habían demasiadas personas, pero al cabo de unos minutos logró verlo al fin. Estaba parado hablando con una chica de cabello negro, ella lo tomaba del brazo y hablaba bastante cerca del rostro de él.