025.

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chris;

le abrí la puerta a alma para que entre al auto y empecé a manejar, no hablábamos, simplemente escuchábamos música. era un silencio cómodo.

a veces detestaba lo fácil que se me hace perdonarla, lo haría mil veces si es necesario, y ambos lo sabíamos. estaba bien? claro que no, pero teniendo en cuenta que jamás hace cosas realmente malas no es tan grave, creo.

estaba nervioso por como iba a ir la noche y me daba cuenta que ella también lo estaba, la puedo descifrar en cuestión de segundos. al llegar a nuestro destino nos pedimos lo que íbamos a comer y nos dirigimos hacia una parte del estacionamiento totalmente vacío. nos pasamos al último asiento porque es el más grande y cómodo.

entonces, qué querías hablar? -le di comienzo a la charla mientras desenvolvía mi hamburguesa.

bueno principalmente te quería pedir disculpas, aunque ya lo hice repetidas veces, solo no siento que sea suficiente.

si, y yo te dije que ya estas perdonada, pasemos a la parte donde me explicas el por qué de todo lo que me dijiste. -le di un sorbo a mi gaseosa.

suspiró. -bueno, me empecé a juntar tanto con bautista porque de alguna manera me sentí conectada a mi vida de argentina, no sé si recordaras la cantidad de veces que hablamos y dije como una parte de mi quedó allá. -explicó.

asentí para darle a entender que la estaba escuchando.

y siendo sincera no noté que no estaba dándote atención, yo creo que es porque siento que te tengo tan dentro de mi corazón que no siento tu ausencia si estas lejos de mi. y cuando realmente me di cuenta que estaba haciendo las cosas mal me asusté, y sentí que tenía que defenderme cuando en realidad no era así.

ella quería llorar, me daba cuenta, y yo también quería.

pasó bastante tiempo para darme cuenta de que fue lo que me pasó por la cabeza en esos días.

el auto se llenó de silencio, silencio donde yo solo procesé todo y ella me esperó.

te entiendo, y me dispongo a volver a intentar todo con vos pero te pido que por favor nunca vuelvas a ser así conmigo. -hablé por fin. -lo que me dijiste me dolió mucho tiempo, y si vuelve a pasar no voy a poder volver a vos.

está bien, te prometo intentar ser mejor para vos. no quiero volver a lastimarte nunca más y quiero que sepas que no te odio, eso que dije ese día no fue verdad. -tomó mi mano- nunca podría odiarte.

sonreí. -yo menos.

te daría un abrazo pero tenemos un obstáculo. -señaló la comida que se encontraba frente nuestro.

le di dos palmadas a mis piernas para darle a entender que se siente y así poder abrazarla, vino hasta mi y me aferré a ella como si el mundo se estuviera por terminar y mi único refugio fuera entre sus brazos. amaba el sentimiento de estar bien con alma.

después de estar abrazados unos segundos más nos separamos un poco, y ahí es cuando recordé lo mucho que extrañaba sus labios, cuando la tuve a centímetros de mi.

si nick se entera de esto me va a querer matar. -puse mi mano en su mejilla y la acerqué a mi para fundirnos en un beso, sus manos reposando en mi nuca.

parecía que nuestros labios también se necesitaron mucho y no querían separarse, mi otra mano acariciaba su cintura. no quería separarme nunca pero después de unos segundos más tuve que hacerlo.

juntó su frente con la mía y suspiró. -te extrañé.

yo mucho más almita. -dejé un piquito en sus labios y bajé mi cabeza para no bostezarle en la cara.

queres ir a mi casa a dormir? o nick te mata? -bromeó.

tal vez me mate, pero eso es problema del chris de mañana, obvio que quiero ir.

sonreímos y nos pasamos de nuevo al frente, yo le avise a los chicos que no iba a ir a casa, pero mañana antes del mediodía volvía. nick me dijo que era el más fácil del mundo pero que estaba bien y matt se alegró.

llegamos a su casa y fuimos hasta su pieza en silencio, ya era tarde y sus papás estaban dormidos, la casa estaría en completa oscuridad si no fuera por la tenue luz que había en la sala.

entramos y cerró la puerta detrás de ella, su mamá nunca le dejaba cerrar la puerta cuando estaba a solas con algún chico, pero yo era la excepción, bueno y nick.

nos sacamos las zapatillas y nos acostamos entre las suaves sábanas, ambos ya estábamos en pijama así que no hubo necesidad de cambiarse, nos quedamos hablando antes de dormir.

almi te dormiste? -pregunté al ver que ya no respondía.

me acerqué a ella ya que se había dado vuelta y efectivamente tenía sus ojos cerrados, su respiración estaba más calmada y sus labios estaban levemente entreabiertos. sonreí ante la imagen, era hermosa mientras dormía.

la di vuelta suavemente y la acerqué a mi para poder rodearla con mis brazos, cerré mis ojos, sonreí al sentir como se intentó acercar más a mi y pasó su pierna por encima de mi.

dejé un suave beso en su frente y le susurré que la amaba, aunque no pudo escucharlo.

finalmente estaba en paz de nuevo.







































finalmente estaba en paz de nuevo

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q viva el amor.

-mar.


𝑷𝑼𝑹𝑬 𝑺𝑶𝑼𝑳 - christopher sturniolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora