🍁Peligro Latente X🍁

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──Creo que eso es todo

Anderson me ayudó a llevar las maletas a su habitación, la cual estaba varios pisos arriba de la mía, era el doble de grande, por ende más lujosa, no había ni una sola gota de color, definitivamente parecía la cueva de un viejo lobo solitario.

──Bienvenida a mi casa y tu casa desde ahora ── llevo las maletas a la habitación, estaba justo enfrente de la suya ── cualquier cosa que necesites estoy a una puerta de distancia

Aquel hombre comenzaba a demostrar que no era tan metálico como creía, tenía sentimientos, pero la barrería seguía estando ahí, separando los sentimientos, me acerque y lo rodee con los brazos, me recibió gustoso, su corazón latía fuertemente sus músculos se contrajeron debajo de mí a causa del abrazo.

──Descansa Aria y que sueñes conmigo

Ahí estaba el Anderson coqueto, me guiño el ojo antes desaparecer en su habitación.

──Si lo hago tendré pesadillas

Las sábanas olían a Lavanda, logré cerrar los ojos allá por las doce de la noche, por la mañana no lograba borrar esa sonrisa tonta de mi cara.

~Estás enamorada tonta~

No me regañe, no podía no de él, es mi principal enemigo me obligue a prepararme para ir a la oficina, debía enfrentar a Dexter y dejarle claro que no iba a descansar hasta desenmascararlo.

Por el momento Anderson no era un peligro ~y si Dexter le dice que tú eres Tamara y que lo estás engañando~ no le va a creer para todos estoy muerta y así voy a quedarme aunque algún día me vea obligada a dejar de ser Aria Lennon Tamara no va a regresar. Me siento más fuerte y estoy decidida a lograr mi objetivo sin importar sobre quién deba pasar.

Le pedí a Anderson que cada uno se fuera por separado para evitar especulaciones sobre nosotros, lo menos que necesito es estar en el ojo del mundo acepto a regañadientes.

Por mi lado llegué a la oficina en taxi extrañaba aquel viejo tren me preguntó cómo estaba Harry lo habrán jubilado ya una idea surco mi mente y si compro el tren otros millonarios tiene yates y aviones privados, pero yo quiero un tren uno en especial.

Abandoné las ideas locas y me apresuré hacia el corporativo, lo primero que hice cuando se abrieron las puertas del elevador fue ir por Dexter entre sin tocar y cerré la puerta con pestillo.

──Sabía que me devolverías la visita no te da miedo estar a solas conmigo, bien podría terminar con lo que deje pendiente anoche ── camino hacia mí y separó mi cabello del rostro, lo coloco detrás de mi oreja y acarició la herida ──deja de rascar la tierra o acabarás en un costal de abono

Podía respirar su mismo aire, no tenía trabas a la hora de amenazarme, cree que soy débil, está tanteando el terreno, quizá ahí este la respuesta.

──No te tengo miedo Dexter, pero acepto dejar de buscar pruebas en tu contra pero tengo una condición

Se recostó sobre el escritorio observando detalladamente cada uno de mis movimientos.

──Soy yo el que pone las condiciones aquí querida

──Entonces me voy y sigo con mis planes de refundirte tras las rejas

──Si lo haces tú también irías por suplantación de personas

──Si te hundo conmigo todo habrá valido la pena

Las muertes de todas las mujeres que provoque me perseguirán por el resto de mi vida.

──No serías capaz, eres débil debajo de esa piel de leona con la que te disfrazas todos los días

Escupió cruzándose de brazos.

──Allá tú si te quieres arriesgar yo ya no tengo nada que perder tú si

Mis palabras parecía que habían hecho efecto.

──Lo voy a hacer, pero si descubro que sigues buscando pruebas en contra mía te voy a buscar y voy a cortarte esa preciosa lengua y con ella voy a alimentar a mis peces

Extendió la mano, pero no la cogí, camine hacia la puerta, pero le dije algo que le cambio la expresión en cuanto llegaron a sus oídos.

Cuando salí Sofía estaba ahí estaba nerviosa, estaría espiándonos me aleje bastante para verla entrar a la oficina, me asegure de que no hubiera nadie antes de entrar en su oficina, rápidamente busque por todas partes no había nada, pero me percate que había una gaveta con llave en su escritorio algo tiene que estar escondiendo en ella escuché voces acercándose no me daba tiempo de salir me escondí en el escritorio era Sofía y otra mujer que no alcance a ver se estaban riendo.

──Dexter es un estúpido, no es nada difícil hacerle creer que estoy perdidamente enamorada de él para que me suelte la tarjeta y así poder disfrutar de todos estos lujos

──Y ya le dijiste sobre el bebé que estás esperando

──Aún no estoy planeando una sorpresa para el este viernes y así crearle la ilusión de que es suyo me ama tanto que es incapaz de creer que lo puedo engañar

Y esta zorra, se decía mi mejor amiga.

──Tienes que tener cuidado con Leandro si su mujer y tu marido se enteran de que los están engañando, la que se te va a armar

¡Leandro! Se acostó con mi exprometido ahogue un grito, jamás espere esto de ella que la hizo cambiar tanto o es que siempre fue así y nunca fui capaz de ver su verdadera cara.

──Cállate aquí hasta las paredes oyen además Dexter pensaría en todos antes que en Leandro ya pasó un año

──Y que hay con el bebé es suyo ¿No?

──No pasa nada si me lo pregunta lo voy a negar Dexter no ha podido embarazarme y la única forma de asegurar que todos los millones de su cuenta sean míos es con un bebé

──Eres una perra muy lista, amiga

──Todo lo planeé a la perfección

Las escuche alejarse y cuidadosamente salí de la oficina sin ver vista.

Contigo Sí (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora