🍁 Confrontaciones XIII🍁

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Después de la ducha y de vestirme para ir a la oficina me atormentaba el hecho de no saber que etiqueta usar con Anderson después de lo que sucedió anoche. Últimamente, no tenía días buenos, sin embargo, debo pensar muy bien el siguiente paso que voy a dar.

──Azucena dile a Sofía que venga a mi oficina

Pensaba enfrentarla, decirle que sé la verdad sobre su embarazo para obligarla a decirme la verdad.

──¿Dónde está Sofía? ¿Por qué no viene contigo?

Brame a mi asistente al no ver a Sofía por ningún lado.

──La señorita Sofía se negó a venir, dice que no tiene nada que hablar con usted, que el único que le puede ordenar es el señor Milos

──Está bien Azucena regresé a su puesto

Me obedeció y salí en busca de Sofía, abrí la puerta sin tocar, se sobresaltó cuando me vio echa una furia.

──Escúchame bien Sofía cuando yo te mandé a llamar tú obedeces si no te acuerdas soy tan dueña de esta empresa como Anderson yo también te puedo despedir si así lo deseo así que te sugiero que no pongas en riesgo tu estadía en esta empresa

──Estoy aquí por hacerles un favor dinero no me hace falta, tengo la misma clase social que ustedes dos juntos

El sarcasmo en mi carcajada fue evidente y la hizo enojar.

──El dinero no compra la posición, mucho menos la educación, tú en mi mundo solo eres una mujer con dinero, pero ni tu apellido ni el de tu marido son importantes, por lo tanto, no existen el dinero, lo puede tener cualquiera hoy en día y aun así siguen siendo invisibles

──No le voy a permitir que me hable así y menos en mi oficina yo...

──Estás despedida ── le grité sin dejarle a hablar ──tienes cinco minutos para sacar tus pertenencias de aquí y si no puedes sola los de seguridad van a venir ayudarte

──Usted no puede hacerme esto

Me cogió del brazo, todo el rencor hacia ella estaba a rebalsar, pero me obligué a calmarme, estaba embarazada, no la podía golpear.

──Ya lo hice y si quieres ir a hacerle un berrinche a Anderson solo te vas a humillar más, en cuanto se lo pida va a secundar mi decisión sin reproche alguno

──Seguramente ya te metiste en su cama como la arrastrada zorra que eres

La bofetada resonó en aquella oficina.

──Vete antes de que yo misma te saque a patadas de aquí

No me pude contener, le podía pasar todos sus berrinches, pero no iba a permitir sus insultos, Sofía entendió que no me iba a doblegar y no le quedó más que irse, pero eso no significaba que la iba a dejar en paz.

──Señorita Lennon ── Azucena entro en mi oficina hecha un mar lágrimas ──por favor, necesito que me dé la tarde libre

La pobre apenas y podía hablar, estaba temblando.

──Tranquila Azucena que ha pasado que te ha puesto así de mal

──Acaban de detener a mi hermano y tengo que ir a ver si puedo sacarlo de ahí quizá deba pagar una multa

A pesar de mis miedos, tome la decisión de enfrentarme a ellos y acompañar a Azucena a arreglar el problema de su hermano, cuando llegamos se instaló en mí la idea de salir corriendo, pero realmente apreciaba a Azucena, no la podía dejar sola por qué yo sé lo que es estar en una fría celda.

──Buenas tardes, mi hermano está detenido aquí

──¿Nombre?

Soltó sin ganas el encargado de recepción.

──Andrés Valderosa

──A el chico de la droga no va a poder irse hasta que algún juez juegue su caso o cuando paguen la multa

──¿Cuál es el monto?

──€125,000 euros

──¡Tanto! Yo no tengo esa cantidad

──Azucena por qué no vas por unos cafés y me dejas hablar con el señor

En cuanto se alejó me encargue de saldar la multa y Andrés pronto estaría puesto en libertad antes de verlo, me lo imaginaba lleno de tatuajes piercing y con el cabello pintado de algún color intenso, pero no fue así de hecho el chico parecía lo bastante normal era guapo le calculaba unos diecinueve años.

──¿Andrés?

El chico camino hasta a mí un poco inseguro.

──¿Usted es la señora que pago la multa?

──Así es, Azucena trabaja para mí y la aprecio mucho, pero que esto te quede de experiencia, las cosas allá dentro no son tan fáciles como las pintan

──¿A caso ya estuvo ahí?

Sabía que lo decía a broma. Si tú supieras.

──Entonces vendes drogas

Cambie el tema, solo recordar mis días ahí aturdía mi mente.

──Sí, pero fue únicamente para ayudar a mi familia, mi hermana es la que nos mantiene a todos, pero su sueldo no sustenta todos los gastos y le juro que voy a buscar la manera de pagar mi deuda con usted

──No te preocupes más por ello Azucena es una empleada ejemplar y por el cariño que le tengo es que te saque de ese lugar

──De cualquier forma quisiera pagarle

──De hecho creo que hay algo en lo que si me puedes ayudar

──¿Cuál? Le prometo que haré lo que me diga

──Necesito que sigas a una persona...

──¡Andrés! ── Azucena lo abrazo, luego le dio un golpe en el hombro, el chico se quejó ──te mereces muchos más por lo que hiciste si no fuera por la señorita Aria jamás hubiera podido sacarte de aquí

──Quiero aclarar que no me debes nada Azucena y además creo que llevas ya muchos años en la empresa y mereces un aumento

Realmente lo hacía por el cariño que le he tomado y no por el trabajo que haría su hermano, la castaña me agradeció con un abrazo, Andrés aprovecho para darme un papel doblado, me despedí de ellos y me fui al apartamento en el taxi ojee el papel era un número de teléfono seguramente de él.

Contigo Sí (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora