Color Floral

🌼5. Rosa (Parte 3)🌼

Yi Jeong estacionó su auto detrás del de Suho, y bajo inmediatamente después para saber que estaba pasando exactamente entre los hermanos Kim. Mientras Haly y Suho discutían, él se acercó a ella y volvió a rodearla con un brazo.

—¿Esperaste mucho? Te llevaré a casa, vamos. —Yi Jeong la guio a su auto y decidió ignorar a Suho por completo.

—¿Qué crees que haces? —le reclamó Suho, saliendo de su auto para detenerlos.

—Regresa a casa, no necesito que me lleves. Iré con Yi Jeong —intervino Haly para evitar que su hermanastro arruinará la oportunidad que tenía.

—No lo haré, vienés conmigo y se acabó —dijo tercamente negándose a dejarlos pasar hacia el auto de Yi Jeong.

«No puedo dejar que se la llevé. Ese mujeriego, no sé qué es capaz de hacer» —pensaba Suho.

—Eres imposible —suspiró Haly leyendo sus pensamientos.

—Hazte a un lado, que no respetes la opinión de los demás esta mal y deberías saberlo —protestó Yi Jeong hacia Suho, y a la vez escogió sus palabras para molestarlo.

—Yo solo quiero protegerla —argumentó saliéndose por completo de la personalidad, de pésimo hermano, que quería aparentar.

—Solo la llevaré a su casa, no tienes de que preocuparte —respondió Yi Jeong tratando de persuadirlo, por alguna razón se había vuelto interesante contradecir al heredero de los Kim.

—Aun así, no puedo permitirlo —insistió y para Haly fue suficiente.

Ella estaba cansada y no quería tener que lidiar con los dos. Al final se resignó a ir con Suho y dejar a Yi Jeong, después de todo ya había pasado todo el día a su lado y todavía no descubría lo que necesitaba, tal vez debía pensar en otra manera e intentarlo después.

—Bien, haré lo que deseas. Nos vemos pronto, ah casi lo olvido, espera un segundo —pidió él volviendo a su auto por un momento.

Yi Jeong regresó de inmediato con un ramo pequeño de tres rosas rosadas, que le entregó a Haly. En el lenguaje de las flores el color rosado simboliza un te quiero.

—Esto es para agradecerte por ser mi compañera por hoy y también porque pienso que combina muy bien con el vestido que llevas —señaló el tono rosado en el vestido de Haly.

Ella tomó el ramo y le agradeció por el obsequio, a la vez se sonrojo casi sin darse cuanta. Se despidió de él y entró en el auto de Suho, pero no en el asiento de copiloto. Se sentó detrás de él y se quedó observando por un momento las flores, hasta que estuvieron muy cerca de llegar a la mansión de los Kim.

Haly no lo notó de inmediato, estaba demasiado inmersa en sus pensamientos y tratando de controlar la danza de latidos que se desataba en su pecho, que no se dio cuenta de cuando llegaron y tampoco que podía ver el rosado en aquellas flores y en su vestido aún sin que Yi Jeong estuviera cerca.

Haly que solo veía a Yi Jeong y todo lo que él sostenía a colores, por fin había descubierto una pista sobre cómo recuperar los colores que necesitaba. Las flores que Yi Jeong le regaló eran la clave.

Continuará...