Color Floral

🌼4. Rosa (Parte 2)🌼

Haly ignoró al chico que le entregó la invitación en la escuela y se dirigió a la entrada de la exhibición. Esperaba que eso fuera suficiente para que él entendiera que no quería acompañarlo. Ella pensó que esa era una forma sutil y mucho más agradable, para no tener que rechazarlo directamente. Pero en lugar de dejarla en paz fue hacia ella y la tomó del brazo abruptamente, su plan había resultado contraproducente.

—¡Suéltame! —exigió Haly.

—¿No me recuerdas? Dijiste que vendrías a esta exhibición conmigo —respondió sin dejar de poner presión en su mano.

Aquel sujeto resultaría ser más problemático de lo que ella esperaba.

—Jamás dije que aceptaría, ahora suéltame —repitió Haly tratando de liberarse de su agarré.

—¿Cómo puedes decir eso? Vendrás conmigo, ¿verdad?

Haly entendió que hablar con él no sería de ayuda. Estaba preparada para golpearlo de la manera más vergonzosa e incómoda posible por ponerla en ese aprieto. Ella extendió su pie derecho, pero antes de que pudiera darle un golpe, alguien intervino.

—Creí oír que dijo que la soltaras. —Yi Jeong tomó el brazo con el que aquel tipo sostenía a Haly y lo dobló hacia atrás alejándolo de ella. 

Haly que le iba a dar un puntapié en la entrepierna a ese tipo, tuvo que bajar su pie a medio elevar con disimulo. Yi Jeong pareció notar sus intenciones, pero solo sonrió en su dirección como para no exponerla. ¿Quién esperaría que una señorita de la clase alta pateara a alguien de esa forma?

—Seguridad, parece que alguien necesita conocer la salida —señalo al chico para que los guardias de la entrada intervinieran—. No lo dejen pasar y que quedé fuera de todas las reuniones —mencionó para luego ir a ver a Haly.

—Gracias —dijo ella rápidamente al verlo.

—Kim Haly, no pensé verte por aquí, ¿te interesa el arte?

—Sí, es uno mis pasatiempos —respondió, sutilmente aún trataba de ver los pensamientos de Yi Jeong, pero ninguna ventana aparecía detrás de él.

—Ya que no tienes un acompañante, ¿qué te parece ser mi pareja en esta exposición? —consultó extendiendo su brazo hacia ella.

—El chico más popular de la escuela, ¿no tiene pareja? No me parece posible —preguntó por curiosidad. Haly no desaprovecho la oportunidad y tomó el brazo de Yi Jeong, aceptando su propuesta.

—Venir con alguien durante mis exposiciones, en donde debo conocer a muchas personas y entre ellas mujeres, no parecía ser una buena idea —respondió entrando con ella del brazo—. Aunque por esta vez haré una excepción —añadió como un sutil coqueteo entre ellos.

—Me siento halagada —dijo Haly, sonriendo divertida por ese anticuado modo de coquetear que parecía tener Yi Jeong.

Durante la exhibición de las obras de Yi Jeong no fueron pocas las veces que ella debió presentarse ante los compradores e inversionistas, que buscaban al casanova de los F4 y halagaban su trabajo. Podía ser conocido por ser un mujeriego, pero era realmente diligente cuando se trataba de sus obras. Haly lo comprobó de primera mano cuando tuvo que acompañarlo durante todo la gala.

—Debes estar cansada, me gustaría llevarte a casa, pero creo que no me dejarías. Así que llamaré a un chofer para ti —propuso cuando la exhibición había terminado.

Haly tenía ganas de decirle que no espero hasta la noche para irse en un taxi, pero se contuvo. Debía parecer amable para conseguir sus objetivos.

—Estoy bien, puedo irme por mi cuenta. Aunque es muy tarde, quizá podrías acompañarme como yo lo hice durante este evento, solo bromeó —respondió como una indirecta para él.

—Ya veo, vamos en mi auto. Solo espera un poco —le sonrió y luego pidió que se vieran fuera del edificio.

Haly salió para esperarlo, una parte de ella quería ir a casa cuando antes, pero no podía irse sin ningún avance. ¿Qué tanto sabía de Yi Jeong? ¿Cuánto había mejorado su relación? ¿Y cómo conseguiría de él los colores que necesitaba?
Por el momento solo había descubierto que él amaba mucho su trabajo de alfarero, y que tenía una pieza favorita que deseaba conseguir en una subasta en línea la próxima semana. Nada parecía demasiado revelador, excepto tal vez por la pieza de arte que estaría en subasta, quizá si ella la conseguía primero tendría una oportunidad de acercarse más a él y poner condiciones para que la ayudara.

—¡Holy! Sube —ordenó Suho.

Haly estaba distraída cuando llegó el auto de su hermanastro. Terminó por casi abrir la puerta y entrar por error, pero cuando se dio cuenta de que era él, cerró la puerta de golpe volviendo a subirse a la acera para esperar a Yi Jeong.

—¿Qué haces? ¡Sube! —insistió Suho nuevamente.

—¿Qué rayos haces tú aquí? —le reclamó Haly negándose si quiera a acercarse a su auto.

Continuará…