🌼7. Azul (Parte 2)🌼

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Haly llegó al lugar en el auto de su hermano

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Haly llegó al lugar en el auto de su hermano. Había discutido con Suho antes de llegar y aunque difícil, logró ganarle con mucha ventaja aquella discusión.

—¿Cómo pudiste gastar todo ese dinero? —le reclamó Suho temprano por la mañana.

—Era necesario, es un artículo indispensable —dijo Haly tratando de persuadirlo.

Si bien ella había usado un nombre falso y datos ambiguos en la compra, olvido por un momento debido al sueño, que los gastos de las tarjetas llegan automáticamente al móvil del propietario. Después de maldecir a la tecnología, volvió a reñir con su hermano que finalmente aceptó que no podría ganarle, pues el dinero era de los Kim y ella la legítima dueña.

—¿Tanto lo deseabas, qué tuviste qué comprarlo a escondidas?

—Ya sabes que padre nunca me hubiera dado el dinero, todavía no consigo un trabajo, así que no tenía opción. Te pagaré todo, así que deja de regañarme, ya no soy una niña —le respondió Haly enojada consigo misma por no prevenir correctamente la situación.

«El dinero ni siquiera es tuyo para empezar, ¿o sí? »—pensaba ella, debatiéndose si sería buena idea prometerle devolverle aquel dinero.

«¿Qué estoy haciendo? Ese dinero es suyo después de todo. No puedo culparla. Incluso es algo que ella quería y su padre no le presta la mínima atención. ¿Qué tienen en la cabeza esos tipos qué solo tienen hijos y los ven como adornos? No estoy soportando al actual cabeza de los Kim» —pensó Suho quejándose del padre de Haly.

—Olvídalo, no quiero que me lo devuelvas. Si dices que era indispensable está bien —cedió fácilmente ante ella—. Además ni siquiera sé qué es, solo vi el montó del recibo por correo —añadió cruzándose de brazos.

—¿En serio? ¿Ya no estás molesto?

—No, pero a cambio debes decirme si necesitas algo.

—¿Estás bien? ¿Suho, te golpeaste la cabeza o algo así? —preguntó Haly curiosa por esa reacción del chico que aparentaba no quererla en lo más mínimo.

—¡Claro que no!

—Entonces, ¿por qué dices cosas extrañas?

—¿Qué es extraño? Solo me preocupo por mi familia —dijo él enfureciendo más de lo usual, pero era evidente que no intentaba asustarla.

—¿Familia?

—Por supuesto, eres mi hermana pequeña, más vale que no lo olvides. Por eso si necesitas algo solo dilo —pidió antes de darse la vuelta para irse.

—¡Espera! —Haly tomó a Suho del antebrazo y ese movimiento freno tanto su huida como gran parte de sus pensamientos. Era la primera vez que ella le pedía un favor—. Entonces, hermano hay algo que necesito. Préstame tu auto —le pidió y soltó a Suho rápidamente cuando este accedió a darle las llaves.

Suho no pudo decir una sola palabra, solo asintió con la cabeza y le extendió las llaves sin preguntar. Tiempo después recordó que Haly no sabía conducir y se puso como loco a buscarla.

🌼🌼🌼

La antigua Haly no sabía conducir, pero la que ahora estaba en ese cuerpo si que sabía. Antes del accidente había aprendido lo básico para llevar una vida independiente en un país extranjero por su cuenta. Por supuesto, en esa nueva vida ya no estaba sola.

Haly llegó al lugar acordado con minutos de ventaja. Yi Jeong apareció poco después, aunque se estacionó del lado contrario de la calle y aún debía cruzar para verla. Haly permaneció en el auto intentando moldear las palabras que le diría a Yi Jeong al pedirle ser su maestro, cuando un ruido los alertó a ambos. Eran casi las siete de la tarde de un sábado, el museo no se abriría al público hasta el siguiente día, pero el ruido provenía de ahí.

Una especie de explosión se había desatado y el humo empezaba a alzarse fuera de las puertas de vidrio. Yi Jeong se apresuró a cruzar la calle sin ver por el apuro y el impacto que sentía al ver al patrimonio de su familia ser destruido. Todavía no sabía nada, ni cuánto era el daño, ni quién lo había causado o porqué, solo deseaba llegar hasta ahí para tratar de buscar una solución.

Haly estaba tan sorprendida como Yi Jeong, pero cuando se fijó al verlo cruzar apurado, sus ojos vieron una imagen que preferiría olvidar para siempre. Al otro lado de la calle a unos cuantos pasos de su auto estacionado inmóvil. Un auto chocó contra Yi Jeong y lo dejó tendido en el suelo. El accidente fue rápido, cruel y muy duro, quedó grabado en las retinas de Haly aunque ella misma hubiera preferido no haberlo presenciado.

Fueron segundos, ella permaneció aterrada, pero su preocupación por Yi Jeong era más fuerte y salió del auto sin dudarlo para ayudarlo. Haly no lo notó al instante, pero desde el momento que Yi Jeong cayó al pavimento frío, los tonos en su mirada se habían pintado completamente de azul.
Era como ver a través de un filtro de color del océano, frío y tenebroso. No había nada lindo en ello, pero eso no era lo más importante, ya que en ese preciso momento debía ayudar a una persona a salvar su vida.

Continuará…

Continuará…

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