Capítulo VIII: Abandono y desesperación

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Aquella mañana los rayos del sol poco a poco comenzaron a invadir la habitación por la ventana, la cálida luz golpeaba directamente el rostro del joven ex ninja quien aún adormecido comenzó a removerse, frotaba suavemente su cara en el pecho ajeno, inhalaba su aroma, se sentía cálido, seguro, no tenía intenciones de separarse, sin embargo, el sol que invadía sus ojos cerrados le forzaban a moverse, finalmente abrió sus ojos y se sentó sobre quien dormía, exactamente sobre su abdomen.

Naruto miro con detenimiento las facciones de Kirishima, se veía tan tranquilo mientras dormía, nunca le había visto dormir y no podía evitar comparar este rostro lleno de calma con aquel que conoció en un principio, uno que mostraba todo el dolor que cargaba y ahora se veía tan diferente, le trataba tan diferente, recordaba cada una de sus gentiles palabras, su cuerpo aun sentía el lento tacto de sus dedos, su corazón aun sentía su calor pero aun con toda la tranquilidad que sentía de una forma sorpresiva por parte de Kirishima aun pensaba en lo que aquel misterioso le menciono durante el incendio, era cierto que cuando lucho contra su compañero y logro herirlo pudo sentir a Kurama pero para él ello era una coincidencia, no obstante el atacarlo para recuperar a Kurama no es algo que haría, quizás antes cuando le trataba con frialdad e indiferencia pero no ahora que había podido sentir su verdadero y cálido ser.

"Quizás debería contarle sobre Kurama" pensó creyendo que ello podría develar alguna pista, no obstante, tan rápido como aquel pensamiento cruzo por su cabeza fue que se desvaneció, no tendría sentido decirle ello, no serviría de nada, dio un suspiro ligero, queriendo volver a recostarse sobre Kirishima quien aún dormía plácidamente, intento hacerlo pero ahora que su mente estaba consciente de sus actos esta misma se detuvo, le había jurado amor eterno a Sasuke y aun cuando su amado Uchiha ya no viviera mientras él le recordara siempre le acompañaría, era por ello que no podía permitirse el volver a caer en el deseo de sentir el calor de su compañero, no podía traicionar la memoria de quien amaba por lo que prefería reprimir sus deseos, ocultar lo que deseaba.

Para ahogar el deseo de sentir la seguridad de los brazos de su compañero lo primero que hizo fue lentamente separarse de él, con mucho cuidado se separó de aquella embriagante calidez, luego asegurándose de no despertar a Kirishima fue que se vistió, no quería irse pero tampoco quería lastimarlo, no obstante se había prometido, casi forzado a recordar el juramento que hizo en el pasado, nunca olvidaría a Sasuke por lo que temía que sí se dejaba llevar por aquel deseo olvidaría su juramento y eso para él era casi similar a asesinar a su amado, solo que esta vez con sus propias manos.

Cuando estuvo ya con su ropa de héroe tomo su libreta, aquella en la cual liberaba cada día sus sentimientos, arranco una hoja y tras escribir algo la dejo en el velador, luego simplemente se fue, no sin antes mirar por última vez a Kirishima. — Lo siento...Pero no puedo — Murmuro tristemente antes de marcharse y desaparecer.

Luego de una hora de que Naruto se marchara Kirishima finalmente despertó, había tenido uno de los sueños más tranquilos en meses, no recordaba cuando fue la última vez que se sintió así de tranquilo al cerrar sus ojos, se movió buscando semi consciente a Naruto, al no encontrarlo se sentó en la cama, miro a su alrededor, su ropa no estaba en el suelo, extrañado miro su velador, encontrando finalmente la nota, al leerla rápidamente busco su ropa de héroe, no pensaba en aceptar lo que parecía ser su último mensaje.

Tras estar ya con su vestimenta de héroe fue que bajo a toda prisa para salir, sin embargo, al bajar estaban todos sus compañeros compartiendo los cuales al escucharlo bajar así de rápido se quedaron fijos observándolo, aquello fue ignorado por Kirishima quien fue rápidamente hacia Midoriya. — ¿Has visto a Naruto? — Pregunto de forma rápida, en su rostro se veía la preocupación, una que escondía el miedo de haber hecho algo erróneo.

Un Hilo Entre Dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora