Él, ella y él [COMPLETA]

Capítulo 20: El cumpleaños de Luke

Jack 09:21 AM
Linda, ¿No vendrás al instituto?

Jack 09:21 AM
Te extraño.

Jack 10:37 AM
Supongo que te quedaste dormida. Descansa.

Bloqueé el celular y lo arrojé a alguna parte de la cama. Anoche se me había dado por buscar a Lilian Rivers en internet y lo que encontré me dejó sin energías para hacer nada.

No había sido una búsqueda fácil. Investigué en Google, Instagram, Facebook y todas las redes sociales que se me ocurrieron. También a sus amigos cercanos, como etiquetados en algunas fotografías.

En primer lugar, noté cómo le habían pasado los años por encima. Ya no era la mujer reluciente y alegre que conocía, esa que se pasaba las tardes tarareando alguna canción mientras preparaba la cena o bailaba al ritmo de cualquier música que escuchaba. Ahora se veía más sería, más apagada, más adulta.

Lo segundo, y que más me afectó, fue haber descubierto que era dueña de un restaurante en Maine. No sabía si tenía dinero o si era exitosa en lo que hacía, pero sí que no había tenido el más mínimo interés de preguntar por nosotros, por su hija. De ofrecer algún tipo de ayuda, algo, cualquier cosa. Al menos que le estaba yendo bien.

Aquella información me había dejado algo shockeada. Sabía que Lilian nos había abandonado por culpa de mi padre, trataba de entender que no nos contactara para no descubrir dónde estaba, pero... ¡Yo era su hija! ¿Por qué no se preocupó por mi? Pudo haber llamado, llevarme con ella aquel día, o pedir ayuda. Hubieron alternativas. Muchas.

Mi celular vibró y estiré el brazo para cogerlo.

Jack 10:45
Por cierto, mañana es la fiesta sorpresa de Luke. ¿Paso por ti a las siete?

Me levanté y entré al baño. Necesitaba una ducha. Una muy larga.

Como era costumbre, papá no estaba en casa. Así que cuando salí ya vestida del baño, entré a su cuarto y tomé asiento delante de la computadora.

Intenté desbloquearla. Al primer intento, traté con "Uno, dos, tres, cuatro". Al segundo, con la fecha de su cumpleaños. No eran. Hice más intentos fallidos y hasta probé con el cumpleaños de mi madre. Nada.

Rendida, probé un último intento. La pantalla de la computadora cargó durante algunos segundos y las aplicaciones cargaron mientras mi ceño se fruncía en sorpresa. Acerté.

Era mi cumpleaños.

Entré a internet y busqué el resumen de sus tarjetas de crédito. No demoré en encontrarlos y descubrir que realmente estábamos jodidos.

Quise buscar algo más, pero en ese momento oí un sonido proveniente de abajo. Apagué la computadora con rapidez y salí del cuarto con el corazón latiendo a mil latidos por segundo. Me topé a papá justo cuando estaba a mitad de pasillo.

—Hola, cielo —saludó.

Dejé de respirar al escucharlo. No me llamaba "Cielo" desde hacia años. Antes de que una diminuta sonrisa pudiera escapar de mis labios, el aroma a alcohol inundó mis fosas nasales. ¿Estaba ebrio?

—Hola.

Y me encerré en mi habitación.

•••

—¡Muy bien, Luke está por llegar! —exclamó Sarah.

No me gustaba la idea de festejar su cumpleaños. No porque no quisiera estar allí, sino porque sabía que él no querría estar aquí. La pasaría horrible.

—¡Todos, escóndanse!

—¿Dónde está Richard? ¡Richard! —la madre de Lucas gritó en busca de su esposo.