Capítulo 12: Lo que somos

907 39 18
                                    

Caminaba nerviosa por los pasillos del instituto, observando para todos lados a ver si me cruzaba con cierta cara conocida. Era la primera vez que vería a Jack luego de besarnos. Por segunda vez. Desde los últimos dos días.

La Elena de hace tres años no se lo creería.

De todas formas, no sabía bien lo que pasaría, o lo que significaba nuestra posición actual.

Es decir, bien, nos besamos... ¿Y luego qué? ¿Seguíamos siendo los mismos amigos de siempre? ¿Nos trataríamos diferente? ¿Seguiría con el mismo pensamiento sobre mi que ayer?

Me detuve en los pasillos y saludé a Meghan. Se estaba admirando en el espejo que tenía colgado en la pequeña puerta del casillero mientras se retocaba el brillo labial. Lo guardó y me sonrió.

—¡Hola! ¿Cómo va tu misión de acoso?

—No era una misión de acoso.

—Acoso, perseguir... Es lo mismo. ¡Cuéntame!

—Bueno...

—Solo espero que haya valido la pena dejar a tu mejor, única y fiel amiga abandonada en el teléfono.

—Pues...

—¡Oh, Dios! No entres en pánico, pero el simio está en la mira —interrumpió.

—¿Eh?

—¡Jackson a las diez! A las nueve... A las ocho... ¡A las cuatro! ¡Se está acercando!

—¿Qu...?

—Hola.

Aunque Meghan lo hubiera previsto, me sobresalté al escuchar la voz de Jackson a mis espaldas. Oí una ligera risa de su parte, burlándose de mi forma de actuar. Por otro lado, mi amiga nos observaba con una sonrisa.

—¡No me digan que se reconociliaron!

—Si, algo así...

—¡Bien, era hora! Esto merece un festejo.

—Creo que así estamos bien, Meg.

No más festejos por un tiempo.

—Par de aburridos —bufó.

Vi a Lucas a lo lejos y como Jack lo siguió con la mirada. Luego, me observó a mi.

—Debo irme, ¿nos vemos luego?

—Si.

—Hasta pronto.

Jack dio un paso, pero luego retrocedió, volteó hacia mi y, con una sonrisa, robó un corto y rápido beso de mis labios. Para cuando llegué a reaccionar y curvar los labios en una sonrisa, él ya se había ido y dejado a una Meghan entreabierta.

—¿Qué...? ¿Qué acabo de ver y por qué no lo sabía?

Divertida, pasé mi brazo por detrás de sus hombros.

—Tengo mucho que contarte.

•••

Luego del receso, entramos a la última clase del día. Divisé mi asiento y el que le correspondía a Jackson vacíos. Lo busqué con la mirada desde la puerta, pero no lo encontré, supuse que había ido al baño o algo por el estilo.

Me senté en el lugar de siempre, el banco que me distanciaba por poco menos de medio metro de Lucas, quien estaba hablando con unos compañeros pero volteó al verme y me saludó...

—Vaya, no sabía que los perros tomaran clases.

...A su manera.

—Y al parecer las marmotas también. De hecho, estoy justo hablando con una —contraataqué. Lucas rió y yo me crucé de brazos.

Él, ella y él [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora