El galán dominante de la escuela me ruega que vuelva

Capítulo 50. De regreso al apartamento

Después de poner todo en orden, Yun Yaoze levantó a Lin Shuo y salió del bar, subiéndose al auto de Xu Xian. La motocicleta que había conducido anteriormente estaba tirada a un lado en la calle.

La sombra que Lin Shuo enfrentó hoy fue la más oscura.

Un baño maloliente, baldosas sucias, escoria despreciable...

¿Cómo sería la situación si nadie viniera a salvarlo?

La sensación repugnante, la desesperación y el miedo posterior que lo habían abrumado desde antes seguían ocupando firmemente su mente. El dolor en su cuerpo le recordaba cómo lo habían tratado, y al pensar en ello, la sensación de asfixia apretaba su garganta.

Todo su cuerpo estaba helado y humedo.

En el camino, Yun Yaoze lo abrazó en una bola, sin la arrogancia de desafiar a las personas, sin la apariencia desafiante de amenazar con puños. Simplemente, con la cabeza enredada en su rodilla, mirando por la ventana mientras las luces de neón pasaban, se podía ver vagamente las marcas rojas en el cuello desde el cuello de su chaqueta holgada.

Hasta hoy.

Yun Yaoze finalmente entendió cuán importante y precioso era Lin Shuo para él.

No solo le gustaba un poco.

Había ocupado todo su amor. Amar profundamente a alguien no requería mucho tiempo, siempre y cuando esa persona se instalara en el corazón.

Yun Yaoze inclinó la cabeza y besó los suaves mechones de cabello, besó con ternura el lóbulo de la oreja, y sus labios se deslizaron hasta el lóbulo.

La cabeza de Lin Shuo se hundió de nuevo en sus rodillas:— ¡Todos los que conoces son unos hijos de puta!

—Hmm.

—¡Eh, no está bien! —Xu Xian se volvió—. ¡Estás insultando a ambos, a ti y a mí! Solo insulta a esa persona.

—Cierra la boca. —frunció el ceño Yun Yaoze, su mirada disparándose.

—Está bien, me callo. Típico, prefieres el romance que la amistad. —Xu Xian cerró la cremallera de su propia boca.

Yun Yaoze apretó aún más a Lin Shuo.

Aunque Yun Yaoze también era un escoria, en este momento, ser abrazado por él realmente le daba seguridad. Era una sensación de protección completa. En cuanto a si estaban actuando o no, ya no tenía tiempo para preocuparse por eso.

Veinte minutos después, el auto se detuvo en la entrada del complejo.

Xu Xian no se apresuró a pedirles que bajaran, porque este no era el complejo de Lin Shuo, sino el de su apartamento. A pesar de que prefería el romance a la amistad, Xu Xian aún valoraba la lealtad. Le lanzó una mirada significativa a su hermano a través del espejo retrovisor.

Entiendes lo que quiero decir.

Yun Yaoze no tenía ganas de responderle, abrió la puerta y llevó a Lin Shuo de vuelta al apartamento.

Lin Shuo no estaba incapacitado, pero no quería moverse en absoluto.

Sabía dónde estaba, pero esta noche realmente no tenía otro lugar al que ir. Su aspecto hoy era demasiado desolador, sus padres le harían mil preguntas, y explicárselo a Fengzi sería aún más complicado. En el dormitorio de Jiang Yi, todos eran compañeros de clase, sería vergonzoso.

—Quiero ducharme.

—Bien, voy a traerte ropa—respondió Yun Yaoze, recordando la reciente resistencia de Lin Shuo hacia él y preguntó:—¿Quieres usar mi ropa? Si no te gusta, puedo comprarte ropa nueva.