El galán dominante de la escuela me ruega que vuelva

Capítulo 121. La forma tsundere de querer estar juntos

Lin Shuo y Yun Yaoze dieron una vuelta y regresaron. Jiang Yi aún estaba sentado en su lugar, mirando estúpido como un globo desinflado. Cuando los vio, sus párpados se levantaron hacia arriba y luego cayeron hacia abajo, así de lamentable.

La mesa desordenada y el suelo desordenado ya estaban limpios. No había otros clientes comiendo en la tienda. El gerente y un empleado estaban de pie en la caja registradora mirándolos, con una mirada que decía: "Esperamos que se vayan pronto, estamos a punto de cerrar".

Jiang Yi se levantó. Su cerebro ebrio aún estaba un poco atontado después de algunos sedantes, pero su pensamiento era claro.

Él y Xu Xian volvieron a pelear.

—¿Y Xu Xian? ¿Se fue así?—preguntó Lin Shuo.

—Sí. —Asintió Jiang Yi.

—¿De qué hablaron?

—Le deseo sinceramente una larga y feliz vida con su prometida.

Si fuera posible, Lin Shuo podría haber escupido sangre:—Esto es realmente una cena de ruptura sin corazón. No es de extrañar que se haya ido. Originalmente, ni siquiera quería venir a esta cena. Y cuando lo hizo, no tenías nada bueno que decir. Jiang Yi, sí, él cometió errores, pero ¿entiendes realmente tus propios sentimientos?

—No lo entiendo—admitió Jiang Yi honestamente—. Cuando lo insulté diciendo que estaba loco, sentí que yo era el loco. No quiero hablar más. Me voy a casa.

—Te llevaremos a casa.

—Voy a pedir un taxi—dijo Yun Yaoze, sacando su teléfono para llamar a un servicio de taxis. No había revisado WeChat antes, pero ahora se dio cuenta de que tenía dos mensajes.

【Xu Xian: Me fui. Todavía está en la tienda. ¿Pueden llevarlo a casa?】

【Xu Xian: Avísenme cuando lleguen.】

Los tres salieron de la tienda y esperaron un taxi en la acera a unos veinte pasos de la puerta de la tienda. Lin Shuo apoyó a Jiang Yi, ya que era alrededor de las diez de la noche y no era demasiado tarde. Todavía había mucho tráfico de vehículos, pero temía que Jiang Yi, distraído, pudiera tropezar si no tenía cuidado.

Yun Yaoze se quedó detrás de ellos, respondiendo a los mensajes de Xu Xian en su teléfono.

【Yun Yaoze: Tomando un taxi, ¿realmente dejarás a la gente así?】

【Xu Xian: No tiene sentido hablar de ello, no puedo hacer nada.】

【Yun Yaoze: ¿Quieres rendirte?】

【Xu Xian: Necesito tomarme un descanso y reflexionar. Piensa en cuando Lin Shuo estaba en tu contra. Entiendes mis sentimientos. Lo resolveré después del compromiso de matrimonio.】

Yun Yaoze se quedó en silencio por un momento después de recibir este mensaje. Levantó la cabeza para mirar a Lin Shuo, que estaba de espaldas a él. Las altas farolas hacían que sus sombras se alargaran, superponiéndose entre sí. Los bordes se volvían borrosos con un halo peludo y cálido de luz, pareciendo reconfortante.

Algo cayó sobre su cabeza. Lin Shuo levantó la cabeza y vio que era la barbilla de Yun Yaoze apoyada en su cabeza. Con una voz grave y magnética, pronunció palabras más agraviadas que Jiang Yi en ese momento:—Realmente no quiero dejarte ir.

—Mañana ya es la escuela. Dormiré y te veré en la escuela—respondió Lin Shuo.

—Pero quiero abrazarte mientras duermo.

Lin Shuo, que no estaba borracho, también se sonrojó:—¿No sientes vergüenza de decir esas cosas en público?

—No siente vergüenza, pero yo sí siento vergüenza por ustedes—intervino Jiang Yi—. Cuando hacen alarde de su amor, ¿puedes encontrar un lugar donde no haya nadie cerca? ¿No ven que soy un perro soltero?