El galán dominante de la escuela me ruega que vuelva

Capítulo 83. Derrotando a Yun Yaoze *

Yun Yaoze se dirigió al baño, se lavó la cara y agarró la chaqueta que había tirado en el sofá antes de salir.

La zona de demolición en el antiguo distrito de la ciudad solo estaba parcialmente demolida, con tierra nivelada mezclada con ladrillos y piedras excavadas por excavadoras. El terreno era desigual, y competir en un lugar así era prácticamente buscar la muerte.

—No esperaba que realmente te atrevieras a venir. Te subestimé.

Enfrente de un edificio abandonado, Akun, vestido con una chaqueta negra, estaba sentado en su motocicleta, fumando y riendo de manera arrogante. Detrás de él, había dos compañeros.

Uno de ellos levantó una bolsa negra y la arrojó al medio. Dijo: —Aquí tienes un millón. Si no lo crees, puedes contar primero.

Tres pares de ojos observaron a Yun Yaoze.

Akun, con una expresión de desdén y malicia en los ojos, frotó el pequeño cigarrillo que le quedaba entre dos dedos.

A Yun Yaoze no le importaba el dinero.

—No es necesario contar. Incluso si gano, el dinero sigue siendo tuyo.

Los tres se quedaron boquiabiertos.

Yun Yaoze soltó tres palabras más: —Lo quemo para ti. [1]

—Maldita sea, ¡dilo otra vez! ¡Aún no hemos competido y ya me estás buscando problemas! ¿Crees que puedo matarte ahora mismo? —Akun se levantó de un salto, arrojó dramáticamente el cigarrillo al suelo y levantó las cejas, su rostro especialmente feroz.

Pero todo esto era insignificante a los ojos de Yun Yaoze. Giró lentamente el cuello, apretó los puños, los huesos emitieron un sonido crujiente, sin decir una palabra más, su presión ya había abrumado a los tres de enfrente.

El compañero de Akun lo agarró y trató de persuadirlo, también era una manera de darle una salida: —Acordamos venir a competir, no pelear. No seas impulsivo.

Si pudieran resolver las cosas a través de una pelea, Yun Yaoze habría perdido las manos hace mucho tiempo.

La primera vez que Yun Yaoze apareció en la Montaña Pan, ganó el primer lugar de inmediato. En ese momento, Pei Jie y Akun eran rivales igualados, y el campeón de la competencia siempre salía de entre los dos. Sin embargo, la aparición de Yun Yaoze rompió ese equilibrio, lo que significaba que alguien sería eliminado.

Tan pronto como terminó la competencia, Pei Jie buscó problemas con Yun Yaoze. Yun Yaoze, sin muchas palabras, le rompió la mano derecha a Pei Jie. La parte del brazo entre el antebrazo y el brazo se contrajo en una sección, conectada solo por piel. Todos ellos aún recordaban esa sensación de vacío.

Después de eso, los amigos de Pei Jie no lograron obtener un buen resultado tratando con Yun Yaoze.

Pei Jie nunca volvió a la Montaña Pan después de eso.

—¡Bien, corramos primero, ajustaré cuentas contigo después de la carrera!

Akun resopló fríamente, dejando caer una amenaza.

Su compañero repitió las reglas: partirían desde el punto frente al edificio abandonado, también sería el punto de llegada. Deberían dar diez vueltas alrededor de toda el área de demolición y el primero en llegar sería el ganador.

Marcaron una línea en el suelo de manera improvisada.

Uno de los compañeros levantó el brazo, el rugido del motor modificado resonó, acumulando fuerza. Cuando dieron la orden, ambas motocicletas se lanzaron hacia adelante al mismo tiempo.