Día 24: Disney/Dreamworks AU

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Samuel suspiro viendo por la ventana de la alta torre del castillo como era costumbre. Era su cumpleaños número dieciocho, era mayor de edad y aún seguía esperando que su caballero de brillante armadura viniera a salvarlo.

Desde que había nacido fue confinado a ese castillo custodiado por un dragón y por lava ardiendo, sin poder salir hasta que un guerrero valiente y fuerte viniera a rescatarlo. Hubiera podido huir hace años, sí, pero aún tenía esperanzas de que alguien se acordara que el príncipe de Karmaland estaba encerrado bajo el hechizo de la malvada bruja

Escuchó mucho ruido en la parte de abajo del castillo, antes todo estaba tan tranquilo y sosegado que era raro que algo de disturbio molestara su paz. Se acercó a la puerta de su habitación, escuchando al dragón de su castillo gruñir y luego pasos por la escalera

Sam sonrió levemente, se alejó de la puerta y comenzó a mirar alrededor buscando su corona que casi nunca se la ponía. Se la arreglo en la cabeza antes de tirarse en la cama, esperando que alguien entrara por la puerta de su habitación, aunque eso no pasó, sino que llegaron por el techo de la gran torre, cayendo un chico con casco de guardia sobre la cabeza

Aliso su ropa antes de acomodarse perfectamente en la cama tomando las flores que estaban en su mesa de noche y simulando estar dormido. Trato de mantenerse calmado, aguantando la sonrisa que quería sacar al saber que su guerrero había llegado por fin rescatarlo

Espero el beso en sus labios estirándolos levemente, si este sabía sobre el hechizo también sabía que un beso de amor verdadero sería lo único que lo haría romperlo. Pero el beso nunca llegó, sino que lo agarraron por los hombros comenzando a moverlo con brusquedad

-¡Despierta bello durmiente!- abrió los ojos notando los ojos verdes del contrario- ¿Eres el príncipe Samuel?

-Sí, soy el príncipe- le sonrió- Y espero al noble y valiente guerrero que me salvé

-Ay que tierno ¡Ahora vámonos! - se paró para alejarse de la cama

-¡Espera!- el chico se detuvo con un suspiro para mirarlo- Noble guerrero, al ser nuestro primer encuentro, este no debería ser un mágico y romántico momento- llevo su mano a su frente en gesto dramático

-Si- puso los ojos en blanco- Perdone usted, pero no hay tiempo- lo jalo del brazo para sacarlo de la habitación

-¿Que está haciendo? Deberías cargarme y bajarme por la ventana hasta vuestro valiente corcel

-Sí que has tenido tiempo para planear esto ¿verdad?

Con su hombro rompió la puerta de golpe jalándolo escalera abajo. Samuel no protestó, pero si le sorprendió la fuerza de ese chico que a simple vista parecía un flacucho y nada atlético guerrero, a decir verdad ¿acaso era un verdadero guerrero?

-Esperad, debería querer congelar este momento- salto algunos escombros para no tropezar- Recitad un poema, dedicarme un soneto, un refrán- se soltó de golpe cuando llegaron abajo- O lo que sea

-No sé de esas cosas- miro a ambos lados sosteniendo la antorcha que había tomado

-Bien- frunció el ceño enojado- Al menos me gustaría saber el nombre de mi salvador

-Amm...- lo miro con rapidez- Rubius

-Sir Rubius- carraspeó extendiendo su pañuelo- Le ruego que acepte está prenda como muestra de mi gratitud

-Vale- tomo el pañuelo limpiando su rostro y entregándoselo justo cuando sonó un gruñido

-¡No habéis matado al dragón!

-¡Todavía no me voy! ¡Date prisa! - volvió a tomar su mano para jalarlo por el largo pasillo

-¡Pero así no era la historia! ¡Debisteis blandir vuestra espada y ondear un estandarte como los otros caballeros!

Rubegetta Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora