➳ El Arquero y El Ángel ♪ -Beth y Daryl [Terminada]

Capítulo 8: «Retornos».

Punto de vista **Beth**:

Ya había pasado más de tres meses desde el incidente de la cabaña, en donde desgraciadamente la mala suerte había llegado una noche tormentosa.

Ese día me tocó huir en un sendero tenebroso, no sabía que corriendo por mi vida encontraría al hombre que le pudiera hacer recordar mi esencia, mi familia, mis recuerdos, quién era realmente.

-¿Porque te detienes?- me preguntó Bellamy al ver como me había desplomado al suelo.

-¿Porque que pasa si ya nunca más lo vuelvo a ver?- le pregunté en un hilo de voz, ese era mi mayor miedo no volver a ver a Maggie, Glenn, Judith o a Daryl. Por ellos es quién luchaba con todas mis fuerzas, quería retornar a su lado.

-No te rindas Beth, hemos luchado tanto para encontrarlos, no te des por vencida, ya los vamos a encontrar.- me dio palabras de aliento, Bellamy me conocía tan bien, convivir por más de tres meses juntos le enseño a que no era como las otras damiselas que había tenido de compañera, yo era algo mejor que eso, era una luchadora, una guerrera -¿Ves esto?- apuntó con su mano unas pisadas frescas en la tierra que provenían de un grupo, seguramente del mismo grupo que habíamos seguido por mucho tiempo -Estamos cerca Beth.- me dijo mientras me juntaba a su pecho y dejó que llorara, él sabia reconocer cuando necesitaba mi espacio por sentirme tan frágil tan rota.

Últimamente me he vuelto muy llorona.

Ya estaba oscureciendo, Bellamy me pidió que hiciera una fogata mientras el buscaba algo de que alimentarnos.

Ojala no sea una estúpida serpientes, pues ya me tiene hostigada con ella.

Hacer una fogata no me tomo mucho tiempo pues ya tenía experiencia y me era sencillo. Me calentaba solamente con esa pequeña luz, estaba alerta a cualquier cosa extraña que pasara, mi cuchillo en mano y mi pistola en mi cintura.

-¡Beth!- exclamó Bellamy  -Necesito que veas algo- dijo para luego jalarme por el intenso bosque.

Me hizo caminar hasta cierto punto y me pidió de que no hiciera mucho ruido por prevención.

-¿Ella es Maggie?- preguntó seguro.

Y sí era mi hermana llorando, undiendo sus penas en una fría botella de alcohol.

-Ella es..- susurré apenas.

Me escondí detras de unos árboles y me dediqué a observarla, yo sabría en el momento en que haría notar mi prescencia.

Punto de vista **Maggie**:

-Sí.... esto esta pasando.-  dije con la botella de bourbon que le habia robado a Daryl, él era el único que consumía ese tipo de alcohol. No hace mucho comencé a refugiarme mientras esperaba el retorno de Beth, siempre la esperaría -Voy hablar en voz alta.- me rió para mi misma, esto parecía muy estúpido pero así era la forma de desahogarme - Ya hay toda una cripta llena con mi familia muerta, todos menos tú, Beth.- mire hacia el cielo implorando que alguna respuesta cayese pero seamos realistas eso jamás sucedería en un apocalipsis -Tengo que decir que no lo estoy haciendo muy bien sin ti. Sigo intentando empezar de nuevo, pero no puedo conseguirlo en ninguna parte. Porque estoy perdida hermana, estoy perdida..- dos lagrimas resbalaron de mis  mejillas, la ira y la cólera habían inundado cualquier pensamiento de mi mente, se que ha comrropido mis emociones. Al fin sentía lo que un día Beth sintió.

Por impulso tomé postura y agarre la botella de bourbon y la tire contra el árbol, necesito desahogarme.

-¿Entonces qué? Me voy un par de meses ¿Y piensas que esta bien perder una perfecta botella de Bourbon?- dijo Beth mientras tomaba un poco de ella, ella nunca bebía, es mas no sabia que era el alcohol.

Simplemente me quedé pasmada ante lo que veía, no creía volver a ver a mi hermana después de todo.

-¿Beth?- pregunté después de salir de mi ¿trance? Esto era una mala jugada de mi imaginación.

-Sip.-dejo la botella en el suelo para ir acercándose lentamente hacia  mí -En persona.- hablo con una pizca de gracia.

-¿Cómo puedo verte ahora mismo?- le pregunté.

Ella no era real, no lo era.

-Porque no estoy muerta, Maggie.- dijo con obviedad -Esta bien que te hayas embriagado pero no estas viendo a personas muertas.- lo que dijo hizo causar cierta gracia en mí, hace mucho no me sentía así -Es un infierno de larga historia, hermana; pero he vuelto.. he vuelto.- dijo finalmente.

Con timidez y con miedo a que esto fuera más que una alucinación, llevé mi mano hacia su hombro, necesitaba asegurarme de que no era un fantasma, quería sacarme todas las dudas de que esto era real. Al  sentir la carne y hueso del cuerpo de Beth,  no dude ni por un segundo en abrazarla y acogerla en mis brazos como lo hacia de pequeña cuando quería protegerle. Me correspondí este afecto muy animada y entusiasta, había recuperado a mi única familia.

-He vuelto, Magg.- me susurró.

Aquella pequeña frase hizo estallar las lagrimas de emoción que había retenido todo este tiempo y mi hermana me acompañó en ello, nos aferramos una a otra, desde hoy en adelante seríamos inseparables, nos prometimos cumplirlo.