Capítulo 5- «Reencuentro (parte 1)»

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Punto de vista **Beth**:

Las hojas de los arboles caían de una manera tan sosegada, tornándose en color anaranjado haciendo que combinara con mi cabello, pues ya habíamos entrado a la etapa del otoño que en pocos meses entraría el frío invierno. Seguimos sin encontrar al amigo de "papá" y sinceramente hemos perdido toda chispa de esperanza, a no ser porque semanas atrás encontramos una iglesia desolada infestada de caminantes derribados, Morgan encontró en una de las mesas un mapa donde estaba escrito:

Lo siento soy un imbécil, vengan a Washington con nosotros. El nuevo mundo necesita a Rick Grimes.

¿Nuevo mundo? Si que es imbécil, el que escribió esto. Ya no existe nada nuevo en este mundo.

-Estamos cerca- dijo Morgan con una enorme sonrisa.

- O muy lejos- dije quitándole la expresión de felicidad de su rostro - No ves que este sitio no ha sido habitado desde hace mucho tiempo- dije finalizando.

-Ten esperanza Beth- dijo desanimado por mi comentario anterior.

-No me pidas eso, sabes que en eso ya no creó-dije fríamente, sin saber que lo que dije le afectaría pues el si creía en esas "cosas".

Hicimos un pequeño recorrido por todo el lugar para ver si encontráramos algo que nos sirviera es nuestro extenso camino hacia Rick, lo que solo nos llevo menos de veinte minutos pues no se hallaba muchas cosas de utilidad; revisando los cuartos, uno fue el que me llamo más la atención, era el tercer cuarto del sitio que revisaba y pude ver una mantita rosa de bebe en una caja, la tome, acto seguido me la puse en mi mejilla y al hacerlo sentí unas extrañas sensaciones que solo sentía al recordar al hombre de la ballesta, al ver esta cobija recuerdo a una hermosa bebe, acurrucando-la en mis brazos, recuerdo sus risas, recuerdo darle de amamantar entre tantas cosas hermosas que hice junto con la bebe; pero sobre todo recuerdo su nombre: Judith.

-¡Beth!- dijo "papá" sacandome de mis pensamientos -¿Has encontrado algo útil?- preguntó desde la otra habitación.

-No nada- mentí había encontrado y recuperado una parte de mis recuerdos gracias a esa mantita.

-Yo tampoco- hizo un chasquido con su lengua -Ya mejor vámonos.- finiquito de hablar, así que guarde en mi mochila la manta y el mapa y salí al encuentro de Morgan.

Ya ha pasado más de medio año desde que la vida, me dio una segunda oportunidad de vivir y la disfruto al máximo en compañía de él. Morgan y yo nos tenemos una gran confianza, nos cuidamos uno a otro, a veces le digo "papá" y el me dice "hija" , me gusta que me diga así ya que puedo disfrutar lo que es un papá, aunque sé que en mi vida pasada tuve uno al cual ya no recuerdo en este momento.

Una de nuestras anécdotas juntos y que me ayudó a tenerle más confianza fue cuando me vino la menstruación, estaba muy apenada con decírselo sobre esto a él pero necesitaba ayuda en conseguir unas toallas higiénicas o un tampón para evitar que me ensucie con mis propios fluidos.

-Morgan- dije, desde el comienzo ya estaba avergonzada y se podría notar en mis mejillas que se tornaban aun color muy rojizo -Necesito toallas higiénicas o tapones, por favor- dije sosteniendo mi abdomen, ya había comenzado los malditos cólicos.

-¿Eso era lo que te fastidiaba todo el día?- preguntó levantado su ceja a lo que sólo a sentí pausadamente -Toma, esto te ayudará- dijo sacando de su mochila una bolsa negra donde había varias toallas femeninas y tapones, continuó hablando -Sabría que las necesitarías algún día, ha y si tienes dolor tomate esto-habló dándome una tableta que era para los malestares de la menstruación, me quede viéndole con asombro por llevar y saber de estas cosas.

➳ El Arquero y El Ángel ♪ -Beth y Daryl [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora