➳ El Arquero y El Ángel ♪ -Beth y Daryl [Terminada]

Capítulo 20: " El arquero y el ángel"

**Daryl**

Sin duda alguna había pasado los mejores cuatro meses al lado de Beth, me ha enseñado tanto. Una de esas cosas fue volver a bañarme, admito que lo detesto pero ella dice que una buena higiene es más inportante.

Sin embargo como todo lo bueno siempre hay una pizca de mal, Beth ya no era la misma desde hace un par de días.

Dormía mucho, tenía migraña y muy poco se levantaba de la cama. Carl se tuvo que ocupar de Judith pues Beth no esta bien.

El grupo andaba muy preocupado por ella, ya que casi no se le veía salir de la habitación. Morgan pidió que no la ofuscaran y que hicieramos como si todo estuviese bien, pero no podía pasar por alto lo que ocurría.

-¿Como amaneciste pequeña?- ella se sonrojó, aún no se acostumbraba pero se que le era muy tierno.

-A tu lado todo es mejor- me dijo Beth, enserio puse una sonsira de oreja a oreja.

Todo iba bien hasta que toco la hora de desayunar puesto a que ella siempre lo devolvía. Técnicamente tuve que luchar para que tomara el ligero desayuno, mientras lo hacia me quede admirándola por un rato, ne gustaba ver sus gestos, me gustaba ver todo de ella.

Siempre hay una mujer que puede penetrarte el corazón y este era el caso.

-Daryl, ¿podemos hablar?- me pidió tristemente Morgan.

Muy raro en él.

Asenti, algo estaba pasando.

-Recuerdo cuando Beth llego a mí: indefensa, aturdida y temerosa- se carcajeó al recordar tan bello recuerdo -Williams, mi amigo doctor, me dio una noticia desalentadora cuando Beth y yo partíamos a buscarlos.

Su expresión no tenía forma, ni jada estaba todo serio.

-¿Qué me quieres decir?- pregunté aturdido.

-Solo quiero que te prepares nada más.- me dijo el padre politico de Beth y se fue.

¿Preparme para qué?

****

El día pasó muy lentamente, las mismas labores de siempre, mataron a unos cuantos caminantes, pero nada de suma importancia.

-Organizaremos una cena por esta familia- nos dijo Rick y así lo hicimos.

Corrí a decirle a Beth, si era cierto lo que Morgan decía debía ser el mejor recuerdo que debía tener.

-Daryl debes bañarte- me ordenó la rubia pero me negaba, ella estaba desesperada porque la gran mayoría ya estaba en la casa de Carol reunidos para la cena.

Después de casi dos horas, Beth y yo aparecimos en la puerta de Carol, todos ya estaban ahí.

Viendo esta escena era realmente fabulosa, se veía una familia inseparable, sin temor a nada, una familia admirable.

-Brindo por esta familia- dijo Rick alzando su copa, seguido de este acto todos lo hicieron.

Miré de reojo a la pequeña, no podría creer como fue que ella se pudo fijar en mí, un hombre tan estúpido, tan déspoto pero ella era mi ángel, ella me había salvado de todos mis demonios y renconres, fue la cura para mi deceso.

-Beth acompañame- le pedí,  llevándola de la mano fuimos hasta el jardín y nos sentamos debajo de un manzano -¿Miras esa estrella?- le señalé una radiante y ella asintió -Esa estrella es nuestra- ella sonrió felizmente.

-Represena lo que somos, el arquero y el ángel- respondió ella, levemente mis ojos se aguaron de felicidad.

-Gracias por darme todo esto Beth- le besé dulcemente -Te quiero pequeña- le dije una y otra vez.

-Eres todo lo que esperé Daryl- y nos basamos una vez más, quizás la última vez que lo haríamos.

Todo es tan perfecto que parece irreal.

Una escena perfecta en donde se puede decir que perduró el amor.

Un equipo muy unido. Sencillamente me encanta.

-Daryl, en donde esté, siempre pensaré en ti- susurró en mi oído

Ella estará conmigo hasta el final pues no quiero un fin para esta historia. Es lo mejor que me ha pasado y ojalá sea hasta el último dia de mi vida.

Puse mi brazo en su cuerpo y algo me inquieto, ella estaba congelada.

-¡Beth estas helada!-  dije muy alarmado, hace frío pero no para que ella este apunto de una hipotermia -Debemos llevarte a que te revisen- le apresure pero ella se negó. Seguía inmovil mirando las estrellas.

-Daryl- negó con la cabeza.

No puede acabar tan pronto esta historia.

La sostuve entre mis brazos muy fuerte, no queria que se fuera.

-Esta bien, es perfecto- dijo -Estoy en los brazos de mi primer amor, la primera persona que amé y amare- sonrió levemente -Te quiero Daryl Dixon.

Sus labios se posaron en los míos, pero poco a poco perdían fuerza hasta estar quietos.

Al verla, Beth había cerrado sus ojos para ya nunca más abrirlos.

Ella estaba muerta.

Y yo también lo estaba.