Mi amigo Alejo

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"Ha sido cordialmente invitado a la ceremonia de unión entre Matías Soulé y Facundo Buonanotte".

Matías había estado sentado metiendo las invitaciones en sus sobres durante una hora entera. Ya se había cortado con el papel, tiene un leve dolor de cabeza y posiblemente se encuentre de mal humor. Solo reconoció unos siete nombres en dichas invitaciones, cuando le mostró su pequeña lista de invitados a Facundo, justo antes de ir a la imprenta y este le mostró su propia lista; eran cuatro páginas llenas por ambos lados.

- ¿Conoces a cada persona en esa lista?

Su pareja simplemente respondió:

- Si.

La idea del marplatense de una boda pequeña e íntima fue suprimida y convertida en el evento social de la temporada. Porque su prometido conoce a mucha gente y la gente lo conoce ya que su nombre es reconocido debido a su reputación. Eso es lo que ser rico causa: tener poder y ser heredero de riquezas generacionales, pero él no es solo eso ya que obtuvo todo con méritos propios.

Cuando anunciaron su boda, el mejor amigo de su novio, le pidió a Matías un momento a solas. Lo empujó dentro de un baño y le dijo:

- Vos no sos bueno para él, de ninguna manera, pibito - arrastrando las palabras debido a su estado de embriaguez.

Matías, con todo el derecho le dijo a donde podía irse y comenzaron una pelea que, vergonzosamente, el padre de Facundo tuvo que detener. Pero las palabras vuelven a repetirse en su mente tan a menudo que le resulta imposible ignorarlas no cuando se ve a sí mismo como un pibe cualquiera y de bajos recursos.

Su relación es la definición de un romance relámpago. Tan es así que apenas ha tenido oportunidad de procesar todo.

Conoció a su novio en un bar gay hace siete meses, un bar elegante y exclusivo al cual él había evitado asistir por miedo a ser señalado, pero su amigo Agustín lo había invitado. Este hombre se le aproximó, era más bajo con respecto a su altura con el cabello castaño y muy carismático, le compró un trago, lo llevó a la pista de baile y le dijo que estaba ahí de fiesta para despedir a un amigo y que ese amigo ya se había marchado pero que él buscaba un poco más de diversión.

No hubo duda alguna para Matías, que él sería esa diversión.

El santafesino lo llevó a su departamento, un lugar elegante como los que salen en programas de televisión y tuvieron sexo duro sin limitaciones, tres veces antes del amanecer. El plan de Mati era marcharse antes de que la mañana llegase pero Facu insistió en invitarlo a desayunar, después a cenar y tres semanas después tenían una relación.

Al más bajo parecía no importarle que el más alto viviera en un viejo y pequeño departamento, que trabajara como cajero en un supermercado cercano o que no tenía nada que ofrecer excepto sus impresionantes habilidades sexuales. Aceptándolo así tal cual era mostrándole su propio mundo lleno de luces brillantes, dinero, champagne caro y negocios.

Su prometido trabaja en algo relacionado con el modelaje y entretenimiento pero Matías nunca ha entendido cómo es que tiene tanto dinero sin haber tocado la fortuna de su familia. Cuando preguntó, él le dijo que utilizó sus propios métodos y recursos para salir adelante por sí mismo, aunque nunca le explicó a qué se refería con eso.

Facundo le propuso matrimonio cuatro meses después de conocerse, al siguiente día le entregó la llave de un local comercial y un cheque por la cantidad necesaria para convertir el lugar en una cafetería. Siete días después lo llevó a un lindo departamento y le dijo que lo compró para ambos. Ahora el marplatense no solo tiene un hermoso prometido, también posee su propio negocio y un hermoso hogar, cuando hasta hace unos meses todo lo que tenía era un viejo departamento y apenas podía pagar el alquiler. Continúa pensando que su novio se desvanecerá un día o se marchara con alguien mejor.

Tanto pensar lo tiene mareado, además ya está harto de meter invitaciones en sus respectivos sobres.

Facundo entra en ese momento con el teléfono pegado al oído y el ceño arrugado. Solo viste su bóxer, así fue como se quedó hace una hora, rendido y tendido en la cama pero al parecer esa satisfacción se ha desvanecido ya. Su novio termina la llamada y suspira.

- ¿Qué pasa? - pregunta el ariano, está encantado de tener un descanso de su labor con las invitaciones.

El capricorniano suspira de nuevo, se deja caer contra el sillón y recarga la cabeza en el hombro de su pareja.

- Intento localizar a un amigo.

- ¿Cuál amigo? - no conoce a la mayoría de los amigos de su pareja debido a que no han estado juntos el tiempo suficiente y no se relaciona mucho con su entorno. La única vez que estuvieron rodeados de sus amigos, fue en la fiesta de compromiso con el adorable amiguito y sus palabras de desprecio pero él casi no recuerda rostros mucho menos nombres.

- ¿Te acordas de la noche que te conocí? la fiesta de despedida fue para él.

Mati recuerda esa noche mientras Facu toma una invitación y la examina.

- Cierto, no lo conocí ya que se había ido minutos antes.

- Si, a conquistar Inglaterra y es una pesadilla poder localizarlo - deja la invitación de nuevo sobre la mesa, luce tan abrumado que su prometido lo abraza por la cintura alrededor de su espalda desnuda y apoya la cabeza en su hombro.

- ¿Por qué queres localizarlo?

- Él es mi amigo más antiguo, nos conocemos desde chiquitos - se encoge de hombros empujando un poco la barbilla de Mati - Quiero que sea mi padrino.

- Oh - él ya ha elegido a su propio padrino, nunca tuvo duda alguna. Agustín ha salvado su vida de distintas maneras, desde poner un techo sobre su cabeza, hasta conseguirle un trabajo estable cuando él ya no tenía dinero ni para comer. Ha sido su confidente, su figura paterna y uno de sus mejores amigos, le debe más de lo que podría pagarle.

Giay estuvo feliz cuando le pidió ser su padrino, ambos compartieron la celebración dando pequeños saltitos y abrazándose. Pero nunca hablarán de eso en voz alta.

- ¿Vas a seguir intentándolo?

- Tengo que - mira a través de la habitación y el marplatense puede darse cuenta que está recordando - No imagino casarme sin tenerlo a mi lado - eso es lo más sentimental que le ha escuchado decir, su viejo amigo debe ser muy especial - Es cierto que tuvimos nuestros altos y bajos durante estos años. No siempre estuve de acuerdo con las cosas que él hizo pero...

- ¿Cómo se llama?

Su novio sonríe.

- Alejo - pronuncia con calma pero con convicción, como si el simple nombre signifique mucho - Alejo Véliz.

El Padrino // SoulizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora