El Padrino // Souliz

Primera impresión

- No lo sé Mati - Valentín grita sobre el ruido de la banda musical que audiciona para tocar en la boda - Creo que no lo pensaste detenidamente.

El marplatense suspira, lo cual es imperceptible debido al ruido. Facundo recomendó esta banda después de escucharlos en una boda.

- Ya hablamos de esto muchas veces ¿Hasta cuándo me vas a dar este sermón?

Valen acerca su silla mientras la banda comienza con otra canción en este salón vacío donde solamente los dos amigos eran la audiencia, la música resuena tan fuerte que les provoca dolor de cabeza.

- Ya sé que no dejo de repetirlo - le dice mirándolo a los ojos - Pero es porque me preocupo por vos, apenas lo conoces.

Matías lo conoce suficiente como para casarse ya que siente que es lo correcto y lo ama, realmente no hay razón alguna para no casarse debido a que Facundo le ha dado mucho, cambió todo su mundo en tan solo meses. Apenas puede creer lo diferente que es su vida en la actualidad.

- Sé lo que estoy haciendo, Colo - está apunto de comenzar con otro discurso defensivo para explicar y defender porqué la boda tiene sentido, en ese momento su teléfono vibra y lo distrae. Es un mensaje de su prometido:

¡Ya pude localizar al bobo de Alejo! Llega el sábado. Te amo corazón 💛

¡Me alegro amor!

Matías no le da la importancia que probablemente debería pero está contento por su novio ya que tendrá a su mejor amigo acompañándolo en el día de su boda. Pero si este tipo "Alejo Véliz" es tan exitoso como su prometido dice ya que ahora tiene una vida en Inglaterra, entonces no será más que un relámpago en la vida del ariano. Realmente no merece la pena dedicar a ese hombre su atención o pensamientos.

- Mira - le dice al colorado y desliza su teléfono dentro de su bolsillo de nuevo - Sé lo que estoy haciendo, dejá de preocuparte - Sabe que le pide lo imposible. Afortunadamente, Agus es más optimista.

Más tarde ese mismo día, su amigo capricorniano tararea la marcha nupcial cuando Matías llega a su cafetería.

- ¡Basta! Cualquiera creería que te emociona más esta boda a vos que a mí.

- Solo estoy feliz por vos, no falta mucho.

Cerca de seis semanas, aproximadamente, la sola idea ha revuelto el estómago del marplatense que mejor se dirige a la cocina para preparar sándwiches y dar a su mente algo más en qué pensar.

Agustín toma las órdenes de los clientes, ha trabajado aquí desde el día de apertura ya que fue contratado como gerente cuando Mati se dio cuenta que él solo no podría con todo. Casi se ha convertido en su socio con el paso de las semanas, maneja todo de forma tan eficiente como el mismo Matías.

El día pasa volando, el negocio se ha beneficiado después de que la cadena competidora fue cerrada al no pasar la inspección sanitaria. Matías trabaja incansablemente lado a lado de Agustín, sirve órdenes, tiene cortas charlas con los clientes y ve pasar el tiempo tan rápidamente que le sorprende cuando la hora de cerrar ha llegado. Invita a su socio a tomar unos tragos en el bar cercano, después se despide para irse a casa y cocinar la cena para su prometido.

Siente la necesidad de ser un poco romántico por ende añade una botella de vino y velas sobre la mesa. Al comienzo de su relación siempre le daba importancia a la seducción, esperaba a Facundo después de jugar un poco consigo mismo para recibirle con una erección y listo para coger. Pero su novio siempre llegaba cansado a casa o no quería arruinar su atuendo del día, por lo general ignoraba sus intentos de seducción. Hasta que eventualmente se rindió y ahora tienen sexo por las noches en su cama, dos o tres veces por semana, siempre es bueno y tiene orgasmos sin embargo no puede evitar sentir que falta algo que haga arder su sangre y lo haga sentir tan desesperado que no le importan las protestas de su prometido y coger en cualquier lugar de la casa ya sea el sillón, la barra de la cocina o la ducha.