- ¿Cómo va la relación con tu amado huésped?
Matías levanta la vista de dónde ha estado mirando fijamente un punto sobre la mesa en la cocina del Colo, no vino a visitarlo para quedarse en silencio pero no ha tenido mucho que decir, y justamente ahora tampoco sabe qué responderle. ¿Cómo se supone que responda a esa pregunta? ¡Oh sí, todo va muy bien tanto que anoche vi cómo le hacían un pete! ¡Totalmente normal! No obstante elige responder con un simple:
- Bien.
Él frunce el ceño.
- ¿Hay algún problema?
- No, ¿Por qué?
- No lo sé - dice encogiéndose de hombros - Solo me pareció que te comportaste raro cuando lo mencioné ¿Es porque todavía te gusta?
La vergüenza lo inunda, provocando un vuelco en su estómago.
- No me gusta - insiste y se endereza en su silla - Basta de insistir con eso.
El piensa por un largo rato lo que va a decir.
- Está bien... - dice suavemente envolviendo ambas manos alrededor de su taza - Tenés ojos y sos un humano como cualquier otro pero no vayas a... - traga saliva.
- A... ¿qué?
- Hacer algo de lo que te puedas arrepentir - intenta no reír a carcajadas debido a que el pánico aumenta cada vez más en su pecho.
- No existe nada como para hacer algo de lo que me pueda arrepentir - afirma con dureza - Él no me gusta y Alejo no está interesado en mí, así que te voy a pedir amablemente si ¿Podes dejar el tema de una puta vez?
- Está bien - dice levantando ambas manos en un gesto de sumisión pero Matías sabe que Valen no está convencido y sabe cuáles son sus verdaderos sentimientos - Lo que digas amigo no quiero que te enojes conmigo, ya entendí...
Hay una pausa mientras lo estudia y el más alto se muerde una uña al sentirse sofocado por su acusación implícita pero al mismo tiempo se siente desesperado por hablar de ello y poder averiguar qué es eso que está retorciéndose en su interior.
- Entonces contame cómo van los preparativos para la boda - el marplatense se enfoca en el nuevo tema, cualquier cosa que evite hablar de lo que realmente está sintiendo y le cause problemas.
- No hay mucho que decir en realidad solo que el martes iremos a retirar los anillos.
- Eso es hermoso - dijo sonriendo - ¿Qué pasa con las flores y todo lo demás? ¿La música?
- No tengo listo nada de eso por el momento - responde mientras se encoge los hombros.
El castaño sabe muy bien y es consciente de que con tan poco tiempo restante para la boda, debería poner más empeño y voluntad en organizar las cosas.
- Bueno, entonces necesitas hacer más, ¡MATÍAS! Solo falta un mes.
- Ya sé - dice apoyándose hacia atrás en su asiento, el dobladillo de su camisa sube un poco con el movimiento provocando un escalofrío a través de su piel y se estremece - Hace frío acá ¿No tenés prendida la calefacción?
El colorado hace una mueca.
- No calienta mucho que digamos.
- ¿Necesitas que te ayude?
- No - dice con firmeza dejando sin lugar la discusión - Yo me puedo encargar solo.
Mati mira alrededor de su antiguo hogar, que a pesar de algunas reparaciones que le hizo Valen sigue siendo un desastre con forma de hogar ya que necesita muchos arreglos y cambios de muebles. El bostero ya tiene preparada la caja con viejas decoraciones de Navidad de color azul y oro, las puso junto a la televisión, listas para ser colocadas.
- Aunque no lo parezca extraño muchísimo este lugar - dice con melancolía en su tono - Pasamos buenas navidades acá ¿Verdad?
- ¡Oh sí! - rueda los ojos - Cagandonos de frio, muertos de hambre y sin plata para comprarnos regalos que poder intercambiar.
- No me vas a dar nada por Navidad, ¿Verdad? Sé que el dinero te hace falta y no quiero que los gastes en un innecesario regalo para mí.
- No importa - replicó el oriundo de 25 de Mayo y lo miró con seriedad.
- Porque es suficiente con que vengas a pasar el día de Navidad con nosotros - su mejor amigo sonríe con calidez y alegría.
- ¿Dónde si no? - el ariano devuelve la sonrisa y de pronto es golpeado con una punzada de nostalgia por perder no sólo este antiguo basurero, sino también a su mejor amigo y el vínculo que compartían cuando vivían juntos.
Cuando se despiden en la puerta principal Matias siente la necesidad de decirle lo que siente a Valentín.
- Te extraño demasiado amigo, ya me había acostumbrado a tu compañia y sobretodo a tu sarcasmo. Además extraño esos días en los que compartimos risas y momentos especiales bajo el mismo techo - le murmura en su oído mientras él aprieta sus brazos a su alrededor y apoya la barbilla en su hombro.
- ¿Qué pasa amigo que estás demasiado sensible? ¿Facundo te hizo algo? Vos decime que yo me ocupo - dijo con preocupación en su mirada.
- Quedate tranquilo Colo que no me hizo nada, solo estoy un poco nostálgico y venir acá me afectó más de lo que esperaba. Pero estoy seguro que aunque ahora estemos separados, nuestros recuerdos seguirán unidos.
- No me fuí a ninguna parte, trolo.
- Ya sé pero...
- Vos sabes que acá sos bienvenido en cualquier momento - el colorado se aleja, coloca sus manos a cada lado de su cara para conseguir que lo mire a los ojos - Este siempre será tu hogar Mati - y de alguna manera, eso le provoca dolor especialmente una aguda punzada en su estómago.
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El Padrino // Souliz
Fiksi PenggemarMatías Soulé está a punto de casarse tras un romance con un hombre que conoció una noche en un bar gay. Pero entonces conoció al mejor amigo de su prometido, Alejo Véliz. La química que comparten Matías y Alejo es imposible de ignorar, pero Soulé se...