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-Jimin, ¿estás bien? -preguntó Jungkook, al ver que Jimin no dejaba de mirar su teléfono y se rascaba la oreja izquierda- No dejas de rascarte la oreja...

-Tengo la sensación de que alguien está hablando de mí y algo me dice que es el metiche de Jungmin -dijo Jimin, antes de bloquear su teléfono y dejarlo en una roca cercana-. No importa, ¿me decías algo?

Jungkook miró bastante embobado y nervioso a Jimin. El omega seguía sin la camisa puesta, con los tatuajes falsos que Taehyung le había pintado el día anterior borrándose por el agua y haciendo que la tinta empezara a manchar casi todo su pecho y parte del abdomen, además de con algunos mechones pegados en su frente al tener el pelo mojado. Pero, lo peor de todo, era que podía admirar esa imagen del omega con la cabeza apoyada en sus piernas.

Era una escena que, si cualquiera los veía, los obligaría a casarse para evitar que el honor de Jimin sufriera de alguna manera. Y Jimin no le perdonaría nunca si eso ocurría, además de que descubriría quién era en realidad antes de tiempo. Tiempo que se le agotaba a medida que pasaban los días, ya que tenía poco menos de un mes para confesarle a Jimin que él era el futuro rey de Corea.

-No, no te decía nada... Estabas demasiado concentrado y no quería molestar -dijo Jungkook en un tono apagado, que hizo que Jimin hiciera una mueca.

-Lo siento... Es solo que tengo muchas cosas en la cabeza, pero ya estoy contigo -se limitó a decirle Jimin, intentando sonar lo menos nervioso posible-. ¡Fuera preocupaciones! ¡Fuera!

Jungkook no tardó en empezar a reírse, antes de girarse en dirección a Jimin y sonreírle completamente tranquilo. Incluso sintió la necesidad de querer levantar su brazo y apartarle los mechones de la frente a Jimin, pero logró contenerse. Aunque, lo que no esperaba, era que el omega tendría la misma idea en mente y comenzó a acariciar la cabeza del alfa con la misma sonrisa que Jungkook le dedicaba a Jimin.

El alfa se sonrojó por unos segundos, antes de cerrar los ojos y dejarse acariciar por el omega en silencio. Disfrutando del momento antes de que pueda llegar a ser incómodo, olvidando que eran destinados y que no se atrevía a confesárselo.

-Jungmin me ha dicho que mi madre te invita a tomar el té mañana -susurró Jimin, a lo que Jungkook abrió uno de sus ojos y miró fijamente al omega-. Si no puedes, no pasa nada... Es solo que me lo acaba de decir...

-Claro, iré -dijo Jungkook con una sonrisa, acariciando la mano que Jimin tenía en su cabeza-. Lo último que quiero es traerte problemas con tu madre, bastante tienes ya en casa...

-Gracias -le devolvió la sonrisa Jimin-... Eres un buen amigo y, diga lo que diga mi madre, tú ni caso. En serio, ni caso. Va a hacer todo lo posible para que pase vergüenza, tienes que protegerme.

-Haré mi mejor esfuerzo, bonito, te lo prometo -dijo Jungkook, besando la mano de Jimin y haciendo que el omega se sonrojara a niveles estratosféricos. Lo cual hizo que el alfa empezara a reírse-. Estás muy rojo...

-¡Cállate! -exclamó Jimin, empujándole hacia el agua de nuevo y siendo el turno de Jimin de reírse al ver a Jungkook con todo el pelo cubriéndole la cara- ¡Estás ridículo!

-¡Ahora verás! -exclamó Jungkook, tirando de Jimin y arrastrándolo hacia el lago mientras los dos empezaban a reírse- ¡Te has metido con el alfa equivocado, omega!

-¡Para! -reía Jimin, mientras Jungkook no dejaba de arrastrarlo hacia el lago sin dejar de abrazarlo- ¡Jungkook!

Jungkook los sumergió a los dos por un segundo, con el objetivo de que su pelo dejara de estar pegado en su rostro, y Jimin no pudo evitar abrazarse más al alfa debido a que no sabía nadar. En cuanto volvieron a subir a la superficie, Jimin escondía su cara en el nacimiento del cuello de Jungkook mientras que el alfa no le soltaba ni un momento aunque tocaran los dos al fondo con los pies.

-Hey... Ya está... Solo me estaba quitando el pelo de la cara -susurró Jungkook, haciendo que Jimin apartara la cara del cuello de Jungkook y se miraran frente a frente-. ¿Te he asustado?

Jimin se quedó mudo mientras asentía embobado y veía el rostro mojado de Jungkook, quien hizo una mueca al preocuparse y no tardó en acunar con una de sus manos el rostro del omega. Aunque eso no pareció ayudar mucho a los dos chicos, quienes enseguida se sonrojaron al darse cuenta de la cercanía entre ambos. Pero tampoco hicieron nada por separarse, sino que se quedaron mirándose fijamente a los ojos.

Ni siquiera se dieron cuenta de cuándo o de cómo, pero cada vez estaban más cerca hasta el punto de que sus narices estaban casi rozándose y sus aromas de melocotones y chocolate negro se mezclaban complementándose, haciendo que los dos sintieran la necesidad de estar todavía más cerca.

Jungkook acarició la mejilla de Jimin, lo cual hizo que él cerrara los ojos inconscientemente con una pequeña sonrisa. En cuanto Jimin volvió a abrir los ojos, Jungkook estaba a solo unos milímetros de él y se sonrojó todavía más, a lo que el alfa reaccionó sonriendo y haciendo que sus narices se rozaran por un segundo. Sacándole un suspiro a Jimin por la impresión y que sus labios quedaran entreabiertos.

Lo siguiente que ambos hicieron fue que ambos unieron sus labios en un beso tranquilo. Jimin afianzó su abrazo en el cuello del alfa en ese momento, mientras que Jungkook hacía lo mismo con el brazo que tenía en la cintura del omega y seguía acariciando su mejilla. En su interior, sus lobos no dejaban de hacer un caos celebrando el paso que habían dado sus partes humanas.

Sin embargo, enseguida tuvieron que separarse para poder coger aire y, en cuanto hicieron contacto visual, los dos se sonrojaron como nunca antes de separarse del abrazo.

-Yo... Creo que mejor voy a salir y... Comeré algo -dijo Jimin, alejándose del alfa y saliendo del lago completamente avergonzado. Cogiendo su móvil y su camisa, para después sentarse al lado del pequeño picnic que habían improvisado.

Jungkook se quedó completamente paralizado, intentando procesar lo que acababa de pasar y llevándose una de sus manos a sus labios y lanzando un pequeño sonido de frustración.

Le había robado su primer beso a Jimin, al igual que el omega le había robado el suyo.

Y si había alguna duda de que ambos eran destinados, habían desaparecido en el mismo momento que sus labios habían hecho contacto.

Kilig [Kookmin Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora